El riesgo del ¨¦xito de Iglesias
El vicepresidente es el aglutinador de la mayor¨ªa de los Presupuestos, pero Podemos podr¨ªa perder votos por la estrategia de sumar a Bildu y ERC
La portavoz adjunta de Unidas Podemos, Isa Serra, asegur¨® esta semana que su partido sal¨ªa ¡°fortalecido¡± de la negociaci¨®n presupuestaria porque se hab¨ªa demostrado que era ¡°el pegamento¡± de la mayor¨ªa que el pasado jueves aprob¨® los primeros Presupuestos del Gobierno de coalici¨®n. Una uni¨®n de 11 partidos que, sostienen en Podemos, y m¨¢s all¨¢ de Podemos, dif¨ªcilmente hubiera sido posible sin la presencia de Pablo Iglesias en el Ejecutivo.
El vicepresidente segundo luch¨® en los ¨²ltimos meses por colocar a EH Bildu y ERC como sost¨¦n del Gobierno, pese a los recelos del PSOE. El s¨ª de los dos partidos a las cuentas confiere al l¨ªder de Podemos un nuevo rol en la coalici¨®n como conseguidor de unas mayor¨ªas que hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªan en el Congreso, marcado por la fragmentaci¨®n y el multipartidismo. Sin embargo, siembra dudas sobre el r¨¦dito electoral que la estrategia puede dejar a su partido. ?Cu¨¢ntos votos vale ser el pegamento?
Podemos lleg¨® al poder en su momento m¨¢s bajo. En las elecciones del 10-N, que dieron pie al Gobierno de coalici¨®n, obtuvo su peor resultado electoral en unas generales desde que concurrieran por primera vez en 2015. Las ¨²ltimas citas auton¨®micas, en Galicia y el Pa¨ªs vasco este verano, confirmaron esa tendencia. Pero nunca 35 diputados en el Congreso dieron para tanto. Iglesias ha ido exprimiendo su presencia en el Gobierno hasta convertirse en mu?idor de la primera mayor¨ªa absoluta del Ejecutivo. ¡°Pablo Iglesias es el que le garantiza a Pedro S¨¢nchez que mientras est¨¦ en el Gobierno podr¨¢ tener a tres o cuatro grupos que sin ¨¦l no tendr¨ªa¡±, asegura el profesor de Ciencia Pol¨ªtica Juan Rodr¨ªguez Teruel.
El PSOE trat¨® desde el principio de la legislatura de buscar un acercamiento a Ciudadanos para no depender de fuerzas como Esquerra, que en 2018 dej¨® caer las cuentas del primer Gobierno de S¨¢nchez o este mayo vot¨® no a prorrogar el estado de alarma. En Podemos consideran que los socialistas buscan, adem¨¢s, mantener viva a la formaci¨®n de In¨¦s Arrimadas para no tener que depender en exclusiva de los de Iglesias en el futuro. Para la formaci¨®n del vicepresidente el objetivo ya no est¨¢, como en sus primeros a?os, en lograr el sorpasso al PSOE, sino en convertirse en su muleta. Iglesias trat¨® hasta el ¨²ltimo d¨ªa de arrinconar a Ciudadanos, que acab¨® dando la espalda al PSOE tras el acuerdo con las izquierdas nacionalistas. En el entorno de Podemos sacan pecho del ¡°mayor atractivo¡± que el ¡°Gobierno socialcomunista¡± tiene para muchos partidos distintos frente a la opci¨®n de Ciudadanos.
Iglesias quiere ahora hacer uso de esa nueva mayor¨ªa parlamentaria. Apropiarse de los apoyos para complementar su minor¨ªa matem¨¢tica dentro de la coalici¨®n. Estos ¨²ltimos d¨ªas, repite incansable su invitaci¨®n a Bildu y a ERC a sumarse ¡°a la direcci¨®n del Estado¡± y con ellos ha presentado ya varias iniciativas. Desde la autoenmienda sorpresa a los Presupuestos para paralizar los desahucios, que tan mal sent¨® en el PSOE, hasta una propuesta para exigir el fin de la ¡°imposici¨®n del castellano¡± en la Administraci¨®n central, registrada este mismo jueves. ¡°Muchas de las grandes medidas que podr¨ªan ser patrimonio de Podemos las est¨¢ capitalizando el PSOE, atraer a las izquierdas nacionalistas es lo que ¨¦l cree que va a poder exhibir como una contribuci¨®n propia¡±, sostiene la polit¨®loga Cristina Monge.
La estrategia no est¨¢ exenta de riesgos. A la inercia de que los partidos minoritarios de las coaliciones suelen salir mal parados electoralmente se suma la debilidad actual de Podemos. El partido, cerrado herm¨¦ticamente alrededor de su ¨²nico l¨ªder, vive desde que se fragu¨® la coalici¨®n en una especie de limbo. Todas las caras visibles de la formaci¨®n tienen responsabilidades de Gobierno y, hasta ahora, no hay alternativa a la vista. ¡°Dudo que haya estado alguna vez en la cabeza [de Iglesias] construir un partido de masas. Todos los pasos que se han dado son una relaci¨®n muy fuerte entre el l¨ªder y la masa, pero no hay m¨²sculo, no hay nada intermedio¡±, explica Pablo Ganfornina, ex secretario de Comunicaci¨®n de Podemos Andaluc¨ªa que abandon¨® la formaci¨®n este a?o por sus discrepancias. La suerte electoral de la formaci¨®n es una inc¨®gnita a partir de ahora.
En el entorno de Podemos descartan que el vicepresidente est¨¦ pensando en los votos. ¡°Act¨²a pensando en qu¨¦ cree que es lo mejor para el pa¨ªs¡±, dice Ant¨®n G¨®mez Reino, secretario general de Podemos en Galicia. Pero el apoyo decidido de Iglesias a fuerzas como ERC o EH Bildu ¡ª¡±son actores que a Podemos le interesan much¨ªsimo que cojan mayor fuerza¡±, aseguran sus cercanos¡ª podr¨ªa tener un coste en las urnas en Catalu?a, con unas elecciones a la vista, o el Pa¨ªs Vasco, al competir por una parte de su electorado. ¡°Es cierto que hay una inc¨®gnita a resolver sobre c¨®mo funcionar¨¢¡±, a?ade G¨®mez Reino. ¡°Es muy arriesgado, le da cancha a partidos con los que luego compite¡±, sostiene Monge.
La formaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de los partidos nacionalistas, que tambi¨¦n, se dispar¨® en sus inicios gracias a la decadencia de entonces del PSOE. Por ello, Rodr¨ªguez Teruel no cree que la p¨¦rdida de votos vaya a ser acusada: ¡°Podemos de esto no sacar¨¢ muchos apoyos, pero en cambio Iglesias como actor que aglutina s¨ª puede ganar influencia y un papel espec¨ªfico que ahora mismo nadie m¨¢s desempe?a¡±. El peligro, contin¨²a, es que el partido se convierta en tan ¡°irrelevante¡± que deje de servirle al PSOE para completar sus n¨²meros.
La suerte de Podemos, en esencia, depende m¨¢s que nunca de la suerte de Iglesias. Hasta ahora, el apoyo de las izquierdas nacionalistas es un win win para el l¨ªder: por un lado le brinda un suelo al Ejecutivo liderado por Pedro S¨¢nchez y por otro aumenta su fuerza de presi¨®n al PSOE. ¡°Dentro del Gobierno no contribuye a generar buen clima, pero soluciona el tema de los votos¡±, resume Monge. Iglesias, mientras, seguir¨¢ buscando diferenciarse de los socialistas apoy¨¢ndose en partidos m¨¢s inc¨®modos para su socio.
Los Presupuestos dan por primera vez un horizonte largo a la legislatura. Tres a?os por delante de un mismo Gobierno es un abismo tras la inestabilidad pol¨ªtica vivida en Espa?a desde 2018. El vicepresidente se siente ahora m¨¢s fuerte que nunca. Podemos espera, como siempre, a su sombra.
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