El PP, dispuesto a renovar el Poder Judicial tras el 14-F si no hay indultos
El PSOE y los populares estudian un reparto a partes iguales de los 20 vocales
El Partido Popular tiene una ¡°voluntad clara¡± de acuerdo con el Gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial, y est¨¢ pendiente de encontrar una ¡°ventana¡± de oportunidad para hacerlo posible, siempre que se cumplan sus condiciones. Los populares, cuyos votos son necesarios para conformar la mayor¨ªa precisa para la renovaci¨®n, est¨¢n dispuestos a pactar en cualquier momento, a m¨¢s tardar tras las elecciones catalanas del pr¨®ximo febrero, si el Ejecutivo deja a Unidas Podemos fuera del proceso y no indulta antes a los presos del proc¨¦s, seg¨²n fuentes populares.
Hay agua en la piscina. El pacto no est¨¢ cerrado al detalle, pero PP y PSOE estudian un reparto de diez a diez en el Consejo General del Poder Judicial, seg¨²n dirigentes de ambos partidos conocedores de las conversaciones. Aunque falta tambi¨¦n consensuar los nombres de los jueces y del futuro presidente o presidenta, se da por hecho que, salvo sorpresa, habr¨¢ entendimiento en este asunto. Los t¨¦rminos de la renovaci¨®n no suponen un escollo: la clave para que Pedro S¨¢nchez y Pablo Casado puedan alcanzar su primer gran acuerdo es de oportunidad pol¨ªtica.
Si nada se tuerce, el Consejo General del Poder Judicial podr¨¢ ser renovado dos a?os despu¨¦s de que caducara su mandato. Como tarde, tras las elecciones catalanas del pr¨®ximo 14 de febrero. Esa es la fecha l¨ªmite en la que piensa el PP. Los populares son conscientes de que despu¨¦s no existir¨ªa ning¨²n escenario que imposibilitara un acuerdo con el Gobierno, m¨¢s all¨¢ de no querer hacerlo. Pero, en principio, el PP s¨ª quiere cumplir con el mandato constitucional.
Habr¨¢ pacto, eso s¨ª, siempre que el PSOE cumpla las condiciones del PP y que no indulte antes a los presos independentistas, algo que si sucediera ¡°dinamitar¨ªa cualquier acuerdo¡±, se?alan en el partido de Pablo Casado. Tan cerca est¨¢ la posibilidad de cerrar la renovaci¨®n que en el PP no descartan que pudiera suceder incluso este mes de diciembre, aunque es ¡°muy dif¨ªcil¡±, seg¨²n las fuentes consultadas. En enero hay vacaciones parlamentarias, y despu¨¦s llegan las catalanas, cuando tambi¨¦n se suspende una semana la actividad en el Congreso de los Diputados para la campa?a. Lo m¨¢s probable es que fuera en febrero, tras el 14-F.
Las conversaciones entre el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y el responsable de esta ¨¢rea del PP, Enrique L¨®pez, est¨¢n muy avanzadas. Hace muchos meses que hablan, se conocen desde hace a?os y tienen plena sinton¨ªa en su visi¨®n general sobre la justicia. La clave de b¨®veda es que se den las circunstancias pol¨ªticas que permitan a Pablo Casado apostar por un acuerdo con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, con el que no tiene las mejores relaciones. La semana pasada el l¨ªder del PP revel¨® que hace cinco semanas telefone¨® al presidente y este no le devolvi¨® la llamada. ¡°Es algo que no se entiende en ning¨²n pa¨ªs del mundo¡±, se quej¨® Casado. El l¨ªder del PP tiene la ¨²ltima palabra sobre la renovaci¨®n, pero a pesar de ese clima g¨¦lido entre ambos l¨ªderes, las fuentes consultadas en el PP aseguran que Casado es consciente de que hay que renovar el Consejo del Poder Judicial.
Se trata de encontrar el momento adecuado. En noviembre, el principal obst¨¢culo que lo ha impedido ha sido el apoyo de Bildu a los Presupuestos. ¡°Quien est¨¢ con Bildu no puede estar con el PP¡±, argumentan en G¨¦nova. Ahora, el meollo reside en que el Ejecutivo no indulte antes de las elecciones a los presos del proc¨¦s, como pretenden Unidas Podemos y ERC. El Gobierno ha enfriado la semana pasada la posibilidad de liberar de la c¨¢rcel a los independentistas pese a la presi¨®n de sus aliados parlamentarios de ERC. Los tr¨¢mites de concesi¨®n de los indultos no est¨¢n del todo en sus manos: dependen de cu¨¢ndo informen sobre la medida de gracia la Fiscal¨ªa y la sala sentenciadora del Supremo.
Si S¨¢nchez indulta a los presos, ya no podr¨¢ contar con el PP para renovar el Consejo. Los populares advierten de que una medida como esa volar¨ªa los puentes entre ambas formaciones. En las conversaciones que ha habido todo este tiempo el PSOE no ha dado garant¨ªas de que no ir¨¢ por ese camino, pero es una l¨ªnea roja clar¨ªsima para el PP. Otra cosa es qu¨¦ suceda luego a lo largo de la legislatura con los presos independentistas. Casado siempre estar¨¢ enfrente y muy beligerante ante cualquier posibilidad de alivio de la situaci¨®n procesal de los l¨ªderes separatistas.
El acuerdo sobre la composici¨®n del Consejo entre el PSOE y el PP no est¨¢ cerrado, como dijo el ministro de Justicia, pero las fuentes populares consultadas aseguran que bastar¨ªa un d¨ªa para perfilarlo. En principio, hay sinton¨ªa en ir a un reparto de diez vocales a propuesta del PSOE y diez a propuesta del PP. Esto dejar¨ªa de entrada fuera al resto de partidos, aunque se tendr¨ªan en cuenta ¡°otras sensibilidades¡± m¨¢s all¨¢ de las de socialistas y populares en la elecci¨®n de los 12 jueces y ocho juristas. Por ejemplo, en la propuesta del PP podr¨ªan entrar vocales que viera bien Ciudadanos, y lo mismo con otros partidos en la del PSOE, aunque los populares insisten en que s¨ª debe quedar fuera Unidas Podemos. Casado no aceptar¨¢ un reparto en el que el partido de Pablo Iglesias reivindique como afines a varios de los vocales. En el PP argumentan que el PSOE ha dejado algunas veces fuera a Podemos de sus decisiones y acuerdos.
El nombre de los jueces que se sentar¨¢n en el consejo a¨²n est¨¢ por decidir, as¨ª como el perfil del presidente o presidenta, que es probable que sea una mujer. Entre los nombres de candidatas sobre la mesa figura el de la magistrada del Supremo Pilar Teso, que no disgusta en el PP, o tambi¨¦n Mar¨ªa Emilia Casas, la expresidenta del Tribunal Constitucional. Campo y L¨®pez no se han sentado a discutir los nombres de los vocales que integrar¨ªan el ¨®rgano, pero creen que no tardar¨ªan en ponerse de acuerdo y esto no ser¨¢ un escollo. El PP rechaza que entren perfiles pol¨ªticos, es decir, vocales que hayan tenido experiencia previa en el mundo de la pol¨ªtica como, por ejemplo, diputados. El Consejo del Poder Judicial ha tenido en sus distintas etapas a vocales que antes fueron diputados.
La operaci¨®n pol¨ªtica es sensible y todav¨ªa depende de que se alineen algunos factores para llegar a buen puerto. El principal obst¨¢culo es Unidas Podemos y la presi¨®n que ejerce en el PSOE. Hasta ahora, Pablo Iglesias ha logrado cortocircuitar los intentos de la parte socialista del Gobierno de llegar a acuerdos con la derecha. Ha impedido que Ciudadanos apoyara los Presupuestos. Y ahora presiona a S¨¢nchez para la reforma que reducir¨ªa a mayor¨ªa absoluta los votos necesarios para renovar el consejo, en vez de tres quintos, lo que dejar¨ªa fuera al PP.
De momento, el PSOE ha dado muestras de que prefiere un pacto con Casado. Ha paralizado esa reforma ¡ªque adem¨¢s recibi¨® un toque de atenci¨®n serio desde Bruselas¡ª y en su lugar ha optado por promover otra para impedir que el Consejo pueda seguir aprobando nombramientos de cargos judiciales con el mandato caducado. Esta ¨²ltima iniciativa, que todav¨ªa tardar¨¢ en ser aprobada en el Congreso, da un margen de tiempo para terminar de madurar el acuerdo. Los populares exigen adem¨¢s, como otra de las condiciones para pactar, que el PSOE entierre la ley que permitir¨ªa renovar el ¨®rgano solo con mayor¨ªa absoluta. ¡°El PP no puede correr el riesgo de que no se respeten las instituciones en Espa?a¡±, declar¨® el martes el portavoz nacional y alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, en Onda Cero.
Casado va con pies de plomo porque tiene muy presente el error del acuerdo de 2018, cuando pactaron situar a Manuel Marchena como presidente del Poder Judicial. Marchena, ponente de la sentencia del proc¨¦s y presidente de la sala Penal del Supremo, renunci¨® tras publicarse un mensaje del portavoz del PP, Ignacio Cosid¨®, en el que contaba a sus senadores que con ese magistrado el PP iba a ¡°controlar la sala segunda por detr¨¢s¡±.
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