El viaje de cientos de inmigrantes de Canarias a la Pen¨ªnsula abre un nuevo frente al Gobierno
La oposici¨®n acusa al Ejecutivo de fletar vuelos con marroqu¨ªes aunque se trata de desplazamientos que los reci¨¦n llegados organizan por su cuenta
Los miles de marroqu¨ªes que han llegado a las islas Canarias llevan meses viajando en peque?os grupos a la Pen¨ªnsula con un billete de avi¨®n o barco y sus pasaportes en la mano. Es imposible saber cu¨¢ntos son, pero sus llegadas a diferentes aeropuertos de la Pen¨ªnsula son registradas desde hace varias semanas en v¨ªdeos por otros pasajeros que hacen comentarios xen¨®fobos acusando al Gobierno de dejar ¡°sueltos¡± a los inmigrantes o que los se?alan como potenciales portadores de coronavirus. Estos viajes no est¨¢n organizados por el Gobierno y son los propios inmigrantes los que se trasladan por su cuenta, pero la opacidad del Ejecutivo no ha hecho m¨¢s que alimentar las especulaciones y la confusi¨®n. El PP y Vox ya han pedido la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que explique lo que llaman ¡°traslados secretos¡± realizados ¡°con nocturnidad y alevos¨ªa¡±.
La pol¨¦mica se ha desatado tras publicarse las im¨¢genes de un grupo de inmigrantes tomando un vuelo de Gran Canaria a Granada. Se da a entender que es un vuelo fletado por el Gobierno aunque no es as¨ª. Tambi¨¦n se afirma que vienen sin la PCR hecha, a pesar de que esta prueba se realiza a todos los inmigrantes que llegan en patera al desembarcar. El v¨ªdeo plantea, adem¨¢s, otra cuesti¨®n y es que Andaluc¨ªa, como la mayor¨ªa de las comunidades aut¨®nomas, impone restricciones de entrada y salida, pero hasta donde se ve en las im¨¢genes no existe un control policial para supervisar las causas que justificar¨ªan la entrada en la provincia, ni de los extranjeros ni de los espa?oles.
La supervisi¨®n de la movilidad en Andaluc¨ªa, donde todos los municipios est¨¢n confinados desde el 10 de noviembre, lo realiza la Polic¨ªa Nacional. Estos controles, seg¨²n Interior, se han intensificado en las carreteras, aeropuertos y estaciones de tren y autobuses, pero se realizan de manera aleatoria. El portavoz del Gobierno andaluz, El¨ªas Bendodo, ha acusado al Ejecutivo central de ¡°incumplir las normas, porque Andaluc¨ªa tiene limitada su movilidad tanto para entrar como para salir salvo razones muy justificadas, entre ellas un contrato de trabajo¡±. Bendodo tambi¨¦n ha denunciado que ¡°no se sabe si vienen con el PCR hecho, como es preceptivo¡±, aunque esa prueba solo es exigible para los que viajan a Espa?a desde el extranjero.
Los viajes de inmigrantes, en su mayor¨ªa marroqu¨ªes, a diferentes aeropuertos de la Pen¨ªnsula desde el archipi¨¦lago han generado una confusi¨®n respecto al papel del Gobierno en ellos. El Ejecutivo tambi¨¦n alimenta el ruido porque, por un lado, rechaza los traslados de grandes cupos a la Pen¨ªnsula, por considerar que alientan un efecto llamada, y, por otro, es consciente de que los reci¨¦n llegados se marchan de las islas por su cuenta. El secretismo se explica tambi¨¦n porque la UE observa con lupa los flujos en Canarias y presiona a Espa?a para que se evite que los migrantes crucen los Pirineos.
Los inmigrantes que llegan en patera a las islas tienen dos formas de salir de Canarias. Los que no tienen documentos necesitan un salvoconducto policial que autoriza su traslado en el marco del programa de atenci¨®n humanitaria de la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones. Estas derivaciones, que Interior tiene muy controladas, suman 2.200 personas en lo que va de a?o ¨Capenas un 10% de todos los que han llegado a las islas¨C y suelen priorizar los perfiles m¨¢s vulnerables, como solicitantes de asilo, mujeres o enfermos, aunque tambi¨¦n se incluye a hombres j¨®venes sin recursos. La mayor¨ªa de los trasladados en estos viajes autorizados son de subsaharianos. La otra v¨ªa, que es la que se ha convertido en el foco de la pol¨¦mica, es la que usan sobre todo los marroqu¨ªes que viajan por sus propios medios y con su pasaporte.
Pasadas las primeras 72 horas de custodia policial, los inmigrantes llegados en patera tienen abierto un expediente de devoluci¨®n, pero son libres y no tienen restringida su libertad deambulatoria en Espa?a. La mayor¨ªa no quiere quedarse en Canarias por lo que el flujo de marroqu¨ªes que se compran un billete para marcharse a la Pen¨ªnsula es constante hace meses. La Cruz Roja, la Polic¨ªa y el Ministerio del Interior lo saben porque es el d¨ªa a d¨ªa en los centros de acogida y en el campamento donde les custodian los agentes tras desembarcar en Gran Canaria, la isla con m¨¢s presi¨®n migratoria. En algunos casos son los familiares que van a buscarlos y les asisten en la compra del billete y, en otros, son los reci¨¦n llegados los que se organizan por su cuenta. La portavoz del Gobierno, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, sin embargo, ha asegurado este mi¨¦rcoles no tener ¡°constancia¡± de desplazamientos de personas que ¡°no est¨¦n en condiciones regulares de poder hacerlo¡±.
Controles documentales
Para viajar entre una provincia y otra solo necesitan su pasaporte, que presentan ante la compa?¨ªa a¨¦rea. La Polic¨ªa s¨ª est¨¢ estableciendo controles en las islas y tambi¨¦n en algunos de los aeropuertos de destino, pero ni se aplica a todos los extranjeros ni pueden impedir su viaje si no concurren algunas circunstancias muy espec¨ªficas. A estos inmigrantes solo se les detiene si han cometido un delito grave o si un juez autoriza su ingreso en un centro de internamiento de extranjeros (CIE) durante un m¨¢ximo de 60 d¨ªas para poder devolverlo a su pa¨ªs de origen. Pero con todas las deportaciones suspendidas por la pandemia ¨C reactivadas con Marruecos en grupos m¨¢s numerosos este lunes¨C no se ha internado a la mayor¨ªa de los reci¨¦n llegados porque no hay posibilidades reales de expulsarlos. En los controles documentales de los aeropuertos hay dos opciones: que les dejen continuar su viaje o que los detengan. En este segundo escenario pueden volver a mantenerlos bajo custodia policial e intentar su ingreso en el CIE o, nuevamente, dejarlos en libertad.
Los controles policiales son aleatorios, aunque centrados en los extranjeros, seg¨²n han contado a EL PA?S varios marroqu¨ªes que ya se encuentran en la Pen¨ªnsula. Ahmed, que viaj¨® a Gran Canaria para buscar a varios de sus familiares, viaj¨® con su primo, su hermano y un amigo de vuelta a Valencia el 28 de noviembre. ¡°Presentamos nuestros pasaportes en el check in y hab¨ªa despu¨¦s un control policial. A nosotros no nos pidieron nada, pero a otros cuatro marroqu¨ªes s¨ª. Dos de ellos embarcaron, pero a los otros dos ya no los vi subir al avi¨®n¡±, explica. Abdelah y su hermano, que lleg¨® en patera a Gran Canaria, viajaron a Bilbao a principios de este mes. ¡°Nos pararon al llegar a seis marroqu¨ªes y cinco senegaleses. Nos pidieron la documentaci¨®n, la comprobaron y nos dejaron marchar a todos¡±, relata. Interior no ha explicado qu¨¦ instrucciones siguen exactamente los polic¨ªas en estos casos.
Este tr¨¢nsito de inmigrantes marroqu¨ªes no tiene relaci¨®n con lo que el Ejecutivo denomina ¡°derivaciones¡± o ¡°traslados autorizados¡±, que son los que el Gobierno autoriza con cuentagotas. En estos casos es la Secretar¨ªa de Migraciones la que env¨ªa un listado al Ministerio del Interior en el que solicita un salvoconducto para trasladar algunos cupos de migrantes indocumentados m¨¢s vulnerables a otros recursos de acogida de la Pen¨ªnsula. Este es un pulso constante entre ambos departamentos porque Interior autoriza menos traslados de los que Migraciones demanda. A los beneficiarios de ese permiso se les entrega un documento firmado por el comisario jefe de la Brigada Provincial de Extranjer¨ªa y Fronteras de Las Palmas. En ese documento, v¨¢lido solo para ese traslado concreto, se especifica que ¡°no existe inconveniente para que pueda viajar en el marco establecido para inmigrantes en situaci¨®n irregular conforme al programa de atenci¨®n humanitaria¡±. El Gobierno tampoco da detalles sobre estos desplazamientos y se refiere a ellos como traslados ¡°puntuales¡± y de ¡°perfiles vulnerables¡±.
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