El Supremo decide por unanimidad que se celebre un nuevo juicio a Otegi por el ¡®caso Bateragune¡¯
El l¨ªder de Bildu cumpli¨® la pena de c¨¢rcel antes de que el alto tribunal anulase la condena tras el varapalo de Estrasburgo
Arnaldo Otegi, l¨ªder de EH Bildu, tendr¨¢ que volver a sentarse en el banquillo por una causa por la que ya cumpli¨® seis a?os y medio de c¨¢rcel. As¨ª lo ha decidido este lunes el Tribunal Supremo, que devuelve el caso Bateragune al momento previo a la celebraci¨®n de la vista oral. Este proceso, que versa sobre el intento de reconstrucci¨®n de la Mesa Nacional de la ilegalizada Herri Batasuna, afronta un escenario in¨¦dito dentro del intrincado recorrido judicial que lleva acumulado. Despu¨¦s de que la Audiencia Nacional sentenciase en 2011 al dirigente abertzale y a otras cuatro personas, el Supremo rebaj¨® las penas en 2012, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) fall¨® en 2018 que se hab¨ªan vulnerado en el juicio los derechos de los acusados y, de nuevo, el propio alto tribunal espa?ol volvi¨® a pronunciarse en julio de 2020 para anular las condenas tras el varapalo europeo.
El pleno de la Sala de lo Penal del Supremo, compuesto por 16 magistrados, ha adoptado esta medida este mismo lunes, seg¨²n ha informado el alto tribunal a trav¨¦s de un comunicado, donde indica que la argumentaci¨®n y la resoluci¨®n ¨ªntegra se ¡°conocer¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas¡±. De momento, han avanzado que su nueva sentencia ¡ªcuya ponencia ha corrido a cargo del magistrado Miguel Colmenero, que ya form¨® parte en 2012 del tribunal que rebaj¨® las penas¡ª ¡°es coincidente con el criterio de la Fiscal¨ªa del Tribunal Supremo, que interes¨® la celebraci¨®n de un nuevo juicio para evitar que los hechos quedaran imprejuzgados¡±. Es decir, sin juzgar oficialmente.
¡°Un defecto procesal no puede convertirse en una exenci¨®n penal¡±, apuntaba el ministerio p¨²blico del Supremo en el escrito, fechado el pasado 11 de noviembre, donde ped¨ªa repetir la vista oral. Una solicitud que se produjo, adem¨¢s, en contra del propio criterio de los compa?eros de la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional, que en septiembre y octubre hab¨ªan emitido dos informes donde se mostraban contrarios a volver a celebrar el juicio. Y, es m¨¢s, la propia Audiencia tambi¨¦n se manifest¨® al respecto y se opuso, ya que consider¨® que ¡°la legitimaci¨®n para solicitar la reapertura y celebraci¨®n de nuevo juicio corresponde a los ya penados, como demandantes-perjudicados que han visto violados sus derechos a ser juzgados por un tribunal imparcial¡±.
¡°?Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar!¡±, ha escrito Otegi este lunes en Twitter tras conocer el fallo del Supremo. Tambi¨¦n se ha pronunciado Arkaitz Rodr¨ªguez, otro de los cinco condenados por el caso Bateragune y actual diputado de Bildu en el Parlamento vasco: ¡°Doce a?os despu¨¦s de nuestra detenci¨®n, tras haber pasado en la c¨¢rcel a?os de forma absolutamente injusta e ilegal, tras una anulaci¨®n europea y sin que siquiera exista ya esa organizaci¨®n, han decidido volver a juzgarnos por pertenencia a ETA. ?Democracia? ?Qu¨¦ democracia?¡±. Los otros tres sentenciados fueron Rafael D¨ªez Usabiaga, exsecretario general de LAB; Sonia Jacinto, extesorera del Partido Comunista de las Tierras Vascas; y Miren Zabaleta, dirigente de Sortu e hija de Patxi Zabaleta, fundador de Aralar.
El recorrido judicial
La Audiencia Nacional conden¨® en 2011 a los acusados a penas de hasta 10 a?os de c¨¢rcel por pertenencia a organizaci¨®n terrorista. Seg¨²n el fallo, hab¨ªan intentado reconstruir la estructura de la ilegalizada Batasuna ¡°siguiendo instrucciones de ETA¡±. Un a?o despu¨¦s, el Supremo rebaj¨® las penas a un m¨¢ximo de seis a?os y medio. Los sentenciados, ya encarcelados, llevaron entonces su caso al Constitucional, que rechaz¨® su recurso. Y, finalmente, a Estrasburgo. Pero, antes de que este resolviese, los dirigentes abertzales fueron cumpliendo sus penas y saliendo de prisi¨®n. Otegi, por ejemplo, lo hizo en 2016. Usabiaga, el ¨²ltimo en quedar en libertad, en 2017.
Ser¨ªa un a?o despu¨¦s, en 2018, cuando lleg¨® el varapalo a Espa?a. El TEDH resolvi¨® que el juicio no hab¨ªa cumplido con todas las garant¨ªas. Estrasburgo cuestion¨® que la juez ?ngela Murillo hubiese formado parte del tribunal de la Audiencia Nacional en el caso Bateragune, ya que la magistrada hab¨ªa protagonizado un pol¨¦mico episodio en otra vista celebrada contra Otegi con anterioridad. Murillo, en un proceso por enaltecimiento del terrorismo, le pregunt¨® al actual l¨ªder de Bildu si condenaba a ETA, pero este se neg¨® a responder acogi¨¦ndose a su derecho a no declarar. Entonces, esta le reproch¨®: ¡°Ya sab¨ªa yo que no me iba a contestar a esa pregunta¡±. Estas palabras provocaron que el Supremo apreciara un prejuicio en la magistrada y anulara ese juicio, que se repiti¨® y que acab¨® con la absoluci¨®n de Otegi.
Con ese comentario como contexto, el TEDH afirm¨® que, aunque no hay ¡°ninguna evidencia¡± que indique que la jueza Murillo ¡°mostrara animadversi¨®n¡± contra los procesados, el tribunal formado en la Audiencia para el juicio del caso Bateragune pudo estar ¡°contaminado¡± por su mera presencia. Existe un ¡°temor leg¨ªtimo sobre la falta de imparcialidad¡±, recalc¨® Estrasburgo en un fallo contundente, que no entr¨® en el fondo de la cuesti¨®n, pero que oblig¨® al Supremo a anular las condenas el pasado julio.
En esa resoluci¨®n, donde se rechaz¨® indemnizar a los dirigentes abertzales, el TEDH ya marcaba el camino a seguir a partir de entonces: ¡°Cuando, como en el presente asunto, se condena a una persona en procedimientos internos que conllevan una infracci¨®n de los requisitos del art¨ªculo 6 del Convenio, este Tribunal mantiene que la forma m¨¢s apropiada de reparaci¨®n ser¨ªa, en principio, celebrar un nuevo juicio o reabrir el caso, a solicitud de la persona interesada¡±. En este caso, los condenados no lo han solicitado, sino que lo ha hecho la Fiscal¨ªa despu¨¦s de que la asociaci¨®n de v¨ªctimas Voces contra el Terrorismo, vinculada a Vox, tambi¨¦n planteara el asunto.
Ahora, el Supremo considera que hay que volver a celebrar la vista ¡ªporque, oficialmente, es como si nunca se hubiera desarrollado¡ª y rechaza que se vulnere el derecho a no ser juzgado dos veces por los mismos hechos. En ese sentido, invoca el art¨ªculo 4.2 del protocolo 7 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que, seg¨²n expone, permite la repetici¨®n si se ha producido un ¡°vicio esencial en el proceso anterior que pudiera afectar a la sentencia dictada¡±.
Murillo, una experimentada magistrada natural de Almendralejo (Badajoz), ha roto muchos techos de cristal. Fue la primera mujer en ingresar en la Audiencia Nacional y, en 2008, se convirti¨® tambi¨¦n en la primera elegida para presidir una secci¨®n de lo Penal en este ¨®rgano, lo que le permiti¨® dirigir juicios sobre terrorismo. Con un estilo directo, encabez¨® los tribunales que juzgaron a Rodrigo Rato, exvicepresidente del Gobierno con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, por las tarjetas black (donde fue condenado) y por la salida a bolsa de Bankia (donde fue absuelto). Tambi¨¦n ha participado en otros importantes procesos, como el macrojuicio por el caso Ekin, sobre el aparato pol¨ªtico y financiero de ETA; la Operaci¨®n D¨¢til, contra la c¨¦lula espa?ola de Al Qaeda; o grandes redadas contra el narcotr¨¢fico, como la Operaci¨®n N¨¦cora o la desarticulaci¨®n del Clan de los Charlines.
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