La larga sombra del rey em¨¦rito planea sobre el mensaje de Felipe VI

¡°El rey em¨¦rito es el elefante en la habitaci¨®n. Su presencia no desaparece por ignorarlo, sino que se hace m¨¢s evidente¡±, afirma una persona que conoce por dentro la Casa Real.

Felipe VI se enfrenta esta Nochebuena a su discurso m¨¢s complicado; no el m¨¢s importante: ese fue el del 3 de octubre de 2017. Pero entonces el mensaje estaba claro: se trataba de denunciar la ¡°deslealtad inadmisible¡± de los responsables de la Generalitat de Catalu?a y sentar las bases para la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. En cambio, ahora, no solo est¨¢ menos claro lo que se debe decir, sino incluso de qu¨¦ hay que hablar.

A priori, el discurso del 24 de diciembre es una oportunidad inmejorable para que el Rey reconecte con la sociedad espa?ola y le transmita calor y cercan¨ªa. En una Nochebuena at¨ªpica, en la que muchas familias no pueden reunirse a causa de las restricciones impuestas por la pandemia y el n¨²mero de comensales se limita a seis o diez (seg¨²n la comunidad aut¨®noma), Felipe VI tiene la oportunidad de llegar a millones de hogares a trav¨¦s de la televisi¨®n y compartir el dolor de quienes han perdido a un ser querido, la angustia de los que se han quedado sin empleo o han tenido que cerrar su negocio y la incertidumbre de los que no vislumbran la luz al final del t¨²nel.

La empat¨ªa ser¨¢ el impulso dominante del discurso, aseguran quienes han estado en su gestaci¨®n, adem¨¢s del agradecimiento a todos los que han luchado en primera l¨ªnea contra la pandemia (personal sanitario, militares y polic¨ªas, reponedores o cajeras de supermercados) y una apelaci¨®n a la uni¨®n de todos los espa?oles ante este reto sin precedentes. Aunque con escaso eco, dado el clima de creciente polarizaci¨®n pol¨ªtica, las llamadas al consenso han sido una constante de las intervenciones del Monarca en los ¨²ltimos meses, as¨ª como su confianza en la capacidad de la sociedad espa?ola para superar este trance.

Este podr¨ªa ser, por tanto, el eje del discurso y casi su ¨²nico objeto. Sin embargo, en La Zarzuela son conscientes de que toda la expectaci¨®n est¨¢ puesta en lo que diga Felipe VI sobre el rey em¨¦rito, que el 3 de agosto se march¨® a Abu Dabi (Emiratos ?rabes Unidos) y acaba de pagar casi 700.000 euros para regularizar su situaci¨®n con Hacienda y neutralizar una de las tres investigaciones que tiene abiertas la Fiscal¨ªa del Supremo. Desde que el pasado 15 de marzo, en un extenso comunicado, Felipe VI anunci¨® que retiraba la asignaci¨®n oficial a su padre y renunciaba a la herencia que pudiera corresponderle de sus bienes en el extranjero, no ha vuelto a referirse en p¨²blico a la situaci¨®n de Juan Carlos I.

Expertos en comunicaci¨®n se?alan que deber¨ªa haberlo hecho hace semanas, zanjando el asunto y descargando a su discurso navide?o de la presi¨®n para que se desmarque de la conducta del rey em¨¦rito. No ha sido as¨ª y resulta inevitable que lo haga, agregan, aunque eso pueda eclipsar el n¨²cleo de su mensaje.

Oficialmente, el Gobierno, que supervisa y avala los discursos del Monarca, ha dejado en manos de la Casa del Rey la decisi¨®n de c¨®mo referirse a este espinoso asunto. Como todo lo relativo a Juan Carlos I (su salida de Espa?a y su amago de regreso, finalmente frustrado, en Navidad), el Ejecutivo alega que esta cuesti¨®n ata?e a la familia real y que es a Felipe VI a quien corresponde manejarla.

Los t¨¦rminos en los que lo har¨¢ no se conocen (aunque TVE grab¨® el discurso este mi¨¦rcoles), pero se espera que marque distancias con su padre (como ya hizo el 15 de marzo), respetando en todo caso su presunci¨®n de inocencia; y que resguarde a la instituci¨®n de la conducta privada de sus titulares.

Este discurso de Nochebuena es el s¨¦ptimo que pronuncia Felipe VI desde que asumi¨® el trono y el primero con un Gobierno del que forma parte un partido que apuesta abiertamente por la rep¨²blica: Unidas Podemos. El vicepresidente Pablo Iglesias ha vaticinado incluso que el discurso servir¨¢ para que se debata en los hogares sobre la monarqu¨ªa.

En paralelo, mandos militares retirados han enviado cartas a Felipe VI en las que le ofrecen su ¡°lealtad¡± para que, salt¨¢ndose la Constituci¨®n, se enfrente al ¡°Gobierno social-comunista¡±.

No se espera que responda a unos ni a otros, pero s¨ª que reh¨²ya el intento de alguna fuerza pol¨ªtica de patrimonializar su figura y reafirme su compromiso con la Constituci¨®n; seg¨²n la cual, es el Rey de todos los espa?oles. Tambi¨¦n de los republicanos.