La Verja de Gibraltar se enfrenta a su nueva normalidad
La frontera vive hoy su primer d¨ªa laborable y con tr¨¢nsito, aunque afectada por el confinamiento
El pasado 31 de diciembre, en la Verja de Gibraltar todo cambi¨® para que todo siguiese igual. Es una maniobra pol¨ªtica propia del gatopardismo ¡ªese que propugna la capacidad de adaptaci¨®n ante cualquier cambio de gobernantes¡ª lo que literalmente ocurri¨® a pocas horas de la Nochevieja. Casi en el ¨²ltimo minuto, Espa?a y Reino Unido llegaron a un principio de acuerdo sobre el Brexit en El Pe?¨®n que deber¨¢ traducirse en la ca¨ªda del hist¨®rico paso fronterizo en un plazo de seis meses.
Pero el pacto tambi¨¦n ha servido para que, por ahora, el tr¨¢nsito siga casi igual que como estaba y se libre de las consecuencias m¨¢s adversas de un Brexit duro. Este lunes, primera jornada laborable desde que culmin¨® la negociaci¨®n, la frontera vivir¨¢ su prueba de fuego en mitad del confinamiento severo por la covid-19 que vive actualmente la Roca por la mala evoluci¨®n de la pandemia.
Antes de que el coronavirus trastocase vidas y estad¨ªsticas, la frontera de Gibraltar era atravesada cada d¨ªa por alrededor de 30.000 personas, seg¨²n las estimaciones del Gobierno de la colonia. De ellas, m¨¢s de 14.000 son trabajadores transfronterizos que residen en Espa?a, entre los que se incluyen m¨¢s de 9.000 ciudadanos espa?oles. Para ellos, la fluidez en el tr¨¢nsito en la zona era vital para garantizar sus empleos. No solo era por evitar retrasos en la incorporaci¨®n a sus puestos de trabajo, sino porque muchas de sus tareas dependen del sector de la hosteler¨ªa o servicios, vinculados de forma directa al ingente turismo que tiene la Roca y que tambi¨¦n llega por su paso fronterizo terrestre con la L¨ªnea de la Concepci¨®n.
Durante estos ¨²ltimos meses, empleados como Jos¨¦ Antonio Villanueva ¡ªen su caso, dedicado al mantenimiento de residencias de ancianos¡ª se han estado preparando para un posible Brexit duro con la obtenci¨®n de todo tipo de certificados laborales y la renovaci¨®n de su pasaporte. Tras enterarse la tarde del 31 de diciembre que, finalmente, la frontera esquivaba el Brexit duro, a Villanueva le costaba hasta cre¨¦rselo.
A partir de este lunes, tanto ¨¦l como el resto de trabajadores transfronterizos que acudan a sus puestos podr¨¢n comprobar c¨®mo es el trasiego diario en una Verja que, aparentemente, se ha quedado congelada en un tiempo anterior al divorcio brit¨¢nico con la Uni¨®n Europea. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya, ya advirti¨® el pasado jueves que el trasiego de personas y mercanc¨ªas se seguir¨¢ rigiendo por los mismos principios que hasta ahora, hasta que llegue el ¡°derribo¡± de la frontera ¡ªel flujo libre de personas¡ª con el tratado final que deber¨¢ supervisar Bruselas.
En estos d¨ªas festivos de margen, la operatividad del paso fronterizo no se ha visto trastocada en el tr¨¢nsito de coches y personas a pie, salvo para los primeros ciudadanos brit¨¢nicos no residentes en Gibraltar que s¨ª han tenido ya que sellar sus pasaportes ¡ªlos gibraltare?os pueden entrar y salir libremente¡ª. Con el pie algo m¨¢s cambiado pill¨® a unos visitantes que, al mediod¨ªa del s¨¢bado, comprobaban en la Aduana con sorpresa e indignaci¨®n que no pod¨ªan llevar a Espa?a unos productos perecederos que hab¨ªan comprado en el Pe?¨®n, tal y como pudo comprobar EL PA?S.
La Agencia Tributaria explica que el principio de acuerdo de momento ¡°no modifica los procedimientos aduaneros para la circulaci¨®n de mercanc¨ªas¡±. Aunque no lo aparente, es frontera exterior y ¡°desde el 1 de enero, en esa aduana rigen las restricciones de entrada de productos de origen animal y vegetales que la UE tiene establecidas cuando proceden de fuera¡±, a?aden las mismas fuentes de la Agencia Tributaria.
M¨¢s all¨¢ de los carteles que advierten a la salida de Gibraltar de este cambio con respecto a las importaciones personales, no debe haber m¨¢s cambios, amortiguados por ese principio de acuerdo que compromete a las partes a seguir manteniendo al m¨¢ximo la fluidez que ya operaba en la zona (salvo la libertad de tr¨¢nsito, que nunca se lleg¨® a aplicar en el Pe?¨®n y s¨ª ser¨¢ nueva en seis meses). Pero, de forma preventiva, ya desde el Gobierno de Gibraltar han pedido calma y paciencia ante el nuevo y desconocido rodaje al que se enfrentan tanto el paso fronterizo como los agentes que trabajan en ¨¦l.
La prueba de fuego del primer d¨ªa laborable se ver¨¢ influenciada ¡ªy aliviada ante cualquier problema¡ª por las restricciones de movimiento a las que se enfrenta Gibraltar ¡ªy la comarca espa?ola del Campo de Gibraltar, confinada perimetralmente por municipios¡ª por la alta incidencia del coronavirus en la ciudad. El Pe?¨®n, con casi mil casos activos y una incidencia de 2.000 casos por cada 100.000 habitantes, sufre la peor cara de la pandemia hasta ahora.
Desde la noche del s¨¢bado y por las pr¨®ximas dos semanas, los 33.000 gibraltare?os deber¨¢n cumplir un confinamiento domiciliario que les impide atravesar la frontera, salvo por motivos laborales. A su vez, muchos negocios est¨¢n cerrados por lo que los empleados transfronterizos tampoco tendr¨¢n que acudir a sus puestos de trabajo. Todo eso se traducir¨¢ en una frontera que, aunque no lo parezca, ya no es igual que la semana pasada.
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