Gu¨ªa b¨¢sica para entender el real decreto

En la fase m¨¢s aguda de la crisis sanitaria, cuando la econom¨ªa europea empezaba a verle las orejas al lobo con ca¨ªdas de PIB, d¨¦ficits estratosf¨¦ricos y dem¨¢s efectos secundarios del coma inducido al que los Gobiernos han sometido a sus econom¨ªas, la UE aprob¨® un bazuca de 750.000 millones de euros, la mitad en cr¨¦ditos y la mitad en ayudas contantes y sonantes para los pa¨ªses m¨¢s afectados. Lo nunca visto: se suspendieron las reglas fiscales y Bruselas le puso una vela a Keynes. Espa?a e Italia van a ser, en principio, los m¨¢s beneficiados si el casta?azo hispanoitaliano es tan espectacular como parece: a Espa?a llegar¨¢n algo m¨¢s de 140.000 millones en seis a?os, la mitad en transferencias directas que no hay que devolver. Keynes dec¨ªa que en caso de depresi¨®n, cuando se hunde la demanda, el Estado debe tomar el mando y, si hace falta, cavar zanjas para volver a cubrirlas: alg¨²n malvado dice que el Plan E de Zapatero fue la definici¨®n exacta de ese keynesianismo de brocha gorda.

Se supone que esta vez hay m¨¢s finezza: los fondos europeos deber¨¢n ir acompa?ados de reformas y, m¨¢s que volver a crecer, permitir¨¢n crecer mejor; est¨¢n focalizados en digitalizaci¨®n y pol¨ªticas medioambientales y, si de veras salen adelante las reformas, elevar¨¢n el potencial de crecimiento de la econom¨ªa espa?ola, que falta hace. La m¨²sica, en resumen, suena estupendamente, al menos sobre la partitura. Ahora hay que ponerse a tocar: ese es el objetivo del Real Decreto aprobado, con los habituales apuros y un nuevo episodio del Apocalipsis en versi¨®n PP (que lo califica de ¡°peronista¡± y alerta del riesgo de corrupci¨®n y de generar una burbuja clientelar).

El decreto, en fin, persigue deshacer los cuellos de botella que pueda haber en la Administraci¨®n espa?ola para agilizar la gesti¨®n y permitir que los fondos de la UE activen la ansiada recuperaci¨®n. En 61 p¨¢ginas se levanta una suerte de envoltorio legal para absorber esa fina lluvia de fondos. Estas son las cuatro grandes dudas que genera:

1. Gobernanza difusa. Se supon¨ªa que la vicepresidenta Nadia Calvi?o, la cara de Espa?a en Bruselas, iba a llevar la batuta de esa operaci¨®n. Pero no lo parece: se crea una estructura muy vertical, con Calvi?o y el presidente Pedro S¨¢nchez (y su jefe de la Oficina Econ¨®mica, Manuel de la Rocha) muy encima, pero el volante es para una semidesconocida: Mercedes Caballero, directora general de Fondos Europeos, es la nueva estrella ascendente de la Administraci¨®n espa?ola. Una alta funcionaria con experiencia de gesti¨®n, b¨¢sicamente de los fondos estructurales y la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n, con muy buena fama en Hacienda y con mucha, mucha personalidad. Necesitar¨¢ suerte: las presiones ya han empezado, tanto con La Moncloa como con las comunidades aut¨®nomas (que gestionar¨¢n buena parte del dinero), y esto ni siquiera ha arrancado.

2. Agilizaci¨®n. El decreto se las promet¨ªa felices para acabar con los cuellos de botella en la gesti¨®n, pero tiene pinta de agilizar poco. Y la operaci¨®n lleva ya cierto retraso. La Comisi¨®n Europea ha ido cambiando las gu¨ªas y al final los fondos deben regirse por las pol¨ªticas de competencia y de ayudas de Estado: en algunos casos se rebajan listones y plazos, pero Espa?a no se ha decidido finalmente por una sociedad p¨²blica, que hubiera permitido imponer criterios de gesti¨®n privada. Adem¨¢s, el sector p¨²blico tendr¨¢ que incorporar a muchos funcionarios para gestionar ese dinero a la velocidad adecuada: a pesar del relato del centroderecha, la Administraci¨®n p¨²blica espa?ola est¨¢ en los huesos y es la m¨¢s envejecida de Europa, solo por detr¨¢s de Italia. Y la cultura procedimental del funcionariado va a chocar con la necesidad de agilizar procedimientos para gastar todo el dinero, y para intentar gastarlo bien.

3. No me esperen en abril. Espa?a tiene un desempe?o mediocre en la gesti¨®n de los fondos europeos. Y ahora van a llegar muchos m¨¢s: la foto final de los planes espa?oles y las reformas asociadas no estar¨¢ lista hasta abril, lo que significa al menos todo el primer trimestre en blanco. Despu¨¦s ser¨¢ el primer examen de Bruselas. Si Espa?a lo aprueba, el dinero podr¨ªa empezar a llegar en verano, y es muy probable que los primeros proyectos no se liciten hasta final de a?o. La Moncloa apunta que el dinero est¨¢ ya presupuestado y que Espa?a puede avanzar parte de los fondos, pero en resumidas cuentas su impacto en 2021 no ser¨¢ el esperado. La gesti¨®n sanitaria empez¨® a relajarse cuando aparecieron las vacunas: la realidad es que quedan seis meses muy duros por delante. A la econom¨ªa le sucede lo mismo: todo el Gobierno est¨¢ absolutamente pendiente de los fondos europeos, pero antes de que empiece esa lluvia fina a Espa?a le espera un semestre econ¨®mico muy dif¨ªcil.

4. Par¨¢bolas b¨ªblicas. El Gobierno estima que la econom¨ªa podr¨ªa llegar a crecer el 9,8% si Espa?a gasta como tiene que gastar los m¨¢s de 20.000 millones presupuestados este a?o. El decreto pone en marcha los PERTE, proyectos estrat¨¦gicos, una suerte de planes vip que tendr¨¢n prioridad absoluta. Y la nueva normativa apuesta adem¨¢s ¡°por la colaboraci¨®n p¨²blico-privada, que puede llevar a multiplicar por cuatro o por cinco el importe de los fondos¡±, seg¨²n De la Rocha. Todo eso parece una reedici¨®n de la par¨¢bola b¨ªblica de los panes y los peces: ¡°La realidad es que estamos ante un formidable reto de gesti¨®n y que los analistas hemos pasado del entusiasmo inicial al escepticismo¡±, valora Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn Carretero, economista y miembro del Consejo Asesor de Calvi?o.