El represaliado del franquismo que recuper¨® su identidad gracias a unos anillos
Unas peque?as piezas oxidadas permiten identificar al militar Alberto Garc¨ªa Mart¨ªnez, enterrado en una fosa en San Fernando (C¨¢diz) donde se cree que hay 229 fusilados por el franquismo
Los 108 cajones negros pintados con letras de calco copan todo el espacio disponible en las paredes de azulejos blancos. La caja del sujeto 303 es la ¨²nica que reposa sobre una mesa en la vieja morgue del cementerio de San Fernando (C¨¢diz). En el interior, un cr¨¢neo con el orificio saliente de una bala deja poco margen de dudas sobre la causa de la muerte. Y junto a ¨¦l, una bolsa herm¨¦tica contiene dos anillos oxidados en los que apenas se lee ¡®Alberto¡¯ y ¡®Dionisia¡¯. A falta de una prueba de ADN que lo confirme, el individuo 303 ya no es un represaliado del franquismo sin nombre enterrado en una fosa com¨²n gaditana junto a 228 fusilados m¨¢s. Es Alberto Garc¨ªa Mart¨ªnez, una v¨ªctima de la dictadura rescatada del anonimato por amor.
Los escasos datos vitales que se conoc¨ªan de este cartagenero asesinado el 18 de junio de 1940 encajaron de golpe cuando los arque¨®logos de la asociaci¨®n memorialista Amede de San Fernando dieron hace unos meses con las dos alianzas en la fosa, a¨²n puestas en el dedo ¨ªndice de su due?o. Garc¨ªa figuraba en la lista de represaliados enterrados en cuatro fosas del cementerio en el que figuran militares destinados en los acuartelamientos isle?os, pol¨ªticos, profesores e incluso pastores evang¨¦licos. Garc¨ªa Mart¨ªnez ten¨ªa 43 a?os, era cabo fogonero en el buque destructor militar Almirante Vald¨¦s, que se mantuvo fiel a la Rep¨²blica y dej¨® dos hijos de 17 meses y nueve a?os y viuda, Dionisia. Un escrito del juez instructor Jos¨¦ S¨¢nchez dirigido al alcalde de San Fernando orden¨® a ejecutarle a las 6 de la ma?ana junto a la tapia del cementerio municipal ¡°por el delito de rebeli¨®n¡±, juzgado en 1939 en la causa 387, seg¨²n un documento oficial conseguido por Amede.
Por ahora, poco m¨¢s se conoce de Alberto Garc¨ªa, pero ya es mucho. ¡°Lo habitual es que no sepamos ni qui¨¦n es y haya que esperar a cotejos de ADN con sus familiares vivos¡±, explica Javier P¨¦rez Guirao antrop¨®logo y presidente de la entidad. Desde que Amede comenz¨® a trabajar en la fosa de San Fernando ya lleva 108 cad¨¢veres de represaliados recuperados, de los 229 que se cree que fueron asesinados entre los a?os 1936 y 1941, todos enterrados en cuatro fosas comunes en las que se entreveran con fallecidos por otras causas. Ninguno ha sido identificado hasta ahora, pese a que hay hasta 40 familias deseosas de que las pruebas de ADN que est¨¢ realizando la Universidad de Granada hagan el fin del anonimato impuesto en esos fr¨ªos n¨²meros de localizaci¨®n que hoy rezan en sus cajas.
La de Alberto Garc¨ªa no era una de ellas. El caso de sus alianzas se ha hecho viral despu¨¦s de que Amede lanzase un llamamiento p¨²blico para dar con sus familiares vivos a los que poder ofrecer la posibilidad de una prueba de ADN que confirme la identidad del represaliado. El aviso, adem¨¢s de hacerse viral, sirvi¨®; y P¨¦rez ha conseguido dar con uno de sus nietos en Murcia que, por ahora, digiere el hallazgo en silencio. ¡°La familia no lo estaba buscando y se lo han encontrado. Lo est¨¢n procesando. Hay que darles su tiempo, han sido demasiados a?os de silencio impuesto¡±, justifica P¨¦rez, esperanzado en que los descendientes se animen a dar el paso.
El fogonero es uno de los cuatro murcianos asesinados que reposaban en unas fosas cuya excavaci¨®n no est¨¢ siendo sencilla, desde que comenz¨® hace ya casi cinco a?os. La propia procedencia de los represaliados ya es un problema, ya que 106 eran militares de otros puntos de Espa?a como Galicia, lo que dificulta la localizaci¨®n de los familiares. La falta de un registro m¨¢s completo de los enterramientos, la mezcla con m¨¢s de 400 cad¨¢veres de no represaliados o la dificultad para acceder a subvenciones p¨²blicas para continuar los trabajos son algunas de las trabas que minan la dedicaci¨®n de los cinco t¨¦cnicos que trabajan la fosa. Con todo, no ceden en su esfuerzo. ¡°Aunque sepamos que judicialmente es dif¨ªcil que se haga algo, invertimos mucho tiempo en hacer un estudio completo arqueol¨®gico y antropol¨®gico de cada sujeto¡±, explica el arque¨®logo Jorge Juan Cepillo, en un descanso durante la excavaci¨®n.
?ngeles Fern¨¢ndez Rold¨¢n lleva a?os esperando la llamada que ha recibido el nieto de Alberto Garc¨ªa. Espera encontrar los restos de su abuelo, Cayetano Rold¨¢n, alcalde socialista y m¨¦dico de San Fernando asesinado en octubre de 1936 y enterrado en una de esas fosas. La familia de Fern¨¢ndez a¨²n no se ha sobrepuesto del ¡°batacazo¡± que supuso no obtener pruebas concluyentes de ADN que permitieran identificar los restos de tres de sus t¨ªos, hijos de Cayetano, fusilados y enterrados en una fosa de Puerto Real ya excavada. ¡°Cuando fueron a fusilar a mi abuelo, le dijo al verdugo que, al menos, perdonasen a sus hijos. Y ¨¦l le contest¨® que ya estaban muertos¡±, rememora la mujer en conversaci¨®n telef¨®nica desde Madrid, donde vive.
LISTA DE PERSONAS REPRESALIADAS POR EL FRANQUISMO VINCULADAS CON SAN FERNANDO (C?DIZ) ENTRE 1936 Y 1941. Elaborado por...
Posted by AMEDE San Fernando on Monday, February 15, 2021
El caso de Cayetano Rold¨¢n y sus tres hijos, todos asesinados por los golpistas, impact¨® a P¨¦rez de tal manera que le impuls¨® a crear Amede con intenci¨®n de excavar las fosas en las que todav¨ªa quedan meses de trabajo. El antrop¨®logo espera que la difusi¨®n del caso de los anillos atraiga a m¨¢s familiares a cotejar si alguno de los 229 nombres de los represaliados que han publicado en sus redes sociales se corresponde con alg¨²n antepasado suyo. O, a los que ya lo buscan, que sean capaz de escarbar en los recuerdos y an¨¦cdotas escuchadas en casa de si su ser querido portaba alg¨²n objeto caracter¨ªstico que acote la b¨²squeda. ¡°Hemos encontrado gafas, monedas, pipas, llaves, papel de fumar y hasta una chaqueta militar. Tambi¨¦n hemos localizado un objeto muy personal, de tradici¨®n de familia, que quiz¨¢s nos lleve a identificar a otra persona¡±, explica P¨¦rez.
Fern¨¢ndez no es capaz de saber ese detalle, pero no pierde la esperanza de que las pruebas gen¨¦ticas esta vez s¨ª funcionen, aunque el cotejo sea m¨¢s complejo que cuando se centran los esfuerzos en un solo individuo. ¡°Lo triste es que el silencio se ha impuesto. He visto a mi madre que muri¨®, que apenas nos habl¨® de ello. Yo ya llevo muchos a?os buscando y tengo 72 a?os. Apenas salgo de casa porque no quiero que me pase algo [por el coronavirus] y fallarle a mi abuelo¡±, tercia la mujer emocionada. ?ngeles Garc¨ªa no quiere morirse sin haber recuperado la dignidad y la identidad que un verdugo le arrebat¨® a Cayetano Rold¨¢n hace ya 85 a?os.
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