El Supremo explora v¨ªas para juzgar a Carles Puigdemont en Espa?a
El juez Llarena implica a la justicia europea tras el permiso del Europarlamento para actuar contra el expresidente catal¨¢n
No hubo sorpresas y el Parlamento Europeo levant¨® el martes la inmunidad de la que gozaban como eurodiputados el expresident Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Com¨ªn y Clara Ponsat¨ª. La votaci¨®n abre la puerta de nuevo a que Puigdemont sea entregado a Espa?a para ser juzgado por sedici¨®n y malversaci¨®n. La decisi¨®n est¨¢ en manos de B¨¦lgica, pero el Tribunal Supremo pidi¨® el martes la implicaci¨®n de la justicia europea ante el temor de que la belga rechace entregar al expresidente catal¨¢n con los mismos argumentos que ya esgrimi¨® para denegar la entrega del exconsejero Llu¨ªs Puig.
La decisi¨®n del Parlamento Europeo de levantar la inmunidad a Puigdemont, Com¨ªn y Ponsat¨ª es el primer paso para desatascar un proceso que lleva paralizado m¨¢s de un a?o: desde que el Europarlamento reconoci¨® como eurodiputados a los tres l¨ªderes independentistas fugados de la justicia espa?ola desde 2017 que hab¨ªan concurrido a las elecciones europeas del 25 de mayo de 2019.
Pero la retirada de la inmunidad, siendo un tr¨¢mite farragoso, era la fase m¨¢s sencilla del camino que tiene que recorrer la justicia espa?ola para conseguir que Bruselas entregue al expresidente catal¨¢n y los dos exconsejeros, a los que el Tribunal Supremo pretende juzgar por sedici¨®n y malversaci¨®n. Se daba por hecho que la Euroc¨¢mara conceder¨ªa el permiso para actuar contra ellos, y as¨ª ha sido. A favor de levantar la inmunidad de Puigdemont votaron 400 diputados, frente a 248 que se opusieron y 45 abstenciones. En el caso de Com¨ªn y Ponsat¨ª, hubo 404 votos a favor, 247 en contra y 42 abstenciones.
A partir de ahora se inicia una nueva fase con m¨¢s incertidumbres que certezas, y el camino se vuelve menos seguro para el objetivo que persigue el Supremo. La decisi¨®n de entregar a Puigdemont est¨¢ en manos de la justicia belga, que debe reactivar las euro¨®rdenes que mantiene congeladas desde que los l¨ªderes independentistas quedaron blindados como eurodiputados. B¨¦lgica puede retomar de oficio la tramitaci¨®n de estas euro¨®rdenes, pero el instructor de la causa del proc¨¦s [refer¨¦ndum ilegal del 1-O y declaraci¨®n unilateral de independencia] en el Supremo, el magistrado Pablo Llarena, prev¨¦ reclamar oficialmente la reactivaci¨®n una vez que se le notifique la votaci¨®n del Europarlamento.
Los precedentes para que Bruselas acceda a entregar al expresident no son favorables al Supremo porque la interpretaci¨®n del derecho europeo que est¨¢ aplicando la justicia belga en la mayor¨ªa de decisiones que ha tenido que adoptar sobre los l¨ªderes secesionistas difiere de la que hace Espa?a. El ¨²ltimo ejemplo, el rechazo a entregar al exconsejero Llu¨ªs Puig, ha encendido todas las alarmas en el Supremo y ha llevado a Llarena a pedir la implicaci¨®n del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE).
Cuesti¨®n prejudicial
Horas despu¨¦s de conocer el resultado de la votaci¨®n de la Euroc¨¢mara, Llarena remiti¨® una cuesti¨®n prejudicial al tribunal europeo para plantear una serie de dudas respecto a c¨®mo debe interpretarse el derecho comunitario en este caso. El objetivo ¨²ltimo del magistrado espa?ol es obtener respuestas que le ayuden a decidir sus pr¨®ximos pasos, pero tambi¨¦n limitar las posibilidades de B¨¦lgica de rechazar las euro¨®rdenes dictadas contra Puigdemont, Com¨ªn y Ponsat¨ª.
La justicia belga bas¨® el rechazo a la entrega de Puig esencialmente en dos argumentos: que el Supremo no era competente para reclamar la entrega y juzgar a un exconsejero catal¨¢n, sino que deb¨ªa hacerlo un tribunal de esa comunidad; y que no hab¨ªa garant¨ªas de que el alto tribunal espa?ol fuera a respetar los derechos fundamentales ¡ªentre ellos, la presunci¨®n de inocencia¡ª de los l¨ªderes independentistas. Llarena discrepa de ambas, pero en el escrito enviado al TJUE, de 44 p¨¢ginas, se detiene con especial ¨¦nfasis en defender su competencia para actuar contra Puigdemont, una competencia que ya han analizado y avalado el propio Supremo y el Tribunal Constitucional. ¡°Mal se conf¨ªa en el sistema penal y procesal de otro Estado si lo primero que se pretende por el Estado de ejecuci¨®n es poner en duda su competencia para emitir un instrumento de cooperaci¨®n basado, precisamente, en la confianza y cooperaci¨®n rec¨ªproca¡±, advierte Llarena, que lamenta que, con esta actitud, ¡°el principio de confianza en los sistemas de los Estados de la Uni¨®n y de reconocimiento mutuo de sus resoluciones se transmuta en un principio de desconfianza¡±.
El instructor plantea al TJUE nueve preguntas concretas, entre ellas varias dirigidas a aclarar si el tribunal que decide sobre la euroorden (en este caso el belga) puede ¡°valorar y fiscalizar¡± la competencia del tribunal que la emite (el Supremo espa?ol). Llarena considera tambi¨¦n que no hay razones ¡°objetivas¡± para insinuar que Espa?a pueda vulnerar los derechos fundamentales de los l¨ªderes secesionistas y pregunta al TJUE por el alcance del informe elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias que advert¨ªa de esta posibilidad. El instructor considera que las conclusiones de ese grupo (¡°que no est¨¢ creado al amparo de ning¨²n tratado internacional¡±) no son v¨¢lidas como argumento definitivo para rechazar la entrega de los pol¨ªticos fugados.
A la espera
Una vez enviada la cuesti¨®n prejudicial y tras solicitar la reactivaci¨®n de las euro¨®rdenes, el Supremo se mantendr¨¢ en principio a la espera de lo que decida la justicia belga. Fuentes jur¨ªdicas se?alan que las preguntas planteadas por Llarena no obligan a B¨¦lgica a frenar la tramitaci¨®n de las ¨®rdenes de detenci¨®n, aunque tendr¨ªa sentido que lo hiciera por si las respuestas del TJUE le obligan a modificar alguno de sus argumentos.
Si B¨¦lgica sigue adelante sin esperar al tribunal europeo y deniega la entrega del expresidente y los exconsejeros, a Llarena le quedar¨ªa la posibilidad de intentar lanzar una nueva euroorden cuando conteste la UE si sus respuestas son favorables a la tesis del magistrado espa?ol. El instructor de la causa del proc¨¦s ya se prepara para esta posibilidad en la ¨²ltima pregunta del escrito enviado este martes, en la que interroga al tribunal sobre si el derecho europeo amparar¨ªa que se emitiera una nueva euroorden contra una misma persona y ante el mismo pa¨ªs que ya ha rechazado una anterior.
El fin de la inmunidad europea de Puigdemont provoc¨® reacciones dispares en la pol¨ªtica espa?ola. El m¨¢s contundente fue el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufi¨¢n, quien reproch¨® al PSOE su voto a favor de levantar el blindaje de los eurodiputados. ¡°Si siguen as¨ª lo acabaran celebrando en sus casas, y no en La Moncloa¡±, advirti¨®. La portavoz socialista, Adriana Lastra, intent¨® quitar hierro al aviso de ERC y lo interpret¨® en clave postelectoral catalana por el ¡°momento complejo¡± de negociaci¨®n para la formaci¨®n del Govern. PP y Ciudadanos celebraron la resoluci¨®n del Parlamento Europeo y cargaron contra Unidas Podemos por votar en contra.
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