La credibilidad amputada
?ngel Acebes es el primer exdirigente del PP que cuestiona en el juicio la veracidad de los ¡®papeles de B¨¢rcenas¡¯
La verdad es que la ma?ana estuvo entretenida. Una de esas ma?anas de juicio que no llevan a ning¨²n lado, pero que la sucesi¨®n de testimonios, a cu¨¢l m¨¢s estrafalario, terminan conformando una idea de lo que suced¨ªa en G¨¦nova 13 durante aquellos a?os felices en los que Luis B¨¢rcenas rellenaba con letra de colegio caro sus hojas de contabilidad. La principal atracci¨®n de la jornada era saber si el exministro ?ngel Acebes, que ten¨ªa que declarar en ¨²ltimo lugar, hab¨ªa hecho ya las paces con la verdad, pero antes fueron desfilando otros cinco testigos. Se abre la sesi¨®n. El presidente del tribunal pregunta:
¡ª?Es usted Pilar Pulido?
¡ªNo, Mar¨ªa Pilar.
La correcci¨®n parece excesiva, pero ya se ver¨¢ que no. El fiscal pregunta una y otra vez a do?a Mar¨ªa Pilar si ella estuvo tal d¨ªa y tal otro en la sede del PP entregando dinero, como consta en la contabilidad del extesorero, pero ella dice que nunca ha estado, que no conoce a B¨¢rcenas y que no sabe c¨®mo est¨¢ metida en este embrollo desde que salt¨® el esc¨¢ndalo hace ya ocho a?os. Cuenta que es verdad que trabajaba en una consultora de ingenier¨ªa que contrataba obras con el Estado, pero que ella es administrativa ¡ªaunque con poderes de representaci¨®n¡ª y que le extra?a que sus jefes, que eran de izquierdas y adem¨¢s andaluces (esa redundancia), anduvieran en tratos con el PP. Dice que la equivocaci¨®n puede venir por lo com¨²n de su nombre: ¡°Me puse a indagar y me di cuenta de que hasta en mi gimnasio hab¨ªa otra Pilar Pulido¡±. El abogado de la acusaci¨®n popular Gonzalo Boye, al llegar su turno, le ofrece un puente de plata: ¡°Creo que aqu¨ª estamos ante un error de nombre. Pilar Pulido es tambi¨¦n una directiva de ADS Broker¡±.
¡ª?Claro! ¡ªexclama la testigo la mar de contenta¡ª Yo no soy Pilar Pulido, a m¨ª toda la vida me han llamado Mar¨ªa Pilar.
¡ªMuchas gracias, do?a Pilar ¡ªdice el presidente del tribunal al despedirla. Si no supi¨¦ramos de la seriedad de don Jos¨¦ Antonio, habr¨ªa sonado a recochineo.
El segundo testigo no tiene desperdicio. Se llama Luis Fraga Egusquiaguirre, es sobrino de Manuel Fraga Iribarne ¡ªel exministro de Franco que fund¨® Alianza Popular¡ª y durante 21 a?os senador del PP por Cuenca.
¡ª?Es usted amigo personal de Luis B¨¢rcenas? ¡ªle pregunta el fiscal nada m¨¢s sentarse.
¡ªSin duda. Escalamos juntos el Himalaya. ?C¨®mo no va a ser amigo m¨ªo?
Se nota desde el principio que el se?or Fraga viene con ganas de echar la ma?ana en el juzgado. Instala el campo base en la mesa de los testigos ¡ªuna botella de agua, otra de gel y otra m¨¢s de un l¨ªquido que bebe de vez en cuando¡ª y se repantinga en la silla. Su declaraci¨®n es un c¨®ctel bastante indigesto de historias personales, citas de Lenin, teor¨ªas propias sobre los temas m¨¢s variados ¡ªla financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, por ejemplo¡ª y una loa constante de su amigo Luis B¨¢rcenas que le lleva a dejar claro que los papeles son verdaderos. No solo admite que ¨¦l cobr¨® lo que dicen los documentos, sino que aquella forma de actuar en el PP era normal, habitual y frecuente. Para demostrar cu¨¢n puntilloso y fiable es su tocayo Luis, el exsenador Fraga habla de ¡°los papeles de Soto¡±, al parecer unas cuartillas donde el extesorero apunta los libros que lee en la c¨¢rcel: ¡°Lo apunta todo, hasta los libros de Conrad que lee y cu¨¢nto tiempo tarda¡±.
Los dos testigos siguientes arrastran una historia extra?a por parecida. Un hombre y una mujer cuyos respectivos c¨®nyuges, ya fallecidos, compraron unas acciones de Libertad Digital, al parecer por indicaciones del Partido Popular y en las que se hizo uso de la caja b. Los dos dejan constancia ante el tribunal de que no tienen ni idea del asunto y se marchan tras una breve declaraci¨®n. El pen¨²ltimo testigo es precisamente Alberto Recarte, el expresidente de Libertad Digital. La historia que cuenta es, por lo menos, curiosa. Dice que en 2004 fue a la sede del PP en compa?¨ªa del periodista Federico Jim¨¦nez Losantos para visitar, entre otros, a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ?ngel Acebes y Esperanza Aguirre. El objetivo era pedirles ayuda para que personas pr¨®ximas al PP compraran acciones de la compa?¨ªa. ¡°Zapatero acababa de ganar las elecciones y se presentaban por delante unos a?os dif¨ªciles. Nuestro proyecto ideol¨®gico liberal-conservador¡±, asegura, ¡°no solo era bueno para el PP, sino sobre todo para Espa?a. Y nuestro objetivo era no depender ni de los bancos ni de los partidos¡±.
¡ª?Y les parec¨ªa bien que el PP le buscara a los inversores? ¡ªpregunta un abogado.
¡ªS¨ª.
¡ªNo hay m¨¢s preguntas, se?or¨ªa.
Llega por fin el turno del ¨²ltimo testigo. ?ngel Acebes es un hombre con la credibilidad amputada. Se la amput¨® ¨¦l mismo aquellos tres largos d¨ªas de marzo de 2004 en los que sostuvo, en contra de lo que dec¨ªan sus polic¨ªas y sus guardias civiles ¡ªAcebes era ministro del Interior del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar¡ª, que ETA estaba detr¨¢s de los atentados terroristas de Madrid. Este lunes est¨¢ ante el tribunal para decir, bajo juramento, si es verdad que, como dicen los papeles del extesorero, cobr¨® 107.000 euros en negro. No solo dice que no, sino que niega la mayor. Dice que los papeles, que no solo han dado por buenos la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, sino dirigentes de su partido y hasta el sobrino de Fraga, son ¡°rotundamente falsos¡±. Palabra de Acebes.
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