El mayor sindicato policial se fractura por los gastos sin justificar de su l¨ªder
Un sector de Jupol promueve el cese del secretario general, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, tras una denuncia de que carg¨® ropa, medicamentos y otras compras personales a las cuentas de la organizaci¨®n
Justicia Policial (Jupol), el sindicato surgido de la plataforma Jusapol que aglutin¨® en 2017 a polic¨ªas y guardias civiles para reclamar la equiparaci¨®n salarial con los Mossos d¡¯Esquadra en pleno desaf¨ªo independentista, vive tiempos convulsos. La decisi¨®n de cinco de los seis miembros de su comit¨¦ ejecutivo de convocar una asamblea extraordinaria para el pr¨®ximo 2 de junio con el fin de reprobar y cesar al secretario general, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, amenaza con fracturar la organizaci¨®n mayoritaria dentro de la Polic¨ªa Nacional, con 25.000 afiliados, un tercio de los agentes. Chema ¡ªcomo es conocido por sus compa?eros¡ª Garc¨ªa est¨¢ acusado de realizar una gesti¨®n personalista, escorar a Jupol a posiciones extremistas y cargar gastos personales, entre ellos entradas de cine, ropa, perfumes y f¨¢rmacos, a las cuentas del sindicato. ?l lo niega. Los dirigentes de una quincena de comit¨¦s regionales y provinciales le han mostrado su apoyo. Fuentes de la organizaci¨®n admiten que existe ¡°un riesgo serio¡± de escisi¨®n.
El inicio de las divergencias en el seno de Jupol se remonta al 3 de marzo del a?o pasado, poco antes del estallido de la pandemia y la declaraci¨®n del estado de alarma, seg¨²n detallan fuentes del sector que ahora promueve la destituci¨®n de Garc¨ªa. Aquel d¨ªa, cientos de polic¨ªas se manifestaron a las puertas del Congreso de paisano y con m¨¢scaras de Anonymous convocados por el sindicato. El objetivo de la concentraci¨®n, que tuvo momentos de gran tensi¨®n cuando los manifestantes desbordaron el cord¨®n policial, era presionar a los miembros de la Mesa de la C¨¢mara Baja para que aprobaran debatir una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) promovida por el sindicato para blindar la equiparaci¨®n salarial con las polic¨ªas auton¨®micas. Entre aquellos concentrados se reparti¨® entonces un pasqu¨ªn sin firma en el que se hac¨ªa un llamamiento a los agentes para que secundaran, una semana m¨¢s tarde, una huelga encubierta ¡ªlos polic¨ªas y guardias civiles tienen prohibido ejercer este derecho¡ª para lo que les recomendaba pedir la baja por enfermedad. El paro fue, finalmente, un fracaso: el n¨²mero de agentes que no acudieron a trabajar por motivos m¨¦dicos fue inferior al habitual.
¡°Aquel d¨ªa dimos una imagen lamentable tanto de la polic¨ªa como del sindicalismo, y algunos comprendimos que Jupol se hab¨ªa escorado hacia posturas muy alejadas del verdadero objetivo con el que naci¨®, primero Jusapol, y despu¨¦s tanto el sindicato como Jucil [la asociaci¨®n de la Guardia Civil surgida de la plataforma]¡±, reconoce un exdirigente de la organizaci¨®n que pide mantener el anonimato ante el ambiente crispado que se ha instalado en el seno de la organizaci¨®n en las ¨²ltimas semanas. Jupol, con su discurso duro frente al gobierno, hab¨ªa arrasado en las elecciones sindicales celebradas unos meses antes, en junio de 2019, al conseguir ocho de los 14 puestos reservados a los representantes de los agentes en el Consejo de la Polic¨ªa, el ¨®rgano paritario de negociaci¨®n entre estos y el Ministerio del Interior. En la Escala B¨¢sica, que es la que engloba m¨¢s polic¨ªas, se hicieron con 26.000 votos de los cerca de 41.000 emitidos (un 63,4%).
Cuando se celebr¨® la manifestaci¨®n de marzo, Vox ya se hab¨ªa convertido en el principal altavoz de las reivindicaciones del sindicato, desplazando a otras formaciones pol¨ªticas, principalmente Ciudadanos, que les hab¨ªa apoyado en los inicios de la plataforma Jusapol. ¡°En poco tiempo pasamos de ser un sindicato con posiciones firmes, pero abierto al di¨¢logo, a otro con una postura intransigente que ha hecho de las denuncias en los juzgados contra la c¨²pula de Interior su ¨²nica estrategia¡±, critica el exdirigente. El pasado enero, la Audiencia Provincial ordenaba investigar al director general de la Polic¨ªa, Francisco Pardo, por una de estas denuncias, en la que se le acusaba de no facilitar a los polic¨ªas material de protecci¨®n contra el coronavirus al comienzo de la pandemia. ¡°Son denuncias abocadas al fracaso, que buscan solo hacer ruido medi¨¢tico, pero que no aportan nada a la lucha sindical por los derechos de los agentes¡±, critica esta misma fuente.
Divergencias en aumento
Desde aquella manifestaci¨®n, las divergencias en la direcci¨®n del sindicato han ido en aumento hasta desembocar, el pasado 5 de mayo, en la solicitud de celebraci¨®n de una reuni¨®n de la junta directiva del sindicato para aprobar la celebraci¨®n de una asamblea extraordinaria en la que se lleve a cabo la destituci¨®n del secretario general y la convocatoria de elecciones para elegir a la nueva direcci¨®n. La petici¨®n la firmaban cinco de los seis componentes del comit¨¦ ejecutivo de Jupol: Aar¨®n Rivero, Pablo P¨¦rez, Laura Mar¨ªa Gonz¨¢lez, Fernando Guillermo Calleja y Jos¨¦ Ignacio Valverde. El ¨²nico que no la apoy¨® fue el propio Garc¨ªa. La iniciativa se tomaba poco despu¨¦s de que un afiliado presentara una demanda contra el sindicato y el propio Garc¨ªa por no facilitar informaci¨®n de los gastos de la organizaci¨®n y, sobre todo, de los cargos asociados a las tarjetas de cr¨¦dito de las que dispon¨ªa el secretario general, pese a recoger en sus estatutos diferentes medidas de transparencia.
Esa primera demanda se transform¨® poco despu¨¦s en una denuncia en la que el mismo afiliado detallaba una relaci¨®n de supuestos gastos ¡°sin justificar¡± que hab¨ªan detectado los dirigentes d¨ªscolos. Entre ellos, se inclu¨ªa una factura de 39,65 euros por la ITV de una autocaravana propiedad del secretario general; 410 euros en compras de ropa en distintos establecimientos; dos facturas en un hotel de Soto del Barco (Asturias) por 180 y 35 euros respectivamente; la compra de dos entradas de cine por 12,60; dos facturas de farmacia por un total de 35,45 euros, adem¨¢s de consumiciones en locales de copas, y un renting (alquiler de larga duraci¨®n) de m¨¢s de 900 euros mensuales por el veh¨ªculo de alta gama en el que se desplaza el secretario general.
La decisi¨®n del comit¨¦ ejecutivo supuso la puesta en marcha de una comisi¨®n gestora para organizar la Asamblea y la retirada al l¨ªder del sindicato de sus poderes, entre ellos el control de las cuentas. Un dirigente admite que, incluso, se han cambiado las cerraduras de los despachos en la sede en Madrid para evitar que Garc¨ªa o gente af¨ªn pueda acceder a ellos. Todo ello mientras la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa materializaba una sanci¨®n de 14 meses y medio de suspensi¨®n de empleo y sueldo al l¨ªder de Jupol como autor de dos faltas, una grave y una muy grave. Esta ¨²ltima, por ejercer como socio y administrador ¨²nico de una empresa sin contar con la preceptiva autorizaci¨®n de compatibilidad. Esta suspensi¨®n ha hecho que Jupol pierda uno de sus ocho puestos en el Consejo de la Polic¨ªa, el que ocupaba el propio Garc¨ªa, y que este pasara a otro sindicato policial.
Fuentes cercanas a los promotores de la iniciativa contra el l¨ªder sindical niegan que el presunto desv¨ªo de fondos del sindicato para gastos personales sea la causa principal para pedir su cese, aunque admiten su importancia. ¡°La cuant¨ªa no es elevada, pero s¨ª refleja que Chema hab¨ªa convertido el sindicato en su cortijo¡±, se?ala otro exdirigente que pide que no se d¨¦ su nombre. ¡°Ha actuado de modo autoritario hasta imponer cambios en la estructura del sindicato y en los estatutos para perpetuarse en el cargo y controlar el sindicato¡±, denuncia otra excargo de Jupol, que se?ala que una de estas maniobras fue la supresi¨®n de los controles econ¨®micos de la organizaci¨®n para asumir el control directo de las finanzas. EL PA?S ha intentado contactar con Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa para conocer su versi¨®n, pero este no ha respondido a los mensajes y llamadas.
Hostilidades internas
Tras la convocatoria de la Asamblea, las hostilidades se han desatado entre los comit¨¦s partidarios de la medida y los que se han puesto del lado del secretario general. Los dirigentes de siete comit¨¦s regionales (Asturias, Cantabria, Murcia, Navarra, Pa¨ªs Vasco, Catalu?a y La Rioja) y ocho provinciales (C¨¢diz, Almer¨ªa, ?vila, C¨®rdoba, Granada y Ja¨¦n) emitieron recientemente un comunicado en el que negaban legitimidad a la gestora que dirige ahora el sindicato y reclamaban la vuelta de Garc¨ªa al cargo con todos sus poderes. ¡°Representan a unos 8.000 afiliados¡±, detalla una fuente cercana a los que promueven el cese del secretario general, que se muestran confiados en mantener el apoyo del resto de comit¨¦s y, sobre todo, de los afiliados. ¡°Muchos de estos comit¨¦s no han consultado a las bases para mostrar su apoyo a Chema¡±, a?ade.
De hecho, en los ¨²ltimos d¨ªas afiliados de Jupol se han desplazado a Madrid para que la gestora les mostrara las cuentas y, en concreto, los gastos bajo sospecha. Algunos han emitido, posteriormente, comunicados que han remitido a sus compa?eros sobre lo visto. ¡°Cuatro personas que ayer [por el pasado mi¨¦rcoles] estuvimos en Madrid coincidimos en la misma sensaci¨®n decepcionante, nos mir¨¢bamos a los ojos y no nos lo pod¨ªamos creer. Tanto tiempo, tanto esfuerzo, tanta ilusi¨®n tirada por los suelos. [¡] Como observadores neutrales y claramente ausentes de todo inter¨¦s personal, [¡] hemos concluido por consenso un¨¢nime que el anterior secretario general, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, ha quedado deslegitimado como representante de todos los jupoleros¡±, recog¨ªan cuatro afiliados desplazados desde Bizkaia en un texto al que ha tenido acceso este diario.
Un dirigente de la Comunidad Valenciana admit¨ªa en otro texto, tras ver las cuentas, la existencia de ¡°varios gastos de dif¨ªcil justificaci¨®n en el ¨¢mbito de la labor sindical y su representatividad, siempre desde el punto de vista del c¨®digo ¨¦tico [de Jupol]¡±, aunque finalmente se limitaba a recomendar la participaci¨®n de los afiliados en la Asamblea que, el pr¨®ximo 2 de junio, debe decidir el cese o no del secretario general. En caso afirmativo, se convocar¨¢n unas nuevas elecciones para elegir una direcci¨®n. ¡°Ah¨ª se ver¨¢ si se produce una escisi¨®n que nadie quiere¡±, se?ala un miembro destacado del sindicato.
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