¡®Operaci¨®n conde de Barcelona¡¯: el Rey busca restaurar afectos con Catalu?a
Con tres visitas en solo dos semanas, Felipe VI intenta retomar su relaci¨®n con la comunidad aut¨®noma m¨¢s conflictiva

En su discurso del 3 de octubre de 2017, el Rey no pronunci¨® ninguna palabra en catal¨¢n. Tampoco aludi¨® a los heridos en las cargas policiales que intentaban evitar el refer¨¦ndum ilegal celebrado 48 horas antes. Denunci¨® la ¡°deslealtad inadmisible¡± de la Generalitat e inst¨® a los ¡°los leg¨ªtimos poderes del Estado¡± a ¡°asegurar el orden constitucional¡±. Tres semanas despu¨¦s, el Gobierno central aplicaba el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n e interven¨ªa la autonom¨ªa catalana.
Aquel discurso, alegan fuentes pr¨®ximas a Felipe VI, no iba dirigido al pueblo catal¨¢n, sino a todos los espa?oles. Dio un pu?etazo sobre la mesa para frenar una deriva que pon¨ªa en riesgo la propia convivencia. El Rey, agregan las mismas fuentes, era consciente de que su discurso le granjear¨ªa el rechazo de la mitad de la sociedad catalana, que apoyaba el independentismo; y la incomprensi¨®n de parte de la otra mitad, traumatizada por la desafortunada intervenci¨®n policial del 1-O. La gravedad de la situaci¨®n, concluyen, urg¨ªa una intervenci¨®n quir¨²rgica y los desgarros colaterales habr¨ªa que coserlos y repararlos despu¨¦s.
¡°A Rajoy no le echaron la culpa. Se la echaron al Rey¡±, reflexiona un veterano letrado catal¨¢n. ¡°El jefe del Gobierno enmudeci¨® y fue el Rey quien dio la cara, ante la incomparecencia del presidente. Por eso lo convirtieron en el pimpampum¡±. Incluso se hizo correr el bulo, desmentido por La Zarzuela y por los propios afectados, de que Felipe VI alent¨® la desbandada de empresas que sacaron su sede social de Catalu?a en el momento ¨¢lgido del proc¨¦s.
El independentismo vio su oportunidad de ganar adeptos y enarbol¨® la bandera de la Rep¨²blica. ¡°Los independentistas no hablan del Estado catal¨¢n, sino de la Rep¨²blica catalana, y as¨ª se benefician del prestigio m¨ªtico de lo republicano. El espectro antimon¨¢rquico es mucho m¨¢s amplio que el independentista¡±, agrega el mismo letrado, que prefiere guardar su identidad. ¡°Para hablar bien de la Monarqu¨ªa en Catalu?a hay que tentarse la ropa¡±, se excusa.
Tras d¨ªas de titubeos, el entonces president Quim Torra acudi¨® en junio de 2018 a la inauguraci¨®n de los Juegos del Mediterr¨¢neo, en Tarragona, donde coincidi¨® con Felipe VI, pero anunci¨® que, en adelante, ning¨²n miembro del Govern asistir¨ªa a actos de la Casa del Rey ni la Generalitat invitar¨ªa al jefe del Estado a los suyos. Simb¨®licamente, romp¨ªa relaciones con la Monarqu¨ªa, lo que no hizo con ninguna otra instituci¨®n. Torra aplic¨® la pol¨ªtica de la silla vac¨ªa, aunque eso implicara jugar al rat¨®n y el gato, como sucedi¨® en la inauguraci¨®n del Mobile World Congress (MWC) de 2019, cuando abandon¨® la comitiva oficial antes de llegar a los pabellones de Espa?a y Catalu?a para evitar la foto con el Monarca.
¡°El Rey no ha dejado en ning¨²n momento de acudir a Catalu?a¡±, subrayan en La Zarzuela. Con una excepci¨®n: la entrega de despachos de la Escuela Judicial, en septiembre pasado. Pero no fue porque ¨¦l no quisiera, sino porque el Gobierno no le dej¨®. Los desplantes de la Generalitat y las protestas de los CDR (Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica) rodearon de tensi¨®n sus visitas e hicieron m¨¢s dif¨ªcil un reencuentro con la sociedad catalana que resta?ase las heridas. El verano pasado, tras el fin del confinamiento, los Reyes emprendieron una gira por todas las comunidades aut¨®nomas pero, aduciendo motivos sanitarios, su visita a Catalu?a se limit¨® al monasterio de Poblet (Tarragona), lo que no impidi¨® que se acercaran hasta all¨ª los manifestantes y provocaran altercados.
El nuevo president, Pere Aragon¨¨s, hered¨® la pr¨¢ctica de Torra y falt¨® en marzo a la visita del Rey a la factor¨ªa de Seat en Martorell (Barcelona), lo que no solo supuso un feo al Rey sino tambi¨¦n a los m¨¢ximos responsables del Grupo Volkswagen. Quiz¨¢ por las cr¨ªticas que recibi¨® entonces, el martes anunci¨® que acudir¨¢ a todos los foros que sean importantes para los catalanes, ¡°aunque est¨¦n ideol¨®gicamente en las ant¨ªpodas¡±. El mi¨¦rcoles salud¨® a los asistentes a las jornadas del C¨ªrculo de Econom¨ªa ¨Dincluidos el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el rey Felipe VI¡ª, aunque se march¨® acto seguido, sin quedarse a la cena oficial. El Rey volver¨¢ otras dos veces a Catalu?a en las pr¨®ximas dos semanas. Se da por seguro que Aragon¨¨s asistir¨¢ a la inauguraci¨®n del Mobile, el pr¨®ximo d¨ªa 28, pero hay m¨¢s dudas de que est¨¦ en la entrega de los premios Princesa de Girona, 72 horas despu¨¦s.
Estas dos visitas se producir¨¢n, probablemente, despu¨¦s de que se hayan publicado los indultos a los presos del proc¨¦s. La Zarzuela, desoyendo los cantos de sirena de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, ha dejado claro que Felipe VI firmar¨¢ los indultos que le presente el Gobierno, como no pod¨ªa ser de otra manera, dado su papel constitucional.
¡°En la medida en que se vaya recomponiendo la situaci¨®n general, ir¨¢ mejorando la relaci¨®n del Rey con Catalu?a¡±, se?ala un pol¨ªtico catal¨¢n, ya retirado, que tambi¨¦n pide guardar el anonimato. ¡°Pero eso no va a suceder de la noche a la ma?ana, ser¨¢ un proceso que durar¨¢ a?os¡±, advierte. ¡°En todo caso¡±, concluye, ¡°aunque el apoyo al independentismo se reduzca, nunca volver¨¢ a los niveles anteriores [al proc¨¦s]. El rechazo a la Monarqu¨ªa se mantendr¨¢ alto¡±.
En la encuesta de mayo pasado del Centro de Estudios de Opini¨®n, el CIS catal¨¢n, el 70% de los encuestados prefer¨ªa la Rep¨²blica a la Monarqu¨ªa, un porcentaje casi id¨¦ntico al del a?o pasado. El discurso del 3 de octubre es uno de los factores que explica ese desapego, pero no el ¨²nico: los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n de la Familia Real tambi¨¦n han contribuido. El caso N¨®os dinamit¨® la gran operaci¨®n de la Monarqu¨ªa para estrechar lazos con Catalu?a, representada por una infanta Cristina que viv¨ªa en Barcelona y trabajaba en La Caixa.
Felipe VI ha mantenido numerosos contactos, oficiales y privados, con la sociedad catalana y se ha preocupado de que la Princesa de Asturias aprenda a fondo catal¨¢n; tanto, que sorprendi¨® su perfecta dicci¨®n cuando, en noviembre de 2019, lo emple¨® por primera vez en p¨²blico. Siendo a¨²n pr¨ªncipe, y acompa?ado por la princesa Letizia, acudi¨® a una de las cenas organizadas por el grupo Gironins a Barcelona, del que formaba parte, entre otros, el exalcalde socialista Joaquim Nadal: y en febrero de 2014, cuatro meses antes de heredar al trono, pas¨® tres d¨ªas en la capital catalana reuni¨¦ndose con distintos colectivos, incluidos los empresarios del Foro Puente A¨¦reo.
Todas las fuentes consultadas coinciden en que el Rey deber¨ªa ampliar su campo de relaciones sociales m¨¢s all¨¢ del mundo econ¨®mico. ¡°La sociedad catalana es mucho m¨¢s que la docena de empresarios con los que se relaciona asiduamente¡±, reflexiona una de ellas.
El pasado viernes, en el discurso con el que conmemor¨® el s¨¦ptimo aniversario de su proclamaci¨®n, Felipe VI subray¨® que ¡°los afectos¡± son el cemento que une a los pueblos. ¡°Durante siglos hemos compartido ¨¦xitos y fracasos, anhelos y proyectos. Juntos hemos abordado los desaf¨ªos de nuestra historia y entre nosotros se ha construido un inmenso espacio de sentimientos compartidos, respetando nuestras diferencias y nuestra pluralidad¡±, subray¨®, en una llamada a restaurar afectos y superar desencuentros.
Cuando el abuelo del Rey, Juan de Borb¨®n, abdic¨® en su hijo, en 1977, conserv¨® el t¨ªtulo de conde de Barcelona, por el que fue conocido hasta su muerte, en abril de 1993. Desaparecido don Juan, el t¨ªtulo volvi¨® a unirse al titular de la Corona de Espa?a, por lo que, aunque poca gente lo sepa, Felipe VI es el actual conde de Barcelona. Ahora se propone ejercer como tal.
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