Tres a?os de c¨¢rcel para El Peque?o Nicol¨¢s por hacerse pasar por emisario del Rey
Un tribunal condena al joven por un delito de usurpaci¨®n de funciones p¨²blicas y otro de cohecho
Francisco Nicol¨¢s G¨®mez Iglesias, alias El Peque?o Nicol¨¢s, suma una nueva pena de c¨¢rcel. La Audiencia Provincial de Madrid lo ha condenado a tres a?os de prisi¨®n por hacerse pasar por emisario del rey Felipe VI y de la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, durante un viaje a Ribadeo (Lugo), donde almorz¨® con el presidente de la compa?¨ªa de transporte Alsa, Jorge Cosmen, seg¨²n han confirmado fuentes de su defensa a EL PA?S. El acusado, de 27 a?os, que se sent¨® en mayo en el banquillo por dos de los cuatro juicios que ten¨ªa pendientes, ya fue sentenciado el pasado 2 de junio a otro a?o y nueve meses de c¨¢rcel por falsificar el DNI para que un amigo se presentase en su nombre al examen de Selectividad.
Seg¨²n esta nueva resoluci¨®n, avanzada por la agencia Efe y que la defensa tiene pensado recurrir, la secci¨®n 17 de la Audiencia de Madrid considera al Peque?o Nicol¨¢s culpable de dos delitos: uno de usurpaci¨®n de funciones p¨²blicas, por el que le impone una pena de nueve meses de c¨¢rcel; y otro de cohecho activo, por el que dicta dos a?os y tres meses de encierro en un centro penitenciario. La Fiscal¨ªa ped¨ªa, en cambio, que se le condenase a siete a?os de prisi¨®n, pero los jueces han aplicado finalmente las atenuantes ¡°de anomal¨ªa ps¨ªquica y dilaciones indebidas¡±, seg¨²n ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Tambi¨¦n han descartado el delito de falsedad documental, que solicitaba la acusaci¨®n p¨²blica.
El episodio de Ribadeo se produjo en el verano de 2014, apenas dos meses despu¨¦s de la proclamaci¨®n de Felipe de Borb¨®n como nuevo Rey de Espa?a. Para entonces, seg¨²n los jueces, G¨®mez Iglesias ya se hab¨ªa ¡°introducido en determinados c¨ªrculos relevantes¡±. Tanto pol¨ªticos y de la Administraci¨®n del Estado, como empresariales. En este contexto, el 13 de agosto de aquel a?o, una comitiva de veh¨ªculos parti¨® del paseo de la Habana de Madrid rumbo al municipio de Lugo. En su interior, viajaba El Peque?o Nicol¨¢s, junto a dos polic¨ªas locales, Jorge Gonz¨¢lez y Carlos P¨¦rez, que tambi¨¦n se sentaron en el banquillo, acusados de cooperar con ¨¦l. A estos dos ¨²ltimos, entre otras funciones, se les atribuy¨® que simularon labores de vigilancia y escolta para ayudar con el enga?o. Pero solo ha acabado condenado Gonz¨¢lez a tres a?os de prisi¨®n por cohecho pasivo (al recibir ¡°una cantidad no concretada¡±, seg¨²n el tribunal), mientras que P¨¦rez ha resultado absuelto (al no haberse probado que ¡°hubiese pactado una retribuci¨®n¡±).
D¨ªas antes del viaje, El Peque?o Nicol¨¢s hab¨ªa contactado con las autoridades municipales para avisar de que acudir¨ªa una persona cuya identidad no pod¨ªa revelar ¡°por razones de seguridad nacional¡±. Y a Jorge Cosmen, adem¨¢s, le dijo que le acompa?ar¨ªa ¡°alguien muy importante de la Casa Real¡±, seg¨²n asegur¨® el empresario durante la vista oral.
El juicio, celebrado el pasado mayo, puso sobre la mesa los tejemanejes del joven en aquellos d¨ªas. No solo el presidente de Alsa insisti¨® en que G¨®mez Iglesias se le present¨® como ¡°enlace¡± entre la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real ¡ªincluso, durante la comida, fingi¨® que recib¨ªa una llamada de S¨¢enz de Santamar¨ªa, seg¨²n cont¨® Cosmen¡ª, sino que otros testigos apuntaron en la misma direcci¨®n. Tanto el jefe de la Polic¨ªa Municipal de Ribadeo como el presidente del Club N¨¢utico de la localidad gallega, donde se encuentra el restaurante que acogi¨® el almuerzo, aseguraron que d¨ªas antes recibieron sendas llamadas del Peque?o Nicol¨¢s donde se identific¨® de la misma forma. Su enga?o adquiri¨® tal dimensi¨®n, que varios coches de la polic¨ªa local escoltaron a la comitiva a su llegada a Ribadeo.
Sin embargo, G¨®mez Iglesias opt¨® por echar balones fuera durante la vista oral. El joven neg¨® que se hiciese pasar por emisario del Rey y del Gobierno: ¡°Yo quer¨ªa parecer una persona importante, nunca una autoridad [¡] De hecho, ese cargo no exist¨ªa¡±, insisti¨® ante el tribunal: ¡°Lo que yo quer¨ªa era tirarme el pisto con el empresario y hacer un viaje pomposo¡±, dijo: ¡°Quer¨ªa asemejarme a los mayores y hacerme creer poderoso, parecer una persona importante¡±. Pero la Abogac¨ªa del Estado, que tambi¨¦n lo acusaba, le reproch¨® su actitud: ¡°Se atribuy¨® la condici¨®n de secretario de Estado, de director general o de subdirector, (...) porque todos los miembros del gabinete de la vicepresidenta tienen esa condici¨®n¡±.
¡°Trastorno de la personalidad¡±
El tribunal considera que las maniobras del acusado estuvieron condicionadas por un ¡°trastorno de la personalidad¡± que padece, seg¨²n creen probado los magistrados, que le atribuyen ¡°caracter¨ªsticas narcisistas y de rasgos inmaduros¡±. Los magistrados tambi¨¦n aprecian un ¡°trastorno adaptativo con sintomatolog¨ªa ansioso-depresiva, situaci¨®n que le condicionaba la percepci¨®n de la realidad, limitando levemente sus facultades cognitivas¡±. ¡°Solo desde la manifiesta inmadurez propia de los pocos a?os y de la existencia de determinado trastorno, que habr¨ªa de generar una interpretaci¨®n peculiar de la realidad, puede darse explicaci¨®n a la actuaci¨®n que protagoniz¨® G¨®mez Iglesias llevando a cabo el delito de usurpaci¨®n de funciones¡±, remacha la Audiencia Provincial: ¡°Porque, por un lado, estaba condenado a descubrirse. Y, por otro, solo desde el punto de vista del trastorno psiqui¨¢trico podr¨ªa explicarse su comisi¨®n¡±.
Adem¨¢s de las dos sentencias que ya acumula por los dos juicios celebrados en mayo, El Peque?o Nicol¨¢s tiene otras dos causas pendientes. La primera, por la supuesta estafa a un empresario de Toledo haci¨¦ndose pasar por asesor del Gobierno, en la que el ministerio p¨²blico solicita para ¨¦l seis a?os de c¨¢rcel por delitos de usurpaci¨®n de funciones p¨²blicas, falsedad en documento oficial y estafa. Y la segunda, por obtener datos de polic¨ªas y del Ayuntamiento de Madrid a cambio de favores, todo con la intenci¨®n de hacerse pasar por un alto cargo del Estado para ofrecer ayuda a terceros a cambio de dinero; donde la Fiscal¨ªa pide nueve a?os y nueve meses de prisi¨®n.
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