La lluvia aplaca el avance del fuego de Ribas de Sil tras arrasar m¨¢s de 1.000 hect¨¢reas desde el domingo
Los ¨¢rboles aut¨®ctonos contienen la expansi¨®n del incendio en As Laceiras (Lugo)
El fuego no ha dado tregua en Ribas de Sil (Lugo), en el coraz¨®n de la Ribeira Sacra, desde el pasado domingo hasta el mediod¨ªa de este martes. Las llamas han calcinado 1.700 hect¨¢reas, seg¨²n fuentes de las brigadas contraincendios, aunque la Xunta rebaja la extensi¨®n quemada a 1.000 hect¨¢reas. Las lluvias que durante toda la noche del lunes arreciaron en la pr¨¢ctica totalidad de Galicia apenas asomaron en esta zona hasta entrado el mediod¨ªa del martes. Helic¨®pteros y aviones de la Unidad Militar de Emergencias (UME) sobrevolaron incesantemente diversas aldeas del municipio de Quiroga, donde las llamas acosaron la v¨ªa del tren en varios puntos.
¡°Estamos rodeados¡±, musitaban los vecinos antes de que cayeran las primeras gotas, mientras miraban con estupor c¨®mo, pese a los esfuerzos de los medios contraincendios, avanzaba el fuego, azuzado por un aire cada vez m¨¢s bravo.
Al otro lado del municipio, las llamas avanzaban hacia la sierra de O Courel, de 21.000 hect¨¢reas, uno de los principales pulmones de Galicia y primer geoparque declarado por la Unesco en esta comunidad. Un lugar m¨¢gico, rec¨®ndito y de impresionante belleza que acumula 40 aldeas de gran valor etnogr¨¢fico y el 50% de las especies vegetales de Galicia.
Pasado el mediod¨ªa, una lluvia torrencial aplac¨® las llamas y dej¨® tras ella el paisaje de negra desolaci¨®n que sucede a los grandes incendios.
En el pueblo de Salcedo, en A Pobra do Broll¨®n, el gris plomo cubre las laderas del valle donde se emplaza As Laceiras, una peque?a aldea abandonada hace m¨¢s de 30 a?os y restaurada con esmero por su actual propietario, Fernando Pe?a, un artesano y vigilante de las brigadas contraincendios de 65 a?os, a punto de la jubilaci¨®n. La aldea, con sus casas de madera y tejados de pizarra, es una burbuja de verdes especies aut¨®ctonas en medio de la marea negra de Salcedo.
¡°Escuchamos el rugido que hac¨ªa el fuego al bajar por la ladera de enfrente. Daba miedo. La velocidad con la que devoraba los ¨¢rboles era brutal¡±, cuenta Pe?a. A su lado, Jessica, vecina en una de las casas de As Laceiras restauradas por el artesano, apunta: ¡°En media hora, las llamas se cargaron dos pueblos. Era impresionante¡±.
¡°Cog¨ª a los perros, los met¨ª en el coche y los alej¨¦: quedaron las gallinas y los gatos, pero no pude hacer m¨¢s¡±, continua la mujer. ?l regres¨® y a¨²n pudo poner a salvo a un peregrino que sub¨ªa por el valle.
Para sorpresa de todo el pueblo, la aldea qued¨® intacta. El bosque de casta?os y las frondosas aut¨®ctonas resplandecen horas despu¨¦s en medio de la oscuridad general. ¡°Hicieron un cortafuegos natural y se salv¨® todo: los animales, los setos, las viviendas y toda la vegetaci¨®n que cubre la aldea. Todo rodeado, hasta la misma puerta, por el inmenso universo de ceniza.
¡°No fue un milagro: ardieron los pinos y los eucaliptos. ?Deber¨ªan estar prohibidos en Galicia!¡±, clama el vigilante.
Pe?a asegura que en la noche del lunes vio las luces de un coche segundos antes de que todo empezara a arder. Coincide en ello con las declaraciones del alcalde de Ribas de Sil, Miguel ?ngel Sotuela, y con las del consejero de Medio Rural, Jos¨¦ Gonz¨¢lez. ¡°No se puede entender. Supongo que lo hacen sin saber lo que provocan¡±, afirma el regidor. La voracidad de las llamas lleg¨® hasta las puertas de algunas viviendas de distintos n¨²cleos de Quiroga y fue necesario desalojar a algunos vecinos.
Gonz¨¢lez asegur¨® el lunes que, a la vista de las investigaciones, el fuego es ¡°claramente intencionado¡± y destac¨® la situaci¨®n de ¡°dificultad¡± climatol¨®gica, con temperaturas de unos 34 grados, fuerte viento y un ¨ªndice de humedad ¡°muy alto¡±. ¡°El que prendi¨®¡± este fuego e ¡°hizo este desaguisado sab¨ªa perfectamente el da?o que estaba haciendo¡±.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) acudi¨® a Ribas de Sil con 63 efectivos y 26 medios para participar en las tareas de extinci¨®n del incendio. La Delegaci¨®n del Gobierno en Galicia inform¨® de la participaci¨®n de los militares procedentes de las bases de Le¨®n y Figueirido (Pontevedra) tras cursar la solicitud de la Xunta de Galicia a Protecci¨®n Civil del Ministerio del Interior, en coordinaci¨®n con el Ministerio de Defensa.
¡°La aldea de As Laceiras sobrevivi¨® sin m¨¢s medios que el bosque aut¨®ctono que lo rodea. Ha sido incre¨ªble y una lecci¨®n para todos¡±, insiste Pe?a. A¨²n sin superar el susto, se lamenta de lo que vendr¨¢ de inmediato: ¡°Las lluvias arrasar¨¢n todo hacia el r¨ªo, se morir¨¢n los peces y se contaminar¨¢ el agua. La desgracia no ha hecho m¨¢s que empezar en este maravilloso ecosistema¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.