Cae el clan de El Carpintero, uno de los narcotraficantes m¨¢s importantes de C¨¢diz y Huelva

Paciencia. Esa ha sido la clave de la Guardia Civil para desarticular al clan dirigido por El Carpintero, uno de los narcotraficantes m¨¢s importantes de hach¨ªs que operaba en la costa gaditana y onubense. Adem¨¢s del cabecilla, que llevaba meses oculto y rodeado de fuertes medidas de seguridad, tambi¨¦n se ha detenido a los 41 miembros de su organizaci¨®n, entre ellos su n¨²mero dos, El Coquina de Oro.

El Carpintero ¡ªapodado as¨ª porque regentaba negocios dedicados a la elaboraci¨®n de muebles con los que blanqueaba el dinero procedente del tr¨¢fico de drogas¨D hab¨ªa desarrollado en los dos ¨²ltimos a?os, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, un s¨®lido entramado criminal y operativo que inclu¨ªa un responsable de las operaciones por mar y otro para distribuir los portes por tierra. Contaba, adem¨¢s de con intermediarios con las organizaciones marroqu¨ªes, con un jefe de seguridad, un proveedor de combustible y un vigilante en el Puerto de C¨¢diz que informaba a la organizaci¨®n.

El capo habr¨ªa estado vinculado en sus inicios con Abdellah El Haj Sadek el Membri, m¨¢s conocido como El Messi del hach¨ªs, algo habitual en la mayor¨ªa de los clanes que van consolid¨¢ndose en la ribera del Guadalquivir. Los investigadores tambi¨¦n llaman la atenci¨®n sobre la peligrosidad del Coquina de Oro, la mano derecha del Carpintero

El clan se hab¨ªa especializado en el uso de embarcaciones recreativas que se reun¨ªan en un punto concreto en el mar para recoger la mercanc¨ªa y llevarla hasta la costa. ¡°A veces era una sola que hac¨ªa varios viajes o pod¨ªan ser varias que se distribu¨ªan los portes, de manera que se garantizaban que nunca iban a confiscarles el cargamento completo si los localizaban¡±, explican los investigadores. En cada una de estas barcas se transportaba una media de 600-800 kilos de hach¨ªs.

En un peque?o astillero registrado, uno de los ahora detenidos estaba preparando una embarcaci¨®n de fibra, coloc¨¢ndole unos falsos flotadores, para ocultar en su interior el hach¨ªs. ¡°Esa era una forma de pasar desapercibidos los portes en el caso de que hubiera vigilancia a¨¦rea o una intercepci¨®n por mar. Si hab¨ªa m¨¢s barcas, en principio no se ir¨ªa a por ella porque no parecer¨ªa que fuera cargada con droga¡±, explican las fuentes consultadas.

La operaci¨®n que ha permitido desarticular la organizaci¨®n de El Carpintero comenz¨® en agosto con la incautaci¨®n de 1.740 kilos de hach¨ªs en Chipiona (C¨¢diz). Pero los investigadores quer¨ªan dar caza al jefe del clan, que hab¨ªa desaparecido de su cuartel general en Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz). Desconfiado por naturaleza, El Carpintero se escondi¨® en alg¨²n lugar de la costa gaditana, donde era m¨¢s dif¨ªcil su localizaci¨®n. Cuando se desplazaba lo hac¨ªa oculto en el maletero de los coches y si sal¨ªa al exterior lo hac¨ªa parapetado bajo gorras o detr¨¢s de gafas de sol, que pudieran ocultar su rostro.

Los agentes sab¨ªan que era cuesti¨®n de tiempo que el jefe saliera de su encarcelamiento voluntario. Tras la presi¨®n de las primeras semanas, donde ya se fue deteniendo a varios miembros de la organizaci¨®n, El Carpintero pens¨® que sus perseguidores hab¨ªan bajado la guardia y decidi¨® regresar a Sanl¨²car, indican las fuentes de la investigaci¨®n. El l¨ªder del clan hab¨ªa regresado a la localidad gaditana hace tan solo unos d¨ªas y los agentes se aseguraron de tener bien identificado cu¨¢l era su refugio para detenerlo y poder culminar con la operaci¨®n. En su arresto han participado hasta medio centenar de agentes.

A lo largo de estos meses de pesquisas, adem¨¢s de detenci¨®n de 42 personas, se han intervenido embarcaciones, 52.000 euros en efectivo y un rev¨®lver detonador.