Ordenador, sauna y comida a domicilio: la vida de la presunta c¨¦lula terrorista capturada en Almer¨ªa
La Polic¨ªa trata de averiguar cu¨¢l era el destino final del grupo ¡°liderado¡± por Abdel-Majed Abdel Bary, uno de los yihadistas m¨¢s buscados de Europa hasta su detenci¨®n el a?o pasado
La Polic¨ªa no cree a Abdel-Majed Abdel Bary, el exrapero brit¨¢nico considerado uno de los yihadistas m¨¢s buscados de Europa hasta su captura el pasado a?o en Almer¨ªa, ni a sus dos presuntos colaboradores, Abderrezak Siddiki y Kossaila Chollouah. Los tres defienden que son simples inmigrantes llegados a Europa en busca de un trabajo y una vida mejor. Pero, seg¨²n consta en el sumario de la Operaci¨®n Altepa, que ha permanecido bajo secreto hasta este verano y al que ha tenido acceso EL PA?S, los investigadores inciden en que el modo de vida desplegado en la ciudad por los tres sospechosos, acusados de integrar una ¡°c¨¦lula itinerante¡± vinculada al ISIS, no cuadra con el que llevan los inmigrantes irregulares arribados en patera. Una tesis que ha respaldado la Fiscal¨ªa y la Audiencia Nacional.
Entre otros indicios, los agentes recalcan que los recursos y actividades de los imputados chirr¨ªan, adem¨¢s de evidenciar que manten¨ªan una ¡°relaci¨®n personal¡± previa a su llegada a Almer¨ªa, cosa que ellos niegan. Seg¨²n detalla la instrucci¨®n, tras alcanzar la costa andaluza en patera el 14 de abril de 2020 ¡ªen pleno confinamiento por el coronavirus¡ª, los tres alquilaron a trav¨¦s de Airbnb una vivienda ¡°reformada¡± con ¡°terraza, vistas a la Alcazaba y sauna¡± ¡ª¡°que por cierto, [Abdel Bary] hab¨ªa llegado a usar, e incluso dejado su ropa dentro¡±¡ª; hicieron una primera compra conjunta; usaron aplicaciones de m¨®vil para pedir comida a domicilio ¡ªque resultaron clave para capturarlos¡ª; y dejaban sus dispositivos digitales en zonas comunes.
¡°Todo esto implica una relaci¨®n personal entre los convivientes, lo que queda muy alejado de un simple compartir gastos de vivienda t¨ªpicos de los pisos de inmigrantes, en que cada uno se ajusta en sus gastos personales a lo que quiera ahorrar¡±, exponen los investigadores, que a?aden: ¡°Los inmigrantes suelen buscar pisos menos llamativos en zonas humildes donde pasar desapercibidos y en que los costes sean menores¡±. Adem¨¢s, la Fiscal¨ªa expuso en un escrito que, cuando los arrestaron, dispon¨ªan de grandes cantidades de dinero en efectivo y de dispositivos electr¨®nicos (m¨®vil y ordenador port¨¢til) aparentemente ¡°nuevos¡±, ¡°a pesar de llevar en Espa?a apenas una semana¡±. Tambi¨¦n, seg¨²n los agentes, llegaron a tener alquilados tres pisos de forma simult¨¢nea en Almer¨ªa, y el exrapero acumulaba 49.812 euros en bitcoins.
¡°En definitiva, que sus comportamientos chocan con la normalidad de los comportamientos de quien cruza el mar buscando una vida mejor para su familia¡±, dice la Polic¨ªa. ¡°No parece esta que sea la forma de vida en nuestro pa¨ªs de un sujeto que ha llegado al mismo huyendo de la miseria, de la guerra o de otras contingencias desfavorables¡±, subraya tambi¨¦n la Audiencia Nacional en una de sus resoluciones.
La Polic¨ªa considera al exrapero Abdel Bary, que se hac¨ªa llamar L Jinny, como un ¡°violento¡± foreign fighter (¡±combatiente extranjero¡±, en ingl¨¦s) del ISIS, que abandon¨® el Reino Unido en 2013 para batallar en Siria y que ahora intentaba volver al continente. Es hijo de un hist¨®rico terrorista de Al Qaeda extraditado a EE UU en 2002 por participar en los atentados perpetrados contra las embajadas estadounidenses de Kenia y Tanzania. ¡°Sus vinculaciones con el ISIS no presagiaban una estancia pac¨ªfica en el espacio europeo, sino que nos obligan a pensar en un retorno operativo con consecuencias fatales para la seguridad p¨²blica o al menos en un retomo de aprendizaje para futuros combatientes bajo el amparo y experiencia de los ahora detenidos¡±, exponen los agentes, que le otorgan ¡°un papel preponderante¡± dentro de la supuesta c¨¦lula y, por tanto, le se?alan como ¡°el decisor del destino final y de la misi¨®n a realizar¡±.
Pero el treinta?ero niega todas las acusaciones. Pese a que rechaz¨® declarar ante los agentes y la jueza Mar¨ªa Tard¨®n, que dirige la causa abierta en la Audiencia Nacional, Abdel Bary habl¨® finalmente en la prisi¨®n de Soto del Real (Madrid), donde permanece encerrado en un m¨®dulo de aislamiento. Seg¨²n un informe elaborado por la c¨¢rcel, el presunto yihadista neg¨® su pertenencia al ISIS, insisti¨® en que no se considera un ¡°radical¡± y asegur¨® que no ¡°justifica ning¨²n tipo de atentado perpetrado por las organizaciones terroristas¡±. Adem¨¢s, seg¨²n su versi¨®n, lleg¨® a Espa?a m¨¢s de medio mes antes del 14 de abril para intentar encontrar trabajo ¡°en invernaderos o granjas recogiendo fruta¡±; y lo hizo en autob¨²s desde Italia, adonde arrib¨® ¡°en bote¡± procedente de Grecia, pa¨ªs al que, a su vez, hab¨ªa llegado desde Turqu¨ªa.
?lvaro Dur¨¢n, abogado del exrapero, defiende que la instrucci¨®n ¡°no ha encontrado ni una sola conexi¨®n entre Abdel Bary y el ISIS o quien sea¡±. ¡°No se le ha incautado propaganda, v¨ªdeos de imanes¡¡±, apostilla el letrado. Los otros dos arrestados tambi¨¦n niegan las imputaciones de la magistrada y se presentan como simples inmigrantes irregulares. Siddiki, de origen argelino y a quien se atribuyen las labores de ¡°log¨ªstica¡± de la c¨¦lula, relat¨® a la jueza que decidi¨® viajar en patera a Espa?a para despu¨¦s desplazarse hasta Irlanda, donde se encuentran su esposa e hija. Por su parte, Chollouah arguy¨® que desembarc¨® en la costa andaluza con la idea de viajar a Alemania porque tiene ¡°un amigo all¨ª que es profesor de deporte y quer¨ªa trabajar all¨ª¡±. Ambos repitieron, adem¨¢s, que no conocieron a Abdel Bary hasta llegar Almer¨ªa.
¡°Que se acurruquen en casa¡±
Otra gran inc¨®gnita sobrevuela la Operaci¨®n Altepa: ?ad¨®nde se dirig¨ªan los tres sospechosos? A lo largo de cientos de p¨¢ginas de sumario, la Polic¨ªa Nacional no solo intenta reconstruir el recorrido que hicieron hasta alojarse en un piso de la ciudad andaluza, sino que tambi¨¦n busca pistas sobre el camino que les quedaba por delante. ¡°Nos encontramos ante una c¨¦lula itinerante cuyo destino final podr¨ªa haber sido nuestro pa¨ªs o cualquier otro del espacio europeo¡±, exponen los agentes, que aportan un audio interceptado a uno de los arrestados donde alguien les recomend¨® que, antes de seguir su ruta, esperasen un poco m¨¢s de tiempo: ¡°Aguanten un poco¡±.
¡°Me hab¨ªas dicho que ten¨ªas amigos en Almer¨ªa que quer¨ªan subir a Francia... Ahora mismo, ni una mosca puede pasar¡±, relata, en otro audio hallado en el m¨®vil, un interlocutor a Kossaila Chollouah, calificado por los investigadores como un lugarteniente de Abdel Bary, especializado en la seguridad del grupo. Seg¨²n la instrucci¨®n, tras zarpar del norte de ?frica, los tres detenidos llegaron en patera a la costa de Almer¨ªa el 14 de abril de 2020 y se toparon con un pa¨ªs confinado por el coronavirus. Eso, indudablemente, limitaba sus movimientos. ¡°Si les pilla el control, les llevar¨¢n al calabozo y de all¨ª a su pa¨ªs. Como si no hubieran hecho nada. ?Me entiendes? Ahora, ni subir ni bajar. [...] Ahora mismo que se acurruquen en casa, que ya han llegado bien [...] Que aguanten un poco. En cuanto la cosa est¨¦ bien, te dir¨¦ yo algo. Se montan en un autob¨²s normal y que suban [...] Mejor ahora que se queden en casa¡±, relata la transcripci¨®n del audio incorporada al sumario.
De esta forma, los investigadores barajan como una de sus principales tesis que Espa?a constituyese solo la puerta de entrada a Europa del grupo presuntamente liderado por Abdel Bary, de 31 a?os y origen egipcio, a quien las fuerzas antiterroristas sit¨²an en Siria a mediados de la pasada d¨¦cada luchando en las filas del ISIS. De hecho, otro informe destaca que el hallazgo de un pasaporte franc¨¦s falsificado ¡ªinterceptado al tercer detenido, Abderrezak Siddiki¡ª ¡°podr¨ªa se?alar al pa¨ªs galo como otro estadio de su recorrido o, quiz¨¢s, su destino final tras abandonar nuestro pa¨ªs¡±.
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