Los socios presionan al PSOE para que endurezca la ley de memoria
El texto concita los ataques de la derecha y el independentismo, mientras Unidas Podemos anuncia que lo enmendar¨¢ para pedir que se revise la amnist¨ªa de la Transici¨®n
Nada sube tanto la temperatura emocional en el Congreso de los Diputados como las disputas sobre la historia, y el mejor ejemplo se ofreci¨® este jueves: discursos enardecidos, fotograf¨ªas de v¨ªctimas de violencia pol¨ªtica exhibidas desde la tribuna y ovaciones atronadoras, ahora a la izquierda, ahora a la derecha. La nueva ley de memoria democr¨¢tica pas¨® su primer tr¨¢mite en el Congreso, pero echa a andar en una situaci¨®n precaria, con la derecha vertiendo los peores calificativos contra ella y los socios del PSOE presionando para endurecer su contenido.
Hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªa a un Gabriel Rufi¨¢n tan desatado contra el Gobierno. El portavoz de ERC adopt¨® su faceta m¨¢s solemne, escogi¨® un estribillo para ir introduciendo cada tema con una apelaci¨®n a los ¡°se?ores antifascistas de esta C¨¢mara¡± y concluy¨® dirigi¨¦ndose al Ejecutivo: ¡°La pregunta no es por qu¨¦ nosotros somos tan duros, la pregunta es por qu¨¦ son ustedes tan cobardes¡±.
Si Rufi¨¢n descoll¨® entre los discursos m¨¢s encendidos, en las ovaciones se signific¨® sobre todo el grupo de Vox, que acogi¨® entusiasmado la intervenci¨®n en la que su parlamentario Francisco Jos¨¦ Contreras desgran¨® toda clase de explicaciones hist¨®ricas para negar que la causa de la Guerra Civil fuese el golpe de Estado franquista. Cuando Contreras regres¨® al esca?o, sus compa?eros lo rodearon y aplaudieron tanto y con tanto ardor que ¨¦l mismo les rog¨® que pararan.
El proyecto de ley recibi¨® luz verde para ser tramitado, pero las enmiendas a la totalidad, dos de la derecha y otra de ERC, votadas por separado, sumaron m¨¢s rechazos (182 diputados) que apoyos al texto. PP y Vox ped¨ªan simplemente devolverlo al Ejecutivo y reunieron sus votos, los de Ciudadanos y los de la derecha regionalista. La enmienda de ERC se votaba aparte porque inclu¨ªa un texto alternativo y fue respaldada por todos los grupos nacionalistas catalanes, EH Bildu y el BNG.
La tramitaci¨®n de la ley se perfila para el Gobierno, y sobre todo para el PSOE, como un camino sembrado de ascuas. La derecha considera que ¡°hace volar por los aires el pacto constitucional¡±, seg¨²n sentenci¨®, en una intervenci¨®n dur¨ªsima, la diputada del PP Macarena Montesinos. El independentismo exige ir mucho m¨¢s all¨¢ de lo que propone el texto elaborado por la Secretar¨ªa de Estado de Memoria Democr¨¢tica y, en algunos aspectos, sus demandas cuentan con la comprensi¨®n de Unidas Podemos. El socio minoritario del Ejecutivo anunci¨® que presentar¨¢ enmiendas parciales, entre ellas para pedir la retirada de la ley de amnist¨ªa de 1977 de los apartados que impiden actuar contra los funcionarios de la dictadura envueltos en la represi¨®n.
Aunque ERC asum¨ªa que su enmienda no iba a derrotar el proyecto del Gobierno, le sirvi¨® para seguir enarbolando una reivindicaci¨®n que mantiene viva desde 2007, cuando ya vot¨® en contra de la primera ley de memoria hist¨®rica. Esquerra exige ¡°el fin de la impunidad¡±, derogar la amnist¨ªa de la Transici¨®n, declarar ilegal la dictadura y dar resarcimiento econ¨®mico a las v¨ªctimas del franquismo. Por todos esos temas se desliz¨® Rufi¨¢n con su m¨¢s afilado arsenal dial¨¦ctico para descalificar el texto como ¡°un postureo¡± y una ¡°verg¨¹enza¡±. El resto del independentismo secund¨® sus posiciones, aunque su lenguaje fue bastante menos belicoso. Alguno de esos portavoces, como Bel Pozueta, de EH Bildu, incluso reconoci¨® que el proyecto contiene ¡°pasos importantes¡±.
El ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, aguant¨® la borrasca sin mover el gesto, tras una intervenci¨®n ante la C¨¢mara en la que se hab¨ªa afanado en ofrecer un mensaje de concordia. Uno de sus hilos argumentales fue negar que el proyecto pretenda revisar la Transici¨®n, de la que hizo una defensa sin matices, sino ¡°aumentar su prestigio¡± con una iniciativa para ¡°homologar las leyes espa?olas con las de los pa¨ªses de nuestro entorno¡±. Bola?os, tambi¨¦n con timbre emocionado por momentos e interrumpido por grandes ovaciones, multiplic¨® las frases conciliadoras: ¡°No es una ley contra nadie¡±; ¡°no es ideolog¨ªa, es justicia, es democracia, es humanidad¡±; ¡°no pretende abrir heridas, sino cerrarlas de una vez por todas¡±. Y sobre todo apel¨® a las v¨ªctimas: ¡°?Alguien puede oponerse a que una nieta recupere los restos de su abuelo de una cuneta?¡±.
Solo Unidas Podemos y el PNV secundaron al ministro. La derecha se emple¨® a fondo para demoler el proyecto. Vox lo hizo culpando de la Guerra Civil a la ¡°radicalizaci¨®n del PSOE¡± e impugnando la Segunda Rep¨²blica, de la que el diputado Contreras lleg¨® a decir que ¡°cerr¨® m¨¢s peri¨®dicos que el r¨¦gimen de Franco¡±. Para el PP, la ley obedece al ¡°oscuro deseo de dinamitar el referente luminoso de la Transici¨®n¡±. ¡°Es un llamamiento al enfrentamiento entre compatriotas¡±, censur¨® la diputada Montesinos.
Ciudadanos decidi¨® respaldar las enmiendas de la derecha con otro discurso muy vibrante. Su diputado Guillermo D¨ªaz no combati¨® tanto el contenido de la ley como el hecho de que el Gobierno quiera prohibir la exaltaci¨®n de la dictadura al tiempo que estudia despenalizar el enaltecimiento del terrorismo. ¡°Usan a las v¨ªctimas como excusa, esto es memoria selectiva¡±, protest¨® D¨ªaz, muy airado.
Bola?os asumi¨® que el Gobierno est¨¢ obligado a buscar acuerdos y rog¨® que la negociaci¨®n no se empantane cuando comience la discusi¨®n del proyecto art¨ªculo por art¨ªculo. Para eso apel¨® de nuevo a los familiares de las v¨ªctimas, muchos de ellos de avanzada edad: ¡°Hay gente que ya no tiene tanto tiempo¡±. Su invitaci¨®n fue desde?ada por Rufi¨¢n: ¡°Si tanta prisa ten¨ªan, ?por qu¨¦ han esperado 14 a?os?¡±.
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