Un capit¨¢n falsific¨® la firma de su jefe para mandar cartas golpistas a Alberto Garz¨®n y Cayo Lara

El capit¨¢n jur¨ªdico Jos¨¦ Miguel Gonz¨¢lez Reyes, destinado en la Zona de la Guardia Civil de Canarias, urdi¨® una singular venganza contra su superior, el coronel Vicente Carricondo S¨¢nchez. Escribi¨® cartas de car¨¢cter golpista, con insultos y amenazas incluidos, y las remiti¨®, en marzo de 2015, al ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, al entonces coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, y a su sucesor, Alberto Garz¨®n, todos ellos diputados. Al primero lo acusaba de ¡°entregar el pa¨ªs al comunista Pablo Iglesias¡± y le aseguraba estar dispuesto a ¡°tomar las armas de nuevo, si fuera necesario¡±; al segundo lo amenazaba de muerte con la expresi¨®n ¡°desp¨ªdase de la vida¡±; y al tercero le advert¨ªa lac¨®nicamente: ¡°Prep¨¢rate¡±.

Pero las cartas no las firmaba el capit¨¢n sino su superior y parec¨ªan m¨¢s cre¨ªbles porque estaban fechadas el d¨ªa 23 de febrero y su autor era, supuestamente, Vicente Carricondo S¨¢nchez quien, m¨¢s de tres d¨¦cadas atr¨¢s, cuando era teniente, hab¨ªa sido condenado a un a?o de c¨¢rcel por su participaci¨®n en el asalto al Congreso encabezado por el golpista Tejero. El capit¨¢n tom¨® la firma de su superior de un documento titulado ¡°pliego de prescripciones t¨¦cnicas-suministro de combustible para calefacci¨®n con destino a instalaciones de la Guardia Civil¡±.

A esa conclusi¨®n ha llegado la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que, en una sentencia dictada el pasado 14 de octubre, desestima el recurso del capit¨¢n jur¨ªdico contra la condena a un a?o y siete meses de c¨¢rcel que le impuso la Audiencia Provincial de Madrid como autor de un delito continuado de falsificaci¨®n de documentos privados y a indemnizar a su superior con 1.000 euros.

El objetivo del capit¨¢n, seg¨²n le sentencia, era ¡°da?ar la fama y la reputaci¨®n del coronel¡±. Aunque el acusado neg¨® en el juicio que sintiera animadversi¨®n alguna hacia su superior, este hab¨ªa presentado un parte disciplinario contra ¨¦l y, aunque se archiv¨® de plano, pudo enterarse de su existencia, seg¨²n el tribunal. Adem¨¢s, el jefe fue multado por no ejecutar resoluciones favorables al oficial en varios procesos contencioso-administrativos y, en el registro del domicilio de este ¨²ltimo, se hall¨® un escrito en el que este acusaba al coronel de los delitos de abuso de autoridad, deslealtad e injurias. Tambi¨¦n se encontr¨® en su ordenador un archivo denominado Carricondo cuyo contenido hab¨ªa sido borrado, pero del que se pudo recuperar el documento del que supuestamente extrajo la firma que reprodujo en las cartas.

Del mismo modo que el teniente Carricondo pudo continuar su carrera en la Guardia Civil pese a haber participado en el asalto al Congreso (inicialmente el Consejo de Guerra lo absolvi¨® aplicando la obediencia debida, pero el Supremo lo conden¨® como autor de un delito de adhesi¨®n a la rebeli¨®n militar), el capit¨¢n Gonz¨¢lez Reyes podr¨¢ seguir perteneciendo al Cuerpo Jur¨ªdico Militar.