Una asociaci¨®n enfrentada al Gobierno logra la mayor¨ªa en el ¨®rgano de representaci¨®n de los guardias civiles
Jucil, al igual que el sindicato que arras¨® hace dos a?os en las elecciones de la Polic¨ªa Nacional, surge de Jusapol, la plataforma que sac¨® a la calle a miles de agentes para reclamar mejoras salariales
La asociaci¨®n profesional Justicia Guardia Civil (Jucil) es, desde este jueves, la organizaci¨®n mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil al obtener en las elecciones celebradas en el instituto armado seis de los 16 puestos reservados a la representaci¨®n de los agentes en este ¨®rgano de negociaci¨®n con el Ministerio de Interior. Jucil, surgido de la plataforma Justicia Salarial Policial (Jusapol, que sac¨® a la calle a miles de agentes de la Polic¨ªa Nacional y Guardia Civil para reclamar la equiparaci¨®n salarial con los Mossos y que est¨¢ enfrentado al Gobierno por ello), se presentaba por primera vez. Pese a ello, ha desplazado como primera fuerza a la progresista Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que pierde tres de los siete puestos que obtuvo en 2017.
Con esta victoria, Jucil sigue los pasos del sindicato Justicia Polic¨ªa (Jupol), tambi¨¦n surgido de Jusapol, que en las elecciones de la Polic¨ªa Nacional de junio de 2019 se hizo con el primer puesto del ¨®rgano de representaci¨®n de los agentes en este cuerpo partiendo tambi¨¦n de cero. En su caso, sus resultados fueron arrolladores al lograr ocho de los 14 puestos, unos resultados nunca conseguidos antes por otro sindicato.
En las elecciones al Consejo de la Guardia Civil, celebradas entre el martes y el mi¨¦rcoles, pod¨ªan votar 82.931 agentes. La participaci¨®n fue del 46%, cinco puntos mayor que en la anterior convocatoria, seg¨²n los datos facilitados por Interior. Deb¨ªan elegir, repartidos entre las distintas escalas, a los 16 vocales (en las elecciones anteriores eran 15). El Ministerio del Interior consulta a este ¨®rgano, sin car¨¢cter vinculante, cualquier decisi¨®n que afecta a las condiciones de trabajo, el r¨¦gimen disciplinario y otros asuntos sociales y econ¨®micos que afectan a los agentes.
Al t¨¦rmino del escrutinio, Jucil hab¨ªa conseguido 15.070 votos, repartidos principalmente en las escalas de cabos y guardias (donde consigue cinco representantes con 14.251 papeletas, el 44,61%) y de suboficiales (773 votos, el 17,3% de los sufragios, que le da su sexto vocal). En las dos escalas de oficiales, sin embargo, ha quedado lejos de obtener representaci¨®n, con porcentajes de votos que rondan tan solo el 5%. El resto de representantes se los han repartido la AUGC (4), la Uni¨®n de Oficiales (2), la Asociaci¨®n Espa?ola de Guardias Civiles, la Asociaci¨®n Profesional de Cabos, Independientes de la Guardia Civil y la Asociaci¨®n de la Escala de Suboficiales (con un representante cada uno). Otras cuatro asociaciones han quedado fuera.
Los resultados de Jucil reflejan el poder que a¨²n conserva Jusapol, la plataforma surgida en 2017 en pleno despliegue de miles de polic¨ªas y guardias civiles en Catalu?a para evitar el refer¨¦ndum ilegal del 1-O, y que incidi¨® en la discriminaci¨®n salarial con los Mossos d¡¯Esquadra, su principal bandera de enganche. Los sindicatos policiales y asociaciones profesionales de la Guardia Civil tradicionales siempre han acusado a esta, a Jupol y a Jucil de esgrimir un discurso populista para oponerse al acuerdo de equiparaci¨®n salarial pactado por ellos en marzo de 2018 con el entonces ministro Juan Ignacio Zoido, del PP, y de provocar enfrentamientos entre los propios agentes. Este acuerdo, cifrado en 807 millones, ha supuesto que los polic¨ªas pasen en estos tres a?os a ganar 561 euros brutos m¨¢s al mes, y los guardias civiles, 720.
Desde el nacimiento de Jusapol, las manifestaciones convocadas por esta plataforma y las dos organizaciones surgidas de ellas han sido multitudinarias y han contado con la presencia de destacados dirigentes de Ciudadanos, PP, Vox y, a veces, de Podemos. Su discurso duro contra el Gobierno (que ha incluido, adem¨¢s de protestas callejeras, denuncias judiciales y peticiones de dimisi¨®n) ha encontrado en el Congreso un altavoz en el partido de Santiago Abascal, que ha defendido en varias ocasiones su principal reclamaci¨®n: nuevas subidas salariales para alcanzar lo que denominan ¡°equiparaci¨®n salarial real¡± con los mossos, que consideran que el acuerdo de 2018 no consigue. No obstante, desde las tres organizaciones siempre han rechazado cualquier vinculaci¨®n con Vox y se defiende su car¨¢cter apol¨ªtico, aunque algunos de sus miembros si han manifestado p¨²blicamente su cercan¨ªa a la formaci¨®n de ultraderecha.
El 3 de marzo del a?o pasado, justo antes del primer estado de alarma, Jusapol, Jupol y Jucil dieron una vuelta de tuerca a sus protestas al congregar a miles de polic¨ªas y guardias civiles ante la puerta del Congreso. Muchos de los asistentes cubrieron sus rostros con caretas de Anonymous e, incluso, los asistentes rompieron el primer cord¨®n policial para plantarse frente a la puerta de los leones. En aquella protesta tambi¨¦n se repartieron pasquines an¨®nimos en los que se incitaba a los agentes a participar, una semana m¨¢s tarde, en una huelga ¡ªpolic¨ªas y guardias civiles no tienen reconocido este derecho¡ª encubierta con bajas m¨¦dicas. Pese a que algunos dirigentes parecieron alentarla desde la tribuna, Jusapol se desmarc¨® de una convocatoria que, finalmente, tuvo escasa incidencia. El porcentaje de agentes que falt¨® al trabajo tras alegar enfermedad fue similar al de cualquier otra jornada. Unos d¨ªas antes, miembros de la organizaci¨®n hab¨ªan protagonizado un escrache frente a la casa del entonces vicepresidente segundo del Gobierno y l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias.
Desde entonces, las tres organizaciones han seguido convocando protestas, algunas de ellas ante la sede de Interior, pero tambi¨¦n han sufrido graves crisis internas. Jupol decidi¨® en junio destituir a su secretario general, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa, por supuestas irregularidades en sus gastos, lo que provoc¨® un cisma en su seno. La reciente elecci¨®n de un nuevo l¨ªder no ha terminado con la pol¨¦mica en el seno del sindicato, ya que un sector ha acudido a los tribunales para impugnar el proceso que desemboc¨® en esta elecci¨®n.
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