Juana Ruiz pide al tribunal militar israel¨ª que aclare que no ha reconocido v¨ªnculos con el terrorismo

La defensa de la cooperante espa?ola Juana Ruiz S¨¢nchez, que fue declarada culpable el mi¨¦rcoles por un tribunal militar israel¨ª tras un acuerdo para ver rebajada su condena, ha pedido a la jurisdicci¨®n castrense que aclare que ella no ha reconocido haber colaborado con el Frente Popular de Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), calificado como terrorista. Dos ministros de Israel, el titular de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, y el de Defensa, Benny Gantz se ampararon en el acuerdo para incriminar a varias ONG palestinas que han sido recientemente ilegalizadas. En un comunicado conjunto, ambos ministros afirmaron que Ruiz ¡°admiti¨® haber recaudado fondos para el FPLP¡± y ¡°confes¨® que (ese partido) utilizaba a las ONG proscritas¡±.

¡°Esas afirmaciones son completamente falsas, ya que ni el tribunal ni la fiscal¨ªa han investigado esos hechos, que no han sido admitidos por la encausada¡±, ha alegado el abogado de Ruiz, Avigdor Feldman. ¡°Se interpretan m¨¢s bien hechos contenidos en los antecedentes (...) y que fueron incorporados al acuerdo en el ¨²ltimo momento sin mencionar a la acusada¡±, sostiene el letrado. Espera que se produzca la aclaraci¨®n judicial antes de que se dicte la condena el d¨ªa 17.

Juana Ruiz, de 63 a?os, fue detenida hace siete meses en su casa pr¨®xima a Bel¨¦n (Cisjordania) bajo la acusaci¨®n de colaborar con una organizaci¨®n ilegal, como empleada de la ONG sanitaria Comit¨¦s de Trabajo para la Salud. Por raz¨®n de su residencia est¨¢ sujeta a la jurisdicci¨®n castrense que rige bajo la ocupaci¨®n israel¨ª para los palestinos.

¡°Yo siempre pens¨¦ que trabajaba para una organizaci¨®n legal. Siento mucho si me equivoqu¨¦ en algo. Espero que tengan en cuenta que no he intentado hacer da?o¡±, cerr¨® su declaraci¨®n Juana Ruiz ante en el tribunal militar de Ofer, pr¨®ximo a Ramala (Cisjordania). Ten¨ªa las manos esposadas y llevaba grilletes en los pies.

Su defensa pretende que la justicia castrense deje claro ahora que la fiscal¨ªa acept¨® un trato: que los antecedentes del acuerdo no guardan ninguna relaci¨®n con la acusada, como han sostenido despu¨¦s los dos ministros israel¨ªes. ¡°No se menciona en absoluto a la procesada, que no reconoce tener conocimiento sobre la actividad del FPLP en Cisjordania y que tampoco sab¨ªa que el dinero (donado a la ONG para la que trabajaba) pudo ser transferido al FPLP¡±, recalca su abogado.

Feldman Apunta adem¨¢s que a que la incorporaci¨®n posterior del cap¨ªtulo de antecedentes tuvo como objetivo ¡°sostener la falsa declaraci¨®n oficial contra la acusada¡±. Considera, en suma, que la manipulaci¨®n del proceso legal arroja sombras que ¡°pueden socavar la independencia del tribunal militar respecto a las autoridades militares¡±.

La ONG humanitaria israel¨ª B¡¯Tselem acus¨® a los ministros de Exteriores y Defensa de intentar manipular el acuerdo legal negociado por Ruiz ¡°para incriminar a las organizaciones de la sociedad civil palestina¡±. ¡°No han aportado ninguna prueba antes¡±, precis¨® B¡¯Tselem, ¡°y ahora pretenden justificar con este caso su decisi¨®n de clausurar y silenciar esas asociaciones¡±.

El letrado advierte en particular sobre la gravedad de las consecuencias jur¨ªdicas de no aclarar y rectificar el contenido del acuerdo pactado con la fiscal¨ªa. ¡°El comunicado de los ministros Lapid y Gantz, en el que se cita a la encausada con nombre y apellidos, puede ponerla en peligro de ser penalmente perseguida en Espa?a o en otros pa¨ªses al ser designada como militante destacada del grupo terrorista FPLP¡±, concluye.

Juana Ruiz admiti¨® los cargos de ¡°colaborar con una organizaci¨®n ilegal¡± (en referencia a los Comit¨¦s de Trabajo para la Salud, ONG tambi¨¦n declarada proscrita), y ¡°tr¨¢fico de divisas¡±, a cambio de una previsible una sentencia a 13 meses de c¨¢rcel y una multa de unos 14.000 euros, una condena relativamente leve para un caso de seguridad con supuestas vinculaciones con el terrorismo.

Pero sobre todo los admiti¨® para acortar su estancia en una prisi¨®n reservada a mujeres activistas palestinas en el norte de Israel, donde en siete meses solo ha podido recibir dos visitas familiares en la c¨¢rcel, mantener media docena de encuentros con los representantes consulares espa?oles y hacer una llamada telef¨®nica. Estos procesos bajo la jurisdicci¨®n castrense israel¨ª pueden prolongarse durante a?os y tienen un muy elevado ¨ªndice de condenas. Seg¨²n la memoria anual de los tribunales militares israel¨ªes, en 2011 alcanz¨® el 99,74%.