El calvario judicial de la cooperante espa?ola presa en Israel amenaza con alargarse

El juicio ante un tribunal militar de Israel a la cooperante espa?ola Juana Ruiz S¨¢nchez, de 62 a?os, se reanuda este martes tras m¨¢s de dos meses de suspensi¨®n. Desde su detenci¨®n, en la que una veintena de soldados irrumpieron en la madrugada del 13 de abril en su casa de las afueras de Bel¨¦n, la trabajadora humanitaria en una ONG sanitaria palestina permanece entre rejas por un calvario judicial que amenaza con alargarse. La justicia castrense la acusa de pertenencia a una ¡°organizaci¨®n ilegal¡± que desvi¨® fondos de la cooperaci¨®n internacional a un grupo palestino calificado como terrorista. Su defensa prev¨¦ impugnar ahora los cargos y pedir su inmediata excarcelaci¨®n, o al menos su pase a la situaci¨®n de arresto domiciliario. Pero, tras el relevo en su equipo de abogados, el proceso puede prolongarse a causa de la detenci¨®n de otros miembros de su ONG.

Juana Ruiz se encuentra internada en el vetusto penal de Damon, en las monta?as boscosas que rodean Haifa (en la costa norte de Israel) junto a decenas de presas palestinas ¡°de seguridad¡± (nacionalistas). Atr¨¢s quedaron las semanas de aislamiento en la celda en una c¨¢rcel pr¨®xima a Tel Aviv y los largos interrogatorios por los agentes del Shin Bet (servicio de seguridad interior). ¡°Juana se encuentra mejor, al menos no est¨¢ sola¡±, aseguran fuentes diplom¨¢ticas conocedoras de la asistencia consular a la cooperante espa?ola. ¡°Pero las recientes detenciones en el seno de su organizaci¨®n pueden originar nuevas acusaciones¡±, advierten las fuentes citadas, que temen que no se le permita salir de prisi¨®n mientras los servicios de seguridad no completen las investigaciones.

Hace un mes fue detenida tambi¨¦n la palestina Shatha Odeh, directora ejecutiva de Comit¨¦s de Trabajo para la Salud (HWC, por sus siglas en ingl¨¦s), ONG en la que trabajaba Ruiz desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas en el ¨¢rea de cooperaci¨®n internacional. En la misma redada fueron arrestadas por fuerzas militares otras 10 personas de la organizaci¨®n. A todas ellas se les acusa de participar en una red para ¡°introducir ilegalmente fondos en los territorios palestinos¡±, que fueron desviados hacia el Frente Popular de Liberaci¨®n de Palestina (FPLP), grupo considerado terrorista por Israel y la Uni¨®n Europea, ¡°mediante fraude, falsificaci¨®n y enga?o¡± a los donantes de pa¨ªses europeos.

¡°El martes voy a impugnar todos los cargos. No hay ninguna evidencia consistente, ninguna prueba¡±, ha adelantado Avigdor Feldman, actual letrado de la cooperante espa?ola. ¡°Todo forma parte de una operaci¨®n de Israel para acusar sin base a asociaciones de la sociedad civil que realizan tareas humanitarias en los territorios palestinos¡±, subraya Feldman, fundador de la Asociaci¨®n de Derechos Civiles de Israel y que fue letrado de Mordejai Vanunu, el t¨¦cnico nuclear que desvel¨® la existencia del programa secreto de armas at¨®micas de Israel.

Feldman ha relevado al frente de la defensa de Juana Ruiz a la abogada Gabriela Laski, quien represent¨® hace tres a?os ante la justicia militar a la adolescente palestina Ahed Tamimi, convertida en icono de su pueblo tras haber abofeteado a un soldado que hab¨ªa irrumpido en su casa en Cisjordania. Laski dej¨® la defensa tras resultar elegida diputada por el partido Meretz (izquierda pacifista).

¡°La familia ha tenido que abrir una cuenta de recogida de fondos para sufragar los elevados gastos de la defensa jur¨ªdica¡±, precisa un comunicado difundido el domingo por la plataforma de apoyo a Juana Ruiz, integrada por 140 organizaciones en Espa?a. ¡°Gracias a la enorme solidaridad de cientos de personas y organizaciones se ha logrado obtener ya el 60% del total necesario¡±. ¡°Esperamos que el juicio sirva para demostrar que las acusaciones son falsas y para lograr su libertad tras cuatro meses de encarcelamiento injusto y arbitrario¡±, resalta el comunicado.

En una situaci¨®n que fuentes diplom¨¢ticas calificaron de ¡°presi¨®n psicol¨®gica y ps¨ªquica¡±, Ruiz tard¨® m¨¢s de dos semanas en recibir sus efectos personales tras su detenci¨®n, como las gafas de lectura, y no se pudo cambiar de ropa con vestimentas propias. La cooperante espa?ola debe tomar medicaci¨®n a causa de una enfermedad cr¨®nica y estuvo sumida en un estado depresivo durante varias semanas por el permanente aislamiento al principio de su detenci¨®n. Tambi¨¦n tuvo que firmar documentos en hebreo, lengua que no conoce, sin la presencia de un int¨¦rprete. Se trata de la primera vez en tiempos recientes que una persona con ciudadan¨ªa exclusiva espa?ola recibe el inflexible trato que la justicia militar israel¨ª aplica sistem¨¢ticamente desde hace 54 a?os a los residentes en los territorios ocupados palestinos.

Implicaci¨®n del Gobierno espa?ol

El relevo en el equipo de defensa de la cooperante presa ha coincidido tambi¨¦n con el cambio de titular de Exteriores en Espa?a. En su primer contacto con el jefe de la diplomacia israel¨ª, Yair Lapid, el nuevo ministro, Jos¨¦ Manuel Albares, se interes¨® el mes pasado por la situaci¨®n de la trabajadora humanitaria encarcelada. Albares precis¨® tambi¨¦n en una comparecencia parlamentaria que se iba a implicar personalmente en el asunto.

El inter¨¦s oficial topa, sin embargo, con la lenta marcha del proceso en Israel, entre otras razones, por el par¨¦ntesis en el cambio de letrados. Previsiblemente, el juez militar no dictar¨¢ este martes en el tribunal militar de Ofer (Cisjordania) una resoluci¨®n tras haber escuchado la impugnaci¨®n de la defensa y los eventuales nuevos cargos presentados por la Fiscal¨ªa. Si la vista queda aplazada para septiembre, alertan fuentes diplom¨¢ticas, corre el riesgo de coincidir con las vacaciones judiciales del A?o Nuevo jud¨ªo. El Gobierno israel¨ª est¨¢ barajando tambi¨¦n la hip¨®tesis de un nuevo confinamiento general durante ese periodo festivo de tres semanas de duraci¨®n a causa del auge de los contagios por la covid-19. En los anteriores confinamientos la actividad de los tribunales qued¨® reducida a los casos m¨¢s urgentes.