La madre de todas las reformas
El Gobierno espera cerrar ya la nueva ley laboral como gran gesto a su electorado. Despu¨¦s, el SMI se ir¨ªa a 1.000 euros en 2022. S¨¢nchez quiere hacer el 29 un balance final
No es casualidad que la palabra ¡°reforma laboral¡± est¨¦ en la primera p¨¢gina de las 50 que componen el acuerdo de Gobierno que firmaron el PSOE y Unidas Podemos antes de cerrar la primera coalici¨®n desde la II Rep¨²blica. Es el elemento fundacional de la propia coalici¨®n. Despu¨¦s de prometer que el Gobierno reforzar¨¢ los instrumentos para reducir la ¡°desigualdad¡±, la palabra m¨¢s repetida por Pedro S¨¢nchez y Yolanda D¨ªaz en todos sus discursos, el texto del pacto va al grano en su punto 1.3: ¡°Derogaremos la reforma laboral. Recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012¡å.
Dos a?os le ha costado a la coalici¨®n llegar a tener lista esta reforma desde que se firm¨® ese texto, en diciembre de 2019. Pero ha llegado. Y esta semana es clave. El Ejecutivo espera cerrar el acuerdo ya, despu¨¦s de una recta final de v¨¦rtigo con reuniones diarias y negociaciones casi permanentes entre patronal, sindicatos y Gobierno. Ser¨ªa un hito clave para conectar con el electorado progresista al que seguir¨ªa otro elemento muy simb¨®lico: en 2022 el salario m¨ªnimo llegar¨¢ a los 1.000 euros con toda probabilidad. A¨²n no est¨¢ cerrado, pero varias fuentes del Ejecutivo lo dan por hecho.
Los trabajos para la reforma laboral est¨¢n muy avanzados y solo queda darle forma al ¨²ltimo gran escollo, los l¨ªmites legales a la temporalidad, el gran drama del mercado de trabajo espa?ol que devora las expectativas sobre todo de los j¨®venes. Pero incluso en este asunto parece factible el acuerdo con la f¨®rmula que hay encima de la mesa: limitar los d¨ªas al a?o que alguien puede estar contratado de manera temporal. Los sindicatos buscan dejarlo en 60. La patronal aspira a 120. El Gobierno ha planteado 90. De la negociaci¨®n saldr¨¢ el resultado, pero el acuerdo parece factible.
La patronal est¨¢ negociando cada coma, muy implicada, y en todo momento da la sensaci¨®n, seg¨²n fuentes de la negociaci¨®n, de que quiere un acuerdo. Las presiones son enormes, tanto dentro de la patronal como en los sindicatos, que se juegan mucho en la reforma, y en el Ejecutivo, que tiene la mirada atenta de Bruselas.
Todo est¨¢ pendiente de un fino hilo, como es normal en una negociaci¨®n tan compleja, pero todo el mundo tiene grandes incentivos para llegar a un acuerdo, coinciden varias fuentes pol¨ªticas y de los agentes sociales. Incluso la patronal, la m¨¢s reticente ¡ªsiempre ha defendido la reforma de 2012 como un gran avance en flexibilidad¡ª, parece dispuesta a ceder en algunas cosas a cambio de ganar en otras porque sabe que si se queda fuera y el Gobierno pacta solo con los sindicatos, la reforma ser¨¢ m¨¢s dura para los intereses del empresariado. Y en la tramitaci¨®n parlamentaria, donde hay socios m¨¢s a la izquierda, podr¨ªa incluso ir m¨¢s all¨¢ si la patronal est¨¢ fuera.
Lo que est¨¢ claro es que la reforma no se va a retrasar, est¨¦n o no los empresarios. Tanto la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, cuyo equipo lidera la negociaci¨®n, como la primera, Nadia Calvi?o, que tiene a un director general de su ministerio sentado a la mesa, han garantizado que estar¨¢ antes del 31 de diciembre. Lo m¨¢s probable ahora mismo es que vaya al Consejo de Ministros del 28, aunque tambi¨¦n se podr¨ªa buscar uno extraordinario de los que ahora se han vuelto habituales.
Despu¨¦s de una enorme tensi¨®n para ver qui¨¦n controlaba la reforma, la coalici¨®n ha encontrado un equilibrio y la presencia de Econom¨ªa e Inclusi¨®n en la mesa de negociaci¨®n no ha sido finalmente tan problem¨¢tica como se pens¨® al principio.
El PSOE quer¨ªa estar seguro de que no era una reforma de Unidas Podemos y que los empresarios entrar¨ªan, y ahora ya ha visto que eso parece encarrilado. Unidas Podemos no reivindica la reforma como algo de D¨ªaz, sino de todo el Gobierno, y si hay acuerdo ser¨¢ S¨¢nchez quien lo plasme. De hecho el presidente tiene prevista una comparecencia de cierre del a?o que muy probablemente se har¨ªa el 29, justo despu¨¦s de presentar la nueva ley laboral.
La madre de todas las reformas, que fue un elemento central de las campa?as del PSOE y de Unidas Podemos durante a?os, servir¨¢, si todo va seg¨²n lo previsto, para poner el broche final a un fren¨¦tico final de a?o en el que se est¨¢n aprobando leyes clave, como los Presupuestos o la reforma de pensiones, con una s¨®lida mayor¨ªa m¨¢s estable de lo esperado. El apoyo de ERC siempre es m¨¢s complejo de lograr, pero al final llega. La ley audiovisual est¨¢ ya pr¨¢cticamente cerrada tambi¨¦n.
S¨¢nchez pretende reivindicar en esa comparecencia final la catarata de reformas en marcha y sobre todo que Espa?a es el primer pa¨ªs en recibir los fondos de la UE porque es el que m¨¢s r¨¢pido cumple con los hitos. De hecho, en La Moncloa ya est¨¢n ultimando el documento llamado Cumpliendo, con todas las reformas.
Los consejos de ministros y los plenos de Congreso y Senado estas pr¨®ximas semanas son una evidencia de este ritmo acelerado. Ley de vivienda, de Formaci¨®n Profesional, reforma del Ingreso M¨ªnimo Vital, pr¨®rroga del escudo social, ley de suelos y residuos, pensiones, interinos, adem¨¢s de varios proyectos estrat¨¦gicos para la recuperaci¨®n y transformaci¨®n econ¨®mica (PERTE) de miles de millones de euros.
El Ejecutivo trabaja adem¨¢s para intentar frenar, como hizo en C¨¢diz, los conflictos que amenazan con dar la imagen de que la calle arde, en la que insiste mucho la oposici¨®n. El nuevo reto es el paro patronal de los transportistas, que se intenta evitar. Todo para lograr un final de a?o tranquilo, con un balance que ayude a reconectar con un electorado progresista que parece m¨¢s desmovilizado en este momento que el de la derecha. Sin olvidar que, como recuerdan en La Moncloa, y pese a la efervescencia de la oposici¨®n, a¨²n no se ha cumplido ni el ecuador de la legislatura, que llegar¨¢ el 7 de enero. Queda todo un mundo por delante.
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