Castilla y Le¨®n examina los efectos de la guerra interna en el PP
Ma?ueco es el primer dirigente popular que va a elecciones con el conflicto abierto
El adelanto electoral en Castilla y Le¨®n tiene a priori pocos riesgos para el PP. Las encuestas que maneja el partido son muy buenas, dicen que podr¨ªa rozar la mayor¨ªa absoluta, y a todos los rivales electorales la cita en este feudo de la derecha les pilla con el pie cambiado. Pero todo anticipo electoral est¨¢ cargado de incertidumbre, y esta ser¨¢ la primera vez que Castilla y Le¨®n vote en solitario, por lo que no hay precedentes que ayuden a predecir el comportamiento electoral. En ese terreno impredecible juegan aqu¨ª, adem¨¢s, dos factores novedosos sobre el PP. La candidatura de la Espa?a Vaciada, que se presentar¨¢ en todas las provincias de una de las comunidades m¨¢s despobladas, y otra variable que todav¨ªa no se ha testado: c¨®mo afecta al PP en las urnas la guerra interna que desde hace cuatro meses enfrenta a Isabel D¨ªaz Ayuso con Pablo Casado.
Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco ser¨¢ el primero en examinarse en ese contexto de conflicto, y algunas fuentes en el PP advierten de que la extrema derecha podr¨ªa salir beneficiada si persiste la guerra. ¡°Votar a Vox all¨ª sale gratis¡±, avisan estas voces en el PP. En Castilla y Le¨®n, alertan, el electorado conservador no tiene tantos incentivos para ejercer el voto ¨²til al PP, porque es muy dif¨ªcil que crea que la izquierda puede lograr un vuelco en este hist¨®rico basti¨®n de la derecha, donde gobierna desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas.
La ventaja para el PP es que los de Santiago Abascal no tienen una figura fuerte en Castilla y Le¨®n. En consecuencia, las encuestas les han situado hasta ahora en esa comunidad muy por debajo de su intenci¨®n de voto nacional (el sondeo de Nc Report del 22 de noviembre otorgaba un 8,6% de sufragios a Vox, frente al 14,6% en el que les sit¨²a a escala nacional el CIS de este lunes), lo que apunta a que la extrema derecha tiene terreno para crecer.
Vox ser¨¢ en todo caso protagonista la noche del 13 de febrero, porque la primera consecuencia de la descomposici¨®n de Ciudadanos es que arroja al PP en brazos de la extrema derecha. Seg¨²n los sondeos que maneja el PP, los de Arrimadas van a sufrir para mantener si acaso uno de sus 11 esca?os en las Cortes, y ser¨¢ Vox, en cambio, quien tenga la llave para hacer o no a Ma?ueco presidente. Ahora cuentan con un solo procurador, pero los populares creen que crecer¨¢n hasta lograr grupo propio. El nuevo ciclo electoral viene marcado por una creciente influencia de los ultras en la gobernabilidad, mientras el PP no ha resuelto cu¨¢l debe ser su relaci¨®n con ellos ni tiene una estrategia clara para derrotarlos.
En la izquierda el escenario es m¨¢s estable, pero con pocas posibilidades de lograr un vuelco. Aunque el PSOE fue el vencedor de los ¨²ltimos comicios, el PP ha recuperado terreno y el espacio de Podemos est¨¢ todav¨ªa sin reconfigurar. El partido de Ione Belarra querr¨ªa que Castilla y Le¨®n fuera el laboratorio del frente amplio que prepara Yolanda D¨ªaz, pero en el entorno de la vicepresidenta lo ven demasiado pronto y descartan lanzar su plataforma en esta coyuntura.
Ma?ueco llevaba tiempo sopesando el adelanto electoral, pero ocult¨® muy bien sus cartas. Ten¨ªa que hacerlo porque su socio de Gobierno, Ciudadanos, no pod¨ªa sospechar nada, o de lo contrario tendr¨ªa en su mano desbancarle de la presidencia con una moci¨®n de censura apoyada por los socialistas. El 11 de marzo, la fecha que aparec¨ªa como el plazo l¨ªmite de sus desvelos, afectaba solo a la capacidad del PSOE para registrar una nueva moci¨®n en su contra. Cs pod¨ªa haberlo hecho en cualquier momento, porque ninguno de sus procuradores firm¨® la iniciativa de los socialistas el pasado mes de marzo. Los socios sab¨ªan por tanto que su relaci¨®n se asentaba sobre un riesgo de vida o muerte: o mor¨ªa el uno, o mor¨ªa el otro. No sin cierta ingenuidad, los de In¨¦s Arrimadas creyeron la palabra de Ma?ueco de que no adelantar¨ªa las elecciones, y perdieron la guerra. El movimiento de Castilla y Le¨®n, que deja moribundo a Cs, podr¨ªa tener resaca. El partido de Arrimadas, con poco ya que perder, tiene todav¨ªa en su mano mociones en plazas tan relevantes como Andaluc¨ªa o el Ayuntamiento de Madrid.
G¨¦nova no presion¨® para forzar un adelanto que ve con buenos ojos. Casado sabe que la previsible victoria puede ayudarle a consolidar la tendencia de ascenso del PP tras las elecciones de Madrid, pero cuanto m¨¢s se acerque ese impulso a las generales m¨¢s le favorece, as¨ª que no ten¨ªa prisa. En todo caso, el calendario de 2022 empieza con el viento de cara para el l¨ªder del PP, cuyo principal problema sigue siendo Ayuso. La paradoja para Casado es que al mismo tiempo la l¨ªder madrile?a es su mejor arma electoral. Ma?ueco lo sabe, y por eso ha pedido a Ayuso que tenga una importante presencia en su pr¨®xima campa?a.
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