El bar-¨¢gora de Padilla de Abajo
El Ayuntamiento de un pueblo burgal¨¦s de 45 habitantes cede la gesti¨®n de un local por 12 euros al mes para crear un punto de encuentro e intentar afianzar poblaci¨®n
El sencillo pareado ¡°Merienda con la cuadrilla en Padilla¡± que cuelga de una pizarra en el bar de Padilla de Abajo (Burgos, 45 habitantes) esconde dos obviedades: las cuadrillas no pueden merendar si no hay d¨®nde hacerlo y tampoco hay meriendas sin clientela. Mala mezcla en el medio rural. El alcalde, Ignacio Grajal (PSOE), constat¨® la evidencia de los d¨ªas muertos en una localidad sin una taberna donde refugiarse y socializar, una pu?alada m¨¢s en la herida de la despoblaci¨®n que ¨¦l ha intentado curar con una oferta: ceder un local a quien quiera gestionarlo por 12 euros al mes. Condiciones econ¨®micas ventajosas en un panorama demogr¨¢fico desolador. Un reto y una oportunidad para Marta Delgado, que se ha puesto tras la barra para aportar su granito de arena en la lucha contra el ¨¦xodo rural.
En el local, un cartel ofrece bravas, hamburguesas, perritos y cachopos. El mostrador presenta banderillas y cazuelitas de callos y al fondo destacan los escudos del Real Madrid, del F¨²tbol Club Barcelona y del Burgos Club de F¨²tbol. No anda la cosa para ganarse enemigos en la parroquia, a la que Delgado lleva atendiendo apenas unas semanas. La burgalesa, de 43 a?os, se lanz¨® cuando supo de los favorables t¨¦rminos para regentar el negocio. Tuvo que pensarlo pero, tras a?o y medio desempleada y con ¡°enormes ganas de trabajar¡±, dio el paso: ¡°Soy dependienta, pero con 43 a?os te ven mayor¡±. Ella procede del cercano pueblo de Villaveta (42 habitantes), que ya ten¨ªa bar, y decidi¨® no cerrarse puertas.
El regidor se felicita de que la localidad cuente de nuevo con un lugar donde tomar algo, echar la partida y charlar, un tr¨ªo de ases, sostiene, para que los pueblos ganen la partida al abandono. Los primeros ganadores del concurso para hacerse con la gesti¨®n del bar, sin embargo, dieron la espantada al tercer d¨ªa, lamenta Grajal, muy contento ahora con el entusiasmo de Delgado. Su compa?ero, Santiago Pardo, alba?il de profesi¨®n y ¡°chico de los recados¡±, la asiste para traer huevos o cubrir cualquier apa?o en esa cocina nueva que instalaron los j¨®venes del pueblo.
Depende del ¨¢nimo de los visitantes, explica Delgado, que las horas de cierre se prolonguen, m¨¢s a¨²n con ¡°cuadrillas¡± animosas que celebran tener un refugio del comer y del beber: ¡°Nos comentaron que ten¨ªan ganas de disponer de un lugar donde tomar algo y poder hacer un picoteo¡±, cuenta. En Navidad le encargaron varias tortillas de patatas, y el local subast¨® una cesta.
Un informe del Banco de Espa?a del pasado mayo revel¨® que 270 de los 371 municipios que componen la provincia de Burgos, entre ellos Padilla de Abajo y varios de las proximidades, est¨¢n en riesgo de despoblaci¨®n. Burgos tiene, al igual que Soria, Cuenca, Teruel, Cuenca, Palencia, Huesca y Zamora, una densidad de poblaci¨®n menor a 12,5 habitantes por kil¨®metro cuadrado, criterio que marca la Uni¨®n Europea como se?al de escasez demogr¨¢fica. Por eso, los ayuntamientos de estas zonas reiteran la necesidad de disponer de servicios, desde sanitarios hasta hosteleros, para taponar esta fuga.
La afluencia al bar de Padilla es escasa entre semana, pero los fines de semana llega gente de Burgos y hasta j¨®venes de otros municipios se acercan en busca de cobijo, calor y guisos. La camarera explica sonriente la buena acogida de los callos, los costillares, el pollo de corral o el rabo de toro que los clientes encargan para llevarse la cazuela a las bodegas cercanas, toda una tradici¨®n. Bienvenido sea el local tambi¨¦n para echar la partida, comentan dos mujeres que pasean hacia la ermita rom¨¢nica del siglo XIII.
Tania Calvo, de 28 a?os, lo tiene claro: ¡°Es superimportante para la Espa?a vaciada, le da vida al pueblo¡±, dice. El alcalde considera que est¨¢n dotando de un ¡°servicio esencial¡± a este lugar, de donde proced¨ªa la familia materna del comunero Juan de Padilla. Ahora, lo revolucionario es vivir all¨ª.
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