Villegas: ¡°Rivera y yo pusimos ese despacho en el mapa¡±
La ¡®mano derecha¡¯ del expresidente de Ciudadanos asegura que Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa les contrat¨® por su ¡°nombre y agenda¡±
Principios de 2020. Un despacho de abogados andaluz fundado en 1983 quiere crecer y ampliar su oficina de Madrid. Para darse a conocer, organiza comidas con pol¨ªticos y periodistas. Un licenciado en Derecho que pudo ser vicepresidente del Gobierno acaba de dejar la pol¨ªtica. Jug¨® a todo o nada y perdi¨® una mano de 2,5 millones de votos. El despacho se llama Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa. El pol¨ªtico, Albert Rivera, y el 1 de marzo anuncian el inicio de su relaci¨®n profesional. ¡°Esta apuesta es a largo plazo. Me he comprometido a dedicar los pr¨®ximos a?os de mi vida a esta tarea, en cuerpo y alma. Vengo con las pilas cargadas¡±, aseguraba el expresidente de Ciudadanos en la rueda de prensa para comunicar su fichaje. El pasado lunes, como adelant¨® El Confidencial, solicit¨® por correo electr¨®nico el divorcio junto a su mano derecha, Jos¨¦ Manuel Villegas. El bufete le acusa de ¡°discursos vac¨ªos¡± y ¡°bajo rendimiento¡±.
Villegas, que abandon¨® Ciudadanos tras la dimisi¨®n de Rivera, explica a EL PA?S: ¡°Contactaron con nosotros unos headhunters [cazatalentos]. Nos encargaron la presidencia y vicepresidencia ejecutiva del despacho, ser el n¨²mero 1 y 2 de la compa?¨ªa. Nos ficharon para encabezar un proyecto en Madrid porque tenemos un nombre y una agenda. Eran l¨ªderes en Andaluc¨ªa, pero en la capital ten¨ªan un despacho muy peque?o. Cuando llegamos, el bufete era pr¨¢cticamente desconocido y nosotros lo pusimos en el mapa. Ten¨ªan 13 abogados en esa oficina y ahora son cerca de 50¡å.
¡°No entendemos esta guerra. Nuestra experiencia es la misma ahora que cuando nos contrataron¡±
Preguntado por si gestionaron directamente la incorporaci¨®n de esos nuevos abogados, Villegas responde: ¡°Fue a trav¨¦s de distintas v¨ªas, pero siempre utilizando nuestro nombre como gancho¡±. El despacho les acusa de falta de implicaci¨®n y desinter¨¦s. Preguntado por sus horarios y objetivos, la mano derecha de Rivera afirma: ¡°No fich¨¢bamos, ¨¦ramos altos directivos. El despacho facturaba en Madrid 1,3 millones de euros cuando llegamos y ahora cuatro millones. Ese aumento fue gracias a que captamos abogados de otras firmas y clientes¡±.
Villegas asegura que nadie les dio ¡°toque alguno de atenci¨®n¡± por bajo rendimiento y que ellos s¨ª se quejaron por lo que consideraban incumplimientos de su contrato. ¡°Ese ha sido el ¨²nico problema. No se lleg¨® a ejecutar nuestro nombramiento como presidente y vicepresidente ejecutivos en el registro mercantil. Nos prometieron ser socios, con unas participaciones del 5% y el 2% en el capital de la empresa, respectivamente, y tampoco lo hicieron. Nuestro sueldo era una parte fija y otra variable sobre la facturaci¨®n y eso no se materializ¨®¡±. No quiere dar cifras, pero asegura que el despacho les debe ¡°cantidades importantes de dinero¡±.
En cuanto a las cr¨ªticas que el bufete lanza por falta de experiencia y conocimientos jur¨ªdicos, especialmente de Rivera, Villegas replica: ¡°No entendemos esta guerra que han montado. Nuestra experiencia es la misma ahora que cuando nos contrataron¡±. Rivera se licenci¨® en Derecho en 2002. Ese a?o empez¨® a trabajar como asesor jur¨ªdico en La Caixa hasta que en 2006 fue elegido diputado en el Parlament de Catalu?a. Antes de entrar en pol¨ªtica, Villegas hab¨ªa trabajado en su propio bufete de Barcelona, especializado en derecho fiscal. Ambos planean ahora ¡°otro proyecto juntos en el ¨¢mbito jur¨ªdico¡±. ¡°La pol¨ªtica es una etapa cerrada para los dos¡±, insiste Villegas.
Tras varios d¨ªas criticando a Rivera, el despacho ha enmudecido. ¡°No tenemos intenci¨®n de hacer declaraciones sobre este tema. Pensamos que el ¨¢mbito de las reclamaciones que se nos quieran realizar debe ser el judicial. Esperamos recibir la demanda con sus pretensiones¡±, afirma Eugenio Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa, uno de los socios. Villegas conf¨ªa en poder llegar a un acuerdo antes de acudir a los tribunales: ¡°Ser¨ªa lo m¨¢s inteligente por ambas partes¡±. Preguntado por la reclamaci¨®n de su sueldo hasta 2025, cuando expiraban sus contratos, la mano derecha de Rivera afirma que ¡°eso entra dentro de las negociaciones. Si no hay pacto, lo llevaremos ante un juez¡±. De momento, el despacho rechaza frontalmente sus peticiones. ¡°No llegaremos a un acuerdo con ¨¦l aunque solo tuvi¨¦ramos que pagarle 1.000 euros¡±, aseguran.
?Pol¨ªticos? No, gracias
¡°La culpa¡±, resume un veterano abogado de uno de los grandes despachos espa?oles, ¡°es de las dos partes: de la firma, porque no les incorpor¨® por su conocimiento del derecho, sino pensando en aprovecharse de sus contactos pol¨ªticos para aumentar su clientela, pero no basta con tener una agenda porque lo que buscan los clientes son soluciones a problemas cada vez m¨¢s complejos. Y de Rivera, porque se ofreci¨® a ejercer de relaciones p¨²blicas sin tener conocimientos jur¨ªdicos suficientes¡±, ¡°Nosotros jam¨¢s hemos contratado pol¨ªticos, y no porque los despreciemos, sino porque hay que conocer el oficio¡±, a?ade. La reclamaci¨®n del exl¨ªder de Ciudadanos de percibir su sueldo hasta 2025 no le parece ¡°razonable¡±. ¡°Lo l¨®gico hubiese sido llegar a un acuerdo pac¨ªfico¡±, concluye.
Otro abogado de un importante bufete de la capital coincide: ¡°Exponer tus verg¨¹enzas en p¨²blico es lo peor para la reputaci¨®n de un despacho. Ficharon a Rivera buscando notoriedad, para salir en los medios, no porque fuera un jurista de prestigio. Cuando le contrataron ya sab¨ªan que no ten¨ªa experiencia, pensaron que por su fama podr¨ªan utilizarlo como reclamo comercial, han querido crecer demasiado deprisa y no han elegido a las personas adecuadas para hacerlo. No es un caso comparable al de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, por ejemplo, en Cuatrecasas porque ella es abogada del Estado y porque desde que entr¨® en el despacho se ha alejado totalmente de la vida p¨²blica mientras que Rivera no ha dejado de hacer comentarios pol¨ªticos¡±.
Un abogado abonado a las pol¨¦micas en Twitter
¡°No voy a hacer de lo que ya no soy, pol¨ªtico en activo. Ahora soy abogado. Siempre he visto con recelo las tutelas¡±, prometi¨® Albert Rivera cuando anunci¨® su incorporaci¨®n al bufete. Desde que dej¨® la presidencia de Ciudadanos ha sido tendencia en Twitter en numerosas ocasiones por comentarios pol¨ªticos, algo que tambi¨¦n ha hecho en otros foros y no siempre en favor de su partido. Durante la negociaci¨®n de Ciudadanos con el Gobierno para la aprobaci¨®n de los Presupuestos, dijo: ¡°Uno puede tener cintura, pero tiene que tener dignidad. Menos mal que dimit¨ª porque si tengo que aguantar esto tengo que ir escoltado frente a mis votantes¡±. Tras su abrupta salida del bufete, In¨¦s Arrimadas, a quien iban dirigidas aquellas palabras, se limit¨® a desear ¡°lo mejor¡± a su antecesor. Cs ha sufrido una desbandada tras sucesivos batacazos electorales y varios exdirigentes culpan a Rivera del hundimiento del partido. La guerra con Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa estall¨® en plena campa?a electoral en Castilla y Le¨®n, pero no creen que les perjudique. El candidato a la Junta, Francisco Igea, ya critic¨® su ¡°cesarismo¡±. ¡°No pactar con el PSOE cuando sum¨¢bamos 180 diputados fue el gran error politico desde la Transici¨®n¡±, opin¨®.
Entre las cr¨ªticas al expresidente de Cs que Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa ha aireado est¨¢ la del exceso de protagonismo. Al anunciar su fichaje, Rivera quiso ¡°destacar la inteligencia de este despacho de tener un presidente ejecutivo a partir de ahora [se refer¨ªa a ¨¦l mismo] que pueda seguir creciendo humana y profesionalmente. Es una nueva forma de entender la abogac¨ªa: enriquecerse de lo que hay fuera¡±. Mart¨ªnez-Echevarr¨ªa disfrut¨® entonces de la notoriedad que brindaba algo poco habitual en el discreto mundo de los bufetes: una rueda de prensa. Ahora, tras el sonoro divorcio, tratan de apartarse de los focos.
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