Casado se despide del Congreso entre el aplauso de quienes lo han abandonado
¡°Entiendo la pol¨ªtica desde el respeto a los adversarios y la entrega a los compa?eros¡±, ha dicho Casado en su adi¨®s | S¨¢nchez proclama ¡°solemnemente¡± que no aprovechar¨¢ la crisis del PP para convocar elecciones
Todo el hemiciclo lo miraba, todas las c¨¢maras lo apuntaban; los suyos, los que hasta anteayer lo estaban jaleando, se esforzaron por aparentar normalidad, por aplaudirle como si no lo hubiesen dejado en la estacada en el ¨²ltimo momento. All¨ª, en medio de un sal¨®n de plenos repleto, con todos los focos cayendo sobre ¨¦l, Pablo Casado era un hombre solo. El presidente del PP no rehuy¨® la papeleta y, aun apaleado por su partido, acudi¨® al Congreso de los Diputados para su ¨²ltima sesi¨®n de control al Gobierno. No estuvo m¨¢s de nueve minutos. Ley¨® un discurso de despedida que pretend¨ªa ser tambi¨¦n una declaraci¨®n de principios, escuch¨® la respuesta del presidente del Gobierno y, nada m¨¢s acabar, se levant¨® y enfil¨® r¨¢pidamente la salida con aire digno y apesadumbrado. Solo tres fieles lo acompa?aron. Para el resto, todos los que se quedaron pegados a sus esca?os, la vida sigue, a la espera de un nuevo jefe.
Casado mantuvo la inc¨®gnita hasta ¨²ltima hora. No hab¨ªa retirado su pregunta al presidente, a pesar de que todo el mundo se echaba las manos a la cabeza: ?de verdad que en su situaci¨®n, repudiado por su partido, iba a tener los arrestos de plantear por en¨¦sima vez a S¨¢nchez ¡°cu¨¢nto m¨¢s est¨¢ dispuesto a ceder a sus socios independentistas para seguir en La Moncloa?¡±. A las 8.30, media hora antes del inicio, el equipo de Casado lo confirm¨®: ir¨ªa al pleno y defender¨ªa su pregunta.
Entr¨® al hemiciclo escoltado por la direcci¨®n de su grupo, la portavoz, Cuca Gamarra, y el secretario, Guillermo Mariscal, dos de los que el martes se hab¨ªan bajado a toda prisa del barco. En los esca?os, otros dos diputados, Mario Garc¨¦s y Carlos Rojas, amagaron con un aplauso que nadie secund¨®. El todav¨ªa l¨ªder del PP, aun con rostro grave, no dej¨® entrever ninguna mirada de reproche, solo alguna sonrisa forzada.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, abri¨® la sesi¨®n y ley¨® el primer punto: ¡°Pregunta de don Pablo Casado Blanco¡¡±. El a¨²n l¨ªder del PP se levant¨®, y esta vez s¨ª, tir¨® de papeles, enterr¨® cualquier atisbo de la agresividad verbal que tantas veces ha derramado sobre el hemiciclo y ley¨® su despedida.
Entiendo la pol¨ªtica desde la defensa de los m¨¢s nobles principios y valores, el respeto a los adversarios y la entrega a los compa?eros.
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) February 23, 2022
Todo para servir a Espa?a y a la causa de la libertad porque ese es el futuro que merecen nuestros hijos y que debemos construir todos juntos. pic.twitter.com/c9E810peQZ
Fue una apelaci¨®n a la concordia, empezando por su primera frase, en la que no olvid¨® recordar que este mi¨¦rcoles se cumplen 41 a?os del 23-F. Glos¨® los avances alcanzados con la Constituci¨®n y sostuvo que su empe?o ha sido ¡°ensanchar el espacio de la centralidad¡±, aunque su discurso no siempre haya sonado as¨ª. No hubo alusiones a lo sucedido en el PP, ni ning¨²n reproche a los suyos. Y el ¨²nico dirigido al Gobierno fue indirecto, una invitaci¨®n al PSOE a permanecer en ese espacio central ¡°sin necesidad de pactos con los que no creen en Espa?a ni de alianzas con los que han atentado contra ella¡±. ¡°Espero que el Gobierno se ponga al servicio del inter¨¦s general con respeto a las instituciones, a la unidad nacional y a la igualdad de todos los espa?oles¡±, a?adi¨®.
Reserv¨® la ¨²ltima frase para una peque?a reivindicaci¨®n personal: ¡°Entiendo la pol¨ªtica desde la defensa de los m¨¢s nobles principios y valores, desde el respeto a los adversarios y la entrega a los compa?eros. Todo para servir a Espa?a y a la causa de la libertad¡±. Los diputados del grupo popular no dejaron de dedicarle su aplauso. Primero sentados, con cierta timidez, y luego ya en pie.
No fue una de esas ovaciones entusiastas que la bancada popular sol¨ªa prodigar al jefe en sus duelos m¨¢s enconados con S¨¢nchez. Era m¨¢s bien un ritual de despedida de quienes han corrido en las ¨²ltimas horas a guarecerse bajo el manto de los ganadores en la batalla interna que ha acabado con el l¨ªder al que hasta hace poco colmaban de adulaciones. Solo una diputada, la gallega Marta Gonz¨¢lez, permaneci¨® sin aplaudir
S¨¢nchez ven¨ªa dispuesto a no hacer le?a del ¨¢rbol ca¨ªdo y se atuvo al guion. Le dese¨® lo mejor ¡°en lo personal¡± a su hasta ahora adversario, aunque tampoco pudo evitar una recriminaci¨®n: que en estos dos ¨²ltimos a?os haya puesto en duda la legitimidad de su Gobierno.
El presidente aprovech¨® para comprometerse ¡°solemnemente¡± y por ¡°sentido de Estado¡± a no sacar partido de la crisis del PP y convocar elecciones. ¡°Queremos conseguir la confianza de los espa?oles bas¨¢ndonos en nuestro m¨¦rito y no en la debilidad de nuestros adversarios¡±, asegur¨®, ¡°para nosotros eso es patriotismo democr¨¢tico¡±.
En cuanto S¨¢nchez se sent¨® en su esca?o, Casado se levant¨® en la fila opuesta, se quit¨® brevemente la mascarilla para saludar a su grupo y, con paso apresurado, tom¨® el pasillo de salida. Solo tres de los que han permanecido fieles a ¨¦l hasta el momento final lo acompa?aron en el trance: Ana Beltr¨¢n, Pablo Montesinos y Antonio Gonz¨¢lez Terol. En el hemiciclo qued¨® un aire espeso. Las sesiones de control suelen ser ruidosas, hasta jaraneras en determinados momentos, pero este mi¨¦rcoles todo era un silencio de funeral, incluso entre los rivales del l¨ªder ca¨ªdo.
Los diputados del PP prosiguieron su tarea de interrogar al Gobierno con tono desfallecido. De los dem¨¢s grupos, In¨¦s Arrimadas y Edmundo Bal, de Ciudadanos, dedicaron palabras de despedida a Casado. No hubo m¨¢s alusiones a la crisis del PP que una de la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, quien espet¨® al diputado Diego Movell¨¢n: ¡°Ustedes no est¨¢n capacitados para gobernar, no dedican ni un solo minuto a los problemas de los espa?oles¡±.
La referencia molest¨® mucho a la exministra Elvira Rodr¨ªguez, quien en una intervenci¨®n posterior se quej¨®: ¡°No est¨¢n siendo d¨ªas buenos para mi partido, pero estamos aqu¨ª como una oposici¨®n responsable. Por eso no hay derecho a lo que ha dicho la vicepresidenta segunda¡±. La controversia no pas¨® de ah¨ª y el pleno sigui¨® sin abandonar esa atm¨®sfera mortecina que hab¨ªa dejado la estampa de Casado, un hombre solo en medio de una C¨¢mara repleta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.