La descoordinada solidaridad con los ucranios: ni?os que hay que tutelar por sorpresa y autobuses de refugiados en plena madrugada
Las autoridades advierten de que las iniciativas desordenadas para traer desplazados a Espa?a generan riesgos a pesar de su buena intenci¨®n
El 11 de marzo, un grupo de 16 menores ucranios, entre ellos un beb¨¦, aterriz¨® en el aeropuerto de Fuerteventura. Viv¨ªan en un orfanato ubicado a 30 kil¨®metros de Kiev, la capital de Ucrania, y buscaban refugio tras el estallido de la guerra. Ya est¨¢n a salvo, pero la evacuaci¨®n y acogida de estos ni?os en un albergue municipal la gestionaron una ciudadana ucrania y la alcaldesa del municipio de La Oliva por su cuenta. Contactaron con autoridades ucranias, pero no tuvieron en consideraci¨®n mucho m¨¢s. La Direcci¨®n General de Infancia de Canarias, quien responde en realidad por la protecci¨®n de todo menor no acompa?ado que llegue a las islas y quien probablemente acabar¨¢ asumiendo la tutela de estos ni?os, se enter¨® de la iniciativa por la prensa.
Cada d¨ªa hay m¨¢s iniciativas de plataformas ciudadanas y particulares que fletan autobuses o conducen sus propios coches hasta la frontera de Ucrania y vuelven a Espa?a cargados de refugiados. La solidaridad sin precedentes que est¨¢ mostrando la sociedad puede servir de apoyo a los desplazados en el peor momento de sus vidas. Pero tambi¨¦n acarrea problemas, caos y desprotecci¨®n si no se coordina con las autoridades, seg¨²n advierten fuentes gubernamentales, auton¨®micas y del tercer sector. Lo que quieren decir es que los principios individuales de solidaridad no siempre encajan con el bienestar de las personas a las que se pretende ayudar.
En los ¨²ltimos d¨ªas, se han multiplicado los llamamientos de las autoridades y de ONG para que las iniciativas ciudadanas, aun impulsadas por la buena voluntad, se comuniquen y se coordinen siempre con las administraciones. ¡°Hay que hacer un llamamiento p¨²blico hacia una solidaridad organizada que no se puede encauzar solo desde la conmoci¨®n, sino desde la raz¨®n¡±, pide una fuente gubernamental.
Esta fuente, que se muestra especialmente preocupada con episodios que se han ido sucediendo estos d¨ªas, advierte de que la solidaridad de la sociedad civil sin control est¨¢ determinando el destino de personas vulnerables que, quiz¨¢, ni siquiera pensaban en venir a Espa?a, precariz¨¢ndolas a¨²n m¨¢s. Teme tambi¨¦n, que altere los planes de gesti¨®n de la acogida en los ¨¢mbitos espa?ol y europeo y que influya en los flujos migratorios al no coordinarse con las autoridades. ¡°Estas redes act¨²an desordenadamente y piensan m¨¢s en otras cuestiones, como su reputaci¨®n, que no tienen nada que ver con el bienestar de los refugiados¡±, advierte. Espa?a, de hecho, en comparaci¨®n con otros pa¨ªses, no sabe con exactitud cu¨¢ntos ucranios han llegado a su territorio, porque la ¨²nica manera de medirlo es que pasen por cauces institucionales. ¡°Esta forma de actuar, adem¨¢s, puede generar el caldo de cultivo perfecto para fomentar el tr¨¢fico de personas¡±, a?ade esta fuente.
El Gobierno, las ONG y las comunidades se han coordinado para derivar a los desplazados a los recursos de acogida habilitados (unas 19.000 plazas) que sean los m¨¢s adecuados seg¨²n el perfil de los migrantes, pero sigue habiendo gente que act¨²a por su cuenta. Los refugiados no se quedan en la calle, pero el margen de maniobra al improvisar una recepci¨®n no anunciada es m¨ªnimo. Lo ejemplifica un caso reciente en el que una plataforma ciudadana decidi¨® fletar un autob¨²s con refugiados hacia una capital espa?ola sin avisar. Poco antes de llegar, la responsable se puso en contacto con una ONG de acogida que solo pudo ofrecer plazas a 60 kil¨®metros de all¨ª. La respuesta enviada en audios de WhatsApp fue de todo menos cordial: ¡°Ya lo pod¨¦is ir arreglando¡±, ¡°que mueva el culo el Gobierno o quien lo tenga que mover porque me planto con el autob¨²s ah¨ª y no se baja ninguno¡±, ¡°que empiecen a alquilar habitaciones o lo que sea¡±. Quienes necesitaron camas donde dormir esa noche acabaron donde las hab¨ªa en ese momento, a 60 kil¨®metros de donde exig¨ªa la organizadora.
Otro ejemplo: una de las ONG encargadas del dispositivo de acogida explica a EL PA?S que se han enterado de la llegada de autobuses llenos de refugiados de madrugada y por casualidad. ¡°Por la llamada de la suegra de una prima de alguien que iba en el autob¨²s¡±, cuando estaban a apenas a 100 kil¨®metros de llegar a su destino. ¡°As¨ª es muy complicado gestionar nada¡±, explica su responsable.
El Gobierno maneja la cifra de unos 1.700 desplazamientos hacia Espa?a entre el 12 y el 16 de marzo, la mayor¨ªa en autobuses y furgonetas, y en trenes. El Ejecutivo sabe que antes ha habido unos cuantos miles m¨¢s, pero hay cientos de viajes que se le escapan. Las llegadas en trenes o en avi¨®n suponen menos problemas porque hay coordinaci¨®n y comunicaci¨®n con el operador franc¨¦s SNCF y con las aerol¨ªneas que informan de los refugiados que pueden ir a bordo.
La llegada descoordinada de menores solos, como la de Fuerteventura, es lo que m¨¢s preocupa a las autoridades. A lo largo de las fronteras ucranias ya se est¨¢n reportando casos de ni?os enviados por padres desesperados para que los recojan familiares o amigos y que luego desaparecen, seg¨²n ha publicado el diario brit¨¢nico The Guardian. Acnur, la agencia para los refugiados de la ONU, ya ha alertado del riesgo de que los refugiados m¨¢s vulnerables acaben en manos de mafias y traficantes de personas. Una fuente ministerial advierte: ¡°Hay un caos considerable, las comunidades aut¨®nomas se ven desbordadas con ni?os para los que no tienen recursos de acogida. Todo el mundo quiere ayudar, pero esto hay que ordenarlo¡±.
Cada d¨ªa hay m¨¢s iniciativas de plataformas ciudadanas y particulares que fletan autobuses o conducen sus propios coches hasta la frontera de Ucrania y vuelven a Espa?a cargados de refugiados menores sin su autorizaci¨®n expresa. La Fiscal¨ªa de Menores de la Audiencia Provincial de Sevilla, por su parte, emiti¨® un decreto la semana pasada sobre la obligaci¨®n de que se le informe sobre la llegada de menores de edad no acompa?ados. La directora general de infancia de Canarias, Iratxe Serrano, que ahora tendr¨¢ que ver qu¨¦ hacer con los hu¨¦rfanos reci¨¦n llegados en una comunidad ya saturada con la acogida de casi 3.000 menores extranjeros, advierte: ¡°La ayuda se debe ofrecer con est¨¢ndares profesionales; es de vital importancia saber a qui¨¦n vamos a ayudar y c¨®mo. La improvisaci¨®n es, ya en s¨ª, un factor de riesgo¡±.
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