Luis Rold¨¢n se lleva a la tumba su mayor secreto
Un bot¨ªn de 14 millones en dinero y propiedades contin¨²a 29 a?os despu¨¦s sin aparecer
Luis Rold¨¢n muri¨® este jueves a los 78 a?os en una habitaci¨®n del hospital San Juan de Dios de Zaragoza llev¨¢ndose a la tumba su secreto mejor guardado: d¨®nde est¨¢n los 10 millones de euros que escond¨ªa en 1993 en el banco CBI-TDB en la calle Rh?ne, en el centro de Ginebra, y qui¨¦n se ha quedado con sus dos mansiones en Par¨ªs y en San Bartolom¨¦ (Antillas francesas), las dos joyas de la corona de su colecci¨®n de propiedades inmobiliarias que salv¨® del embargo judicial. Una fortuna que hab¨ªa acumulado a golpe de comisiones ilegales cobradas a las constructoras que reformaron las casas cuartel del instituto armado que Rold¨¢n presidi¨® en los a?os m¨¢s duros de la lucha contra ETA.
El exdirector general de la Guardia Civil cumpli¨® 15 de los 31 a?os de prisi¨®n a los que fue condenado por el Tribunal Supremo por protagonizar el mayor esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de la transici¨®n y provocar un terremoto pol¨ªtico y una crisis que acab¨® con casi 14 a?os de mandatos socialistas consecutivos. La pena que se le impuso, un largo rosario de delitos, es una de las mayores que ha reca¨ªdo en un funcionario p¨²blico. Pero ese interminable encierro en la c¨¢rcel de mujeres de Brieva (?vila), donde estuvo a?os aislado en un pabell¨®n, y en la de Torrero (Zaragoza), en la que cumpli¨® el tercer grado, no sirvieron para que confesara donde ocult¨® su tesoro, que nunca ha aparecido.
Una cohorte de testaferros movieron el dinero mediante el denominado efecto helic¨®ptero, transferirlo compulsivamente de un pa¨ªs a otro, y facilitaron que la ¨²ltima pista de los 10 millones dejara su huella en el Overseas Union Bank en Singapur, un para¨ªso fiscal en el que se le perdi¨® la pista hace 27 a?os. Jack Pierre Aberl¨¦ y Jean Henri, los dos testaferros protagonistas de este circo financiero, murieron en extra?as circunstancias. El primero, en su habitaci¨®n de un hospicio de Ginebra. El segundo, un bombero sin familia, apareci¨® muerto de un disparo en la cabeza y est¨¢ enterrado en la tumba de los an¨®nimos, en el bell¨ªsimo cementerio de esa ciudad. Dos testigos inc¨®modos que duraron muy poco.
De su colecci¨®n de pisos y chal¨¦s, embargada por la Justicia, Rold¨¢n conserv¨® las dos joyas de la corona: un elegante piso en Par¨ªs de 255 metros cuadrados en el n¨²mero 3-5 de la calle del General Detri¨¦, frente a la Torre Eiffel, y la villa Marie Blanche, que regal¨® a su segunda esposa Blanca Rodr¨ªguez-Porto en la isla de San Bartolom¨¦ (Antillas francesas). Ambas est¨¢n valoradas en m¨¢s de cuatro millones de euros.
Cuando la juez Ana Ferrer, instructora del caso y hoy miembro de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, intent¨® embargarlas ya hab¨ªan sido vendidas a trav¨¦s de un notario de Annemasse (pueblo franc¨¦s a 10 minutos en tranv¨ªa desde el centro de Ginebra) a las sociedades Emeraude Vert y Emeraude Bleu. Una simulaci¨®n de venta para evitar su confiscaci¨®n. La operaci¨®n la hizo un fiduciario suizo llamado Roland Costacurta quien asegur¨® que fue el propio Rold¨¢n el que le envi¨® el dinero para dar credibilidad a esta farsa. Al salir en libertad, los jueces solo hab¨ªan logrado confiscarle el 8,7% de su deuda (de unos 19 millones de euros) y se quejaban de que no hab¨ªa devuelto nada.
El exdirector general de la Guardia Civil disfrutaba de su libertad desde 2010. Viajaba en autob¨²s, casi siempre ataviado con su gorra y gabardina, y viv¨ªa en la calle Tenor Fleta de Zaragoza, en un piso de sus padres de 70 metros cuadrados que logr¨® levantar del embargo judicial. Todav¨ªa deb¨ªa m¨¢s de 17 millones a Hacienda. Pero todos los a?os y durante varios meses, la imagen del hombre que enga?¨® a todos y estuvo a punto de ser nombrado ministro del Interior por Felipe Gonz¨¢lez desaparec¨ªa. Su matrimonio con Natalia Glazkova, una ciudadana rusa de 66 a?os, una mujer culta y amante de la m¨²sica cl¨¢sica, le facilit¨® pasar largas temporadas en ese pa¨ªs en su compa?¨ªa. La ciudad y el lugar en el que resid¨ªan all¨ª sigue siendo un misterio. Natalia muri¨® hace varias semanas, seg¨²n se?alan personas cercanas a la pareja.
Desde que obtuvo la libertad, Rold¨¢n afirm¨® a todo aquel que quer¨ªa escucharle que toda su fortuna se la qued¨® Francisco Paesa, de 85 a?os, el exagente del Ministerio del Interior que lo ayud¨® a huir de Espa?a, le proporcion¨® los testaferros que ocultaron el dinero y lo convenci¨® para que se entregara. El escurridizo Paesa ha sobrevivido a su cliente. Ahora, sus sobrinos y disc¨ªpulos Alfonso y Beatriz son los que atienden en Luxemburgo a los clientes en apuros.
Pero la tozuda versi¨®n del hombre que acaba de morir de un c¨¢ncer de pr¨®stata en la habitaci¨®n del hospital San Juan de Dios de Zaragoza solo la han cre¨ªdo sus palmeros, los que utiliz¨® para defenderse cuando estaba acorralado o sus hagi¨®grafos. Ni los periodistas que descubrimos el caso, ni los jueces, fiscales y peritos que lo investigaron creen su rosario de mentiras.
Ni uno solo de los investigadores que siguieron la causa dud¨® de que conservaba el dinero robado. ¡°La gente como Paesa mueve el dinero de sus clientes, no se los quita. Lo que cuenta Rold¨¢n es impensable en el mundo del crimen organizado¡±, explicaba Alejandro Luz¨®n, el fiscal jefe Anticorrupci¨®n que investig¨® el caso. Id¨¦ntica opini¨®n manten¨ªa Conrado Cavir¨®, el perito, ya fallecido, que dedic¨® siete a?os a examinar sus cuentas. ¡°No me creo que Paesa se quedara con el dinero de Rold¨¢n. Los que se dedican a eso son profesionales, no se quedan con el dinero que mueven. ?Rold¨¢n viaja a Rusia? ?Qu¨¦ casualidad! Rusia es el pa¨ªs candidato a relevar a Suiza cuando se suprima el secreto bancario, all¨ª puede hacer lo que quiera¡±, afirmaba. Antonio Asunci¨®n, el ministro que en 1994 tuvo que dimitir tras la fuga del exdirector de la Guardia Civil iba a¨²n m¨¢s lejos. ¡°Miente m¨¢s que habla. Va de hermanita de la caridad y no me lo creo. No va a exhibirse por ah¨ª. Seguro que se pone el traje m¨¢s ra¨ªdo. No hay que fiarse de Rold¨¢n¡±, afirm¨® a?os antes de morir. Las mentiras de Rold¨¢n acabaron con su carrera pol¨ªtica.
Uno de los funcionarios de la c¨¢rcel de Brieva que vigil¨® a Rold¨¢n durante sus a?os m¨¢s duros de encierro lo define as¨ª: ¡°Este hombre habl¨® con nosotros de todo menos del dinero. Le pregunt¨¢bamos, pero ese era un tema tab¨². Sonre¨ªa y callaba. Nunca cre¨ªmos lo que nos contaba, no parec¨ªa sincero¡±.
Luis Rold¨¢n amenaz¨® durante a?os con ¡°tirar de la manta¡± para intentar esquivar la acci¨®n de la justicia, pero nunca lo hizo porque la manta nunca existi¨®. Con su larga condena pag¨® como el que m¨¢s, pero ha muerto sin que 29 a?os despu¨¦s de que fuera descubierto haya desvelado donde est¨¢n los millones que rob¨®. Las mentiras que esparci¨® a¨²n le sobreviven.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.