Gobierno y PP acuerdan las grandes l¨ªneas de la reforma del voto exterior
El PSOE espera cerrar en mayo el pacto para suprimir el sufragio rogado, que muy dif¨ªcilmente podr¨¢ aplicarse en las elecciones andaluzas
La supresi¨®n del voto rogado, es decir, la obligaci¨®n de los m¨¢s de 2,2 millones de espa?oles residentes en el exterior de solicitar previamente el sufragio para participar en las elecciones, se perfila como uno de los escasos consensos entre los partidos en esta legislatura. Las enmiendas presentadas a la proposici¨®n de ley que impulsaron el a?o pasado PSOE y Unidas Podemos revelan que no hay grandes diferencias de fondo, despu¨¦s de que los elementos esenciales de la reforma ya se hayan negociado en los ¨²ltimos meses. Ahora falta por completar la letra peque?a y los socialistas esperan que el texto est¨¦ listo para enviar en mayo al Senado. Con ese calendario, dif¨ªcilmente ser¨ªa aplicable en las elecciones andaluzas de este a?o, aunque s¨ª en las municipales, auton¨®micas y generales de 2023.
¡°Hemos avanzado mucho, estamos de acuerdo en lo esencial, la supresi¨®n del voto rogado, pero a¨²n hay que negociar flecos importantes, porque afectan a las garant¨ªas del proceso¡±, advierte el diputado del PP Jos¨¦ Antonio Berm¨²dez de Castro. ¡°De lo que se trata es de facilitar que los espa?oles en el exterior ejerzan su derecho al voto y a la vez establecer un procedimiento que impida que se repitan las irregularidades que la propia izquierda denunciaba con el sistema anterior¡±.
Hasta 2011, los espa?oles inscritos en el extranjero recib¨ªan de oficio la documentaci¨®n y las papeletas para votar. El sistema dio origen a numerosas denuncias de fraudes. En pa¨ªses como Argentina se detect¨® que agentes electorales se hac¨ªan con los documentos de personas ya fallecidas o que hab¨ªan cambiado de domicilio y, aprovechando la falta de control de la Administraci¨®n espa?ola sobre el proceso, lograban suplantar al votante.
Tras a?os de controversia, un acuerdo de los principales partidos instaur¨® la obligaci¨®n de solicitar previamente los documentos para votar. Lo que pretend¨ªa ser una garant¨ªa se convirti¨® en una carrera de obst¨¢culos burocr¨¢ticos insalvable para la mayor¨ªa, en un momento en que la crisis empujaba a decenas de miles de j¨®venes a emigrar. Si en las elecciones generales de 2008 hab¨ªa votado el 31% de los residentes en el exterior, en las ¨²ltimas de 2019 no lleg¨® al 7%. Y, mientras, el llamado censo de residentes ausentes (CERA) no ha dejado de crecer. Desde las generales de noviembre de 2019, ha aumentado en otros 130.000 y en la ¨²ltima actualizaci¨®n de marzo ya alcanzaba los 2.261.421, un 6% del total de electores inscritos.
La subcomisi¨®n creada en el Congreso para la reforma ha escuchado en los ¨²ltimos meses las opiniones de expertos para buscar una f¨®rmula que permita acabar con el voto rogado sin abrir la puerta a las irregularidades del sistema anterior. En la propuesta inicial presentada el a?o pasado por PSOE y Unidas Podemos se establec¨ªa que, en lugar de enviar las papeletas a los domicilios, estas se descargasen por v¨ªa telem¨¢tica. Como el PP plante¨® objeciones al entender que se podr¨ªa discriminar a votantes con dificultades de acceso a dispositivos inform¨¢ticos, los dos partidos del Gobierno han accedido a mantener el env¨ªo de papeletas f¨ªsicas, sin descartar la opci¨®n de las descargas telem¨¢ticas. Para intentar que se generalice esta ¨²ltima f¨®rmula, el texto compromete al Ejecutivo a presentar un plan de actuaciones en el plazo de un a?o desde la entrada en vigor de la reforma. Lo que no ha llegado a plantearse es la posibilidad de instaurar el voto electr¨®nico. ¡°Todas las opiniones que hemos escuchado en la subcomisi¨®n coincidieron en que no hay garant¨ªas sobre su seguridad¡±, subraya Berm¨²dez de Castro.
Otra de las reformas que persiguen facilitar el voto del exterior es la ampliaci¨®n de los plazos para hacerlo presencialmente en las representaciones diplom¨¢ticas y para el escrutinio de esos sufragios en Espa?a. Las enmiendas del PP reclaman extender algunos de esos plazos, reforzar las garant¨ªas para la identificaci¨®n del elector en caso de voto por correo o aumentar los lugares habilitados para ejercer el presencial. El PSOE no espera grandes dificultades para el acuerdo final. ¡°Hemos querido actuar con el esp¨ªritu de los padres constitucionales¡±, asegura el socialista Jos¨¦ Zaragoza. ¡°Desde el primer momento hemos buscado una reforma que sea de todos, no de parte¡±. PSOE y UP han presentado enmiendas conjuntas a su propio texto que recogen demandas planteadas por otros partidos.
Las enmiendas presentadas al texto revelan que sobre la cuesti¨®n del voto rogado, m¨¢s all¨¢ de algunos matices, la coincidencia es amplia desde Vox hasta los independentistas. Pero algunos grupos han aprovechado para plantear reformas de m¨¢s calado. El PNV, por ejemplo, recupera una vieja reivindicaci¨®n nacionalista, dividir por comunidades aut¨®nomas la actual circunscripci¨®n ¨²nica en las elecciones europeas. Ciudadanos va mucho m¨¢s lejos y propone una aut¨¦ntica reforma a fondo de la ley electoral para, entre otras cosas, establecer un reparto de esca?os en el Congreso m¨¢s proporcional a la poblaci¨®n, cambiar tambi¨¦n el sistema de elecci¨®n del Senado o imponer la celebraci¨®n de dos debates en campa?a entre las formaciones con grupo parlamentario. Ni PSOE ni PP est¨¢n dispuestos a entrar ahora en esos asuntos, sobre los que existen grandes discrepancias y que ya hab¨ªan acordado dejar al margen para no mezclarlos con una cuesti¨®n como el voto rogado que concita un acuerdo general.
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