Podemos y Yolanda D¨ªaz suman desencuentros en torno al proyecto pol¨ªtico de la vicepresidenta

Los desencuentros entre Yolanda D¨ªaz y el partido fundado por Pablo Iglesias se han sucedido desde que el pasado julio la vicepresidenta hizo p¨²blica su intenci¨®n de trabajar por un proyecto capaz de ensanchar la base electoral de Unidas Podemos y atraer de nuevo a algunas de las formaciones que decidieron abandonar la coalici¨®n. La propuesta no motivaba inicialmente a Podemos. D¨ªaz no pertenece a la Ejecutiva de ninguna organizaci¨®n ¡ªsolo conserva el carnet del PCE¡ª y, por tanto, no responde ante ellas. Pero Iglesias aval¨® ese planteamiento el pasado verano y pese a las dudas en torno al peso de su partido en el rompecabezas final, en los meses siguientes la titular de Trabajo traz¨® un discurso que fue asumido por todo el espacio pol¨ªtico. A¨²n sin definir si ser¨¢ ella la candidata, llegaron las fricciones.

La celebraci¨®n de un encuentro en noviembre organizado por la vicepresidenta valenciana M¨®nica Oltra que reuni¨® a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la pol¨ªtica ceut¨ª Fatima Hamed y a la portavoz de M¨¢s Madrid en la Asamblea de la comunidad, M¨®nica Garc¨ªa, con D¨ªaz, despert¨® recelos en la formaci¨®n que lidera Ione Belarra. Pese a tratarse de un encuentro de mujeres pol¨ªticas, ninguna de las ministras ¡ªni nadie de la direcci¨®n¡ª de Podemos particip¨® en una reuni¨®n que mostr¨® las posibilidades reales de una alianza en la izquierda. El silencio de la Ejecutiva durante 48 horas hizo evidente el enfado con D¨ªaz y aunque m¨¢s tarde respaldaron el acto, despu¨¦s de aquel fin de semana, Iglesias presion¨® para que la vicepresidenta dejara ¡°cerrado pronto¡± el papel de las organizaciones en todo el proceso.

En los meses siguientes, la l¨ªder de UP acentu¨® en su discurso el alejamiento de los partidos tradicionales y en diciembre afirm¨® que eran percibidos por la ciudadan¨ªa como un ¡°obst¨¢culo¡±, unas palabras que no sentaron del todo bien en el grupo.

A final de a?o lleg¨® la convocatoria de las elecciones en Castilla y Le¨®n, y cuando el candidato de UP a la presidencia de la Junta, Pablo Fern¨¢ndez, afirm¨® que esos comicios representar¨ªan ¡°el primer paso del frente amplio de Yolanda D¨ªaz¡±, fuentes de su entorno se apresuraron a corregirlo. El ¡°proceso de escucha¡± de la vicepresidenta, como ella misma ha llamado a la gira que proyecta por Espa?a para conversar con diferentes colectivos profesionales y que servir¨¢ de base a su plataforma, no hab¨ªa comenzado todav¨ªa. D¨ªaz intervino una sola vez en aquella campa?a ¡ªen parte porque se encontraba negociando la convalidaci¨®n de la reforma laboral, que fue apoyada de manera t¨ªmida por Podemos¡ª y desde diciembre no participa en actos de partido con otras ministras de esa formaci¨®n.

Tras el batacazo en los comicios el 13 de febrero (Podemos perdi¨® uno de los dos procuradores que ten¨ªa en la comunidad pese a la uni¨®n con Izquierda Unida), la l¨ªder de UP en el Gobierno llam¨® a una ¡°reflexi¨®n profunda¡± y de nuevo Iglesias, en una intervenci¨®n radiof¨®nica, reivindic¨® a la organizaci¨®n pol¨ªtica, se?alando que no ¡°bastaba¡± con liderazgos fuertes.

Aunque el partido repite siempre que D¨ªaz es ¡°la mejor candidata¡±, durante este ¨²ltimo a?o la vicepresidenta y la formaci¨®n han discrepado en asuntos clave: la querella anunciada (y nunca presentada) por Podemos contra Batet, el env¨ªo de armas a Ucrania (que los de Belarra rechazan) o el cord¨®n sanitario a Vox (del que D¨ªaz es partidaria).

En abril y en respuesta a unas palabras del presidente Pedro S¨¢nchez en televisi¨®n al referirse al ¡°espacio de Yolanda D¨ªaz¡±, varios dirigentes del partido reivindicaron que ese espacio ¡°era Unidas Podemos¡±, marcando el camino de nuevo a la ministra. La formaci¨®n ha manifestado en diversas ocasiones su deseo de que esta empiece cuanto antes a definir su plataforma. Pero la guerra en el Este de Europa y las elecciones en Andaluc¨ªa han ralentizado de nuevo sus planes.

Este lunes D¨ªaz volvi¨® a macar los tiempos. La coportavoz de la formaci¨®n, Isa Serra, afirm¨®, como hizo en su d¨ªa Fern¨¢ndez, que el acuerdo pol¨ªtico alcanzado con otras cinco formaciones ¡ªentre ellas M¨¢s Pa¨ªs¡ª para una coalici¨®n de izquierdas en la comunidad era ¡°el primer paso del frente amplio¡± de la vicepresidenta. Unas palabras que molestaron de nuevo a la responsable de Trabajo, quien pese a haber estado al tanto de las conversaciones y desplazarse incluso a Sevilla el jueves pasado, precis¨® minutos despu¨¦s que su proyecto ¡°nada tiene que ver con lo que hemos visto estos d¨ªas¡±, desvincul¨¢ndose as¨ª de la negociaci¨®n in extremis entre organizaciones ¡ªuna f¨®rmula que ha afeado en otras ocasiones¡ª y que ha provocado un l¨ªo jur¨ªdico (y pol¨ªtico) descomunal al quedar Podemos fuera del registro de la marca Por Andaluc¨ªa. ¡°Estas cosas son las que alejan a la ciudadan¨ªa de los partidos pol¨ªticos¡±, a?adi¨®. El entorno de la pol¨ªtica gallega precisa que sus palabras se refieren a que el proyecto que tiene en mente pretende ir m¨¢s all¨¢ de la suma de siglas, concediendo protagonismo a los ciudadanos, y que su gira a¨²n no ha comenzado (pretende hacerlo tras los comicios, seg¨²n anunci¨®). El poder de Podemos ¡ªy del resto de formaciones¡ª sigue en el aire.