Muerte, hambre y humillaciones: las vidas reventadas de 108 familias de rojos
La exhumaci¨®n de una fosa en Colmenar Viejo, una de las pocas que se han hecho en la Comunidad de Madrid, destapa las tr¨¢gicas historias de algunos de los 107 hombres y una mujer fusilados en 1939
Benita Navacerrada no recuerda de qu¨¦ color eran los ojos de su padre, Facundo, porque ten¨ªa solo siete a?os cuando lo mataron, en mayo de 1939. La foto que ha mirado miles de veces y que ahora determina, con otros retratos de fusilados, el per¨ªmetro de una exhumaci¨®n en el cementerio de Colmenar Viejo (Madrid), es en blanco y negro y ya no queda nadie a quien preguntarle. Su madre, Margarita, y sus hermanos han muerto. ¡°No tengo muchos recuerdos de ¨¦l vivo, pero s¨ª de haberle perdido¡±, explica al pie de la fosa. Benita duda ¡ª¡°creo que eran pardos¡±¡ª, pero lo que no ha olvidado es la sensaci¨®n de injusticia, el hambre, los insultos¡ Y por eso, 83 a?os despu¨¦s del fusilamiento, cuando ya no queda nadie vivo que recuerde de qu¨¦ color eran los ojos de Facundo Navacerrada, ella a¨²n llora por ¨¦l y afronta orgullosa la misi¨®n de darle un enterramiento digno. ¡°Me gustar¨ªa que fuera conmigo, cuando yo me vaya. Y si no es posible, al menos sabr¨¦ que lo he intentado¡±.
El pasado lunes comenz¨® la exhumaci¨®n de uno de los dos enterramientos masivos en Colmenar Viejo donde, entre abril y diciembre de 1939, fueron fusilados 107 hombres y una mujer tras ser condenados a muerte. Eran vecinos de esa localidad ¡ªen la que se improvisaron c¨¢rceles para acoger a decenas de presos a la espera de juicio¡ª y tambi¨¦n de San Sebasti¨¢n de los Reyes, Soto del Real, Manzanares el Real, Miraflores de la Sierra, Moralzarzal, Hortaleza y Fuencarral, en Madrid. Ten¨ªan, como explica el historiador Roberto Fern¨¢ndez, coautor del libro La sierra convulsa, tres cosas en com¨²n: ¡°Eran campesinos, canteros, obreros. Eran la ¨¦lite sindical y pol¨ªtica de Madrid: alcaldes, concejales, dirigentes ligados al PCE, el PSOE, UGT y CNT. Y eran muy j¨®venes: el 70% ten¨ªa menos de 40 a?os cuando los mataron¡±. Algunas familias pudieron enterrarlos tras la ejecuci¨®n. Otras lo hicieron despu¨¦s de la muerte de Franco. Muchas otras esperan poder hacerlo ahora, aunque hasta el momento han sido hallados solo cinco cuerpos. La hija de Martina Aparicio Bastero, la ¨²nica mujer entre esos 108 condenados a muerte, logr¨® trasladar los restos a la tumba familiar en los a?os ochenta. ¡°La condenaron, b¨¢sicamente, por ser la mujer de Blas Colmenarejo del Valle, un gran l¨ªder de la lucha obrera de Colmenar que tambi¨¦n fue fusilado¡±, explica Fern¨¢ndez, que ha le¨ªdo su consejo de guerra. ¡°Todos los espa?oles deber¨ªan leer uno para saber c¨®mo funcionaba el sistema de represi¨®n franquista¡±, a?ade.
Benita cuenta que en el pueblo les comunicaron que hab¨ªan matado a Facundo. ¡°Mi madre entonces estaba presa y mi hermana mayor, que ten¨ªa 16 a?os, vino a recoger el cuerpo. Entr¨® en un cuarto en el que hab¨ªa muchos difuntos y les lav¨® la cara para saber cu¨¢l era nuestro padre, pero no apareci¨®. Un guardia le dijo: ¡®En ese rinc¨®n ha muerto uno¡¯, pero all¨ª solo hab¨ªa una sombra negra. En el pueblo se corri¨® la voz de que lo hab¨ªan rociado de gasolina y lo hab¨ªan quemado¡±, relata entre l¨¢grimas. Facundo era encofrador y hab¨ªa fundado UGT en San Sebasti¨¢n de los Reyes. Ten¨ªa 37 a?os cuando lo mataron. Margarita L¨®pez, su esposa, estuvo tres a?os y medio en la c¨¢rcel, condenada por haber destrozado un manto de la Virgen de la parroquia. Ella explic¨® que lo hab¨ªa utilizado para hacer un mant¨®n para uno de sus hijos. ¡°La familia de mi padre eran fascistas y no nos quisieron ayudar. Nos quedamos solos. Mi hermano, que ten¨ªa 11 a?os, se puso a trabajar de pastor y dorm¨ªa con las ovejas. Yo, con 10, empec¨¦ a trabajar de ni?era. Pasamos mucha hambre y muchos desprecios. Nos repudiaban. Dec¨ªan: ¡®Vosotros no jug¨¢is con nosotras, que sois rojos¡¯. Yo entonces no entend¨ªa a qu¨¦ se refer¨ªan¡±. Ahora s¨ª.
En su ¨²ltima carta, Facundo insiste en que es inocente de todos los cargos por los que fue condenado en uno de esos consejos de guerra que una vez aprobada la nueva ley de memoria democr¨¢tica ser¨¢ nulo. Se despide uno a uno de sus hijos. ¡°Tan peque?ita te quedas sin padre¡±, le escribe a Benita desde la prisi¨®n. Margarita y ¨¦l tuvieron ocho, pero tres murieron siendo a¨²n beb¨¦s, dos de ellos, el mismo d¨ªa, 18 de agosto de 1936.
Carmen Carreras, secretaria de la Comisi¨®n de la Verdad de San Sebasti¨¢n de los Reyes, cuenta que la asociaci¨®n se cre¨® despu¨¦s de que la mujer que llevaba toda la vida trabajando en su casa, Esther Mateo Cabrero, les dijera un d¨ªa que su abuelo hab¨ªa sido alcalde del pueblo y lo hab¨ªan fusilado en 1939. ¡°Empezamos a investigar, y Roberto [Fern¨¢ndez] nos cont¨® que hab¨ªa 25 vecinos en las fosas de Colmenar. Ah¨ª empezamos a movernos para impulsar la exhumaci¨®n, que ha sido posible gracias a una petici¨®n de los distintos Ayuntamientos a los que pertenec¨ªan las v¨ªctimas y una subvenci¨®n de la secretar¨ªa de Estado de Memoria Democr¨¢tica¡±. Carmen no tiene ning¨²n familiar directo entre los fusilados, pero le importan igual: ¡°Yo tengo 108 familias¡±, explica.
Conmutaci¨®n de la pena tras el fusilamiento
Esther Mateo Cabrero, de 55 a?os, no solo busca a su abuelo sino tambi¨¦n a su t¨ªo y a su primo. ¡°Sabemos que mi abuelo, adem¨¢s de alcalde, era jornalero y alba?il, y que le fusilaron un domingo de 1939. Mi padre, que entonces ten¨ªa nueve a?os, contaba que al d¨ªa siguiente, cuando ya no serv¨ªa de nada, lleg¨® la conmutaci¨®n de la pena de muerte¡±. El historiador Roberto Fern¨¢ndez explica que en aquella vor¨¢gine represiva ¡°era habitual ese tipo de caos¡±: ¡°A veces, por ejemplo, segu¨ªan buscando a alguien que ya hab¨ªan fusilado¡±. Esther, que no conoci¨® a sus parientes represaliados, se considera una ¡°militante de la memoria¡±. ¡°Me duele mucho hablar con gente y darme cuenta de que no tienen ni idea de lo que sufrieron tantas familias. Las exhumaciones han de servir para dar a las v¨ªctimas un enterramiento digno, pero tambi¨¦n para que se sepa lo que pas¨®¡±, dice. Luis P¨¦rez, presidente de la asociaci¨®n y vecino de San Sebasti¨¢n de los Reyes, acude a menudo a institutos a dar charlas a los chavales y hablarles de las torturas del polic¨ªa apodado Billy el Ni?o, es decir, de su vivencia personal y de la historia de un pa¨ªs. ¡°El desconocimiento que tienen es total. Un d¨ªa, cuando me present¨¦ y les dije que me hab¨ªan condenado a 13 a?os de c¨¢rcel porque me encontraron unas octavillas que llamaban a los trabajadores a luchar por la libertad y la democracia, un chico le dijo a otro: ¡®Ver¨¢s cuando tu abuelo se entere de que hoy has tenido charla con un rojo¡¯. Al principio no entienden bien la gravedad de todo esto. A uno que se re¨ªa mucho le expliqu¨¦ que con Franco le habr¨ªan dado un buen meneo por llevar el pelo largo y a otros que estaban hablando que aquello era una reuni¨®n ilegal¡±.
Cartas desesperadas
Carlos L¨®pez Nieto, de 52 a?os, y su primo Gerardo D¨ªaz, de 49, buscan los restos de su abuelo, Felipe Molpeceres. ¡°Mi madre no lleg¨® a conocerle, pero siempre quiso saber d¨®nde estaba para poder enterrarlo¡±, cuenta Carlos. ¡°Era alba?il, del PCE, no sabemos mucho m¨¢s¡±. A Gerardo a¨²n le sobrecogen las cartas que escribi¨® desde la c¨¢rcel pidiendo a su familia desesperadamente que hablaran con unos y otros para que intercedieran por ¨¦l, sin ¨¦xito. Ten¨ªa 31 a?os cuando lo fusilaron. ¡°Ah¨ª empez¨® el ostracismo para la familia¡±, relata. ¡°Todos en Hortaleza dejaron de hablarles. A los dos a?os, mi abuela se volvi¨® a casar con un hombre mayor, para protegerse, para rehabilitarse. Y hay miles de historias como esta. Conocer esas vidas tan complicadas es tambi¨¦n un ejercicio de reparaci¨®n¡±, a?ade.
El primer esqueleto hallado en la exhumaci¨®n corresponde a un chico menor de 25 a?os. La arque¨®loga Almudena Garc¨ªa-Rubio, de Aranzadi, explica que las lesiones del cr¨¢neo apuntan a la muerte violenta. Pero los trabajos, en los que colabora el equipo A de Arqueolog¨ªa, no est¨¢n transcurriendo como esperaban. Hasta ahora han hallado los restos de cinco personas, en cajas de madera, y una parte de la zanja est¨¢ vac¨ªa. En ese caso, la mayor¨ªa de v¨ªctimas que buscan podr¨ªan yacer a escasos metros, en otra fosa conocida como ¡°el paseo¡± que requerir¨ªa un mes de trabajo. Los ayuntamientos ¡ªgobernados por PSOE, PP y un independiente¡ª y las familias afectadas les han ayudado con la log¨ªstica para dormir y comer mientras hacen este estudio preliminar de la fosa.
El viernes, en se?al de agradecimiento, la cantante argentina Ximena Villaro se acerc¨® a tocar con su guitarra mientras los expertos trabajaban sobre los esqueletos. Algunos de los presentes lloraban emocionados al escucharla con los retratos de los fusilados en la mano y los primeros huesos a la vista. Facundo Navacerrada miraba de frente a tres generaciones de familiares, con sus ojos pardos.
La cantante argentina Ximena Villaro acompa?a a los arque¨®logos que trabajan en la exhumaci¨®n de v¨ªctimas del franquismo en el cementerio de Colmenar Viejo. pic.twitter.com/8moIMF0acs
— Natalia Junquera (@nataliajunquera) August 27, 2022
La anomal¨ªa de Madrid
El estudio sobre las exhumaciones realizadas entre los a?os 2000 y 2019 coordinado por el forense Francisco Etxeberria solo recoge tres en la Comunidad de Madrid, con siete v¨ªctimas en total, frente a las 233 fosas abiertas y 1.936 esqueletos recuperados en Castilla y Le¨®n, por ejemplo. El historiador Roberto Fern¨¢ndez explica: ¡°Madrid fue zona republicana y no hubo tantos fusilados en cunetas al principio de la Guerra Civil, pero s¨ª hay fosas en El Escorial, en Torrelaguna, en Getafe, en Alcal¨¢ de Henares, y en Madrid capital son 3.000 fusilados en el cementerio del Este. Lo que ha faltado es voluntad pol¨ªtica¡±.
Mientras otras comunidades han desarrollado su propia legislaci¨®n en materia de memoria hist¨®rica e impulsado la reparaci¨®n a las v¨ªctimas del franquismo en los ¨²ltimos a?os, en Madrid, gobernada por el PP, no se ha hecho nada. En 2021 el Gobierno madrile?o no propuso ning¨²n proyecto para beneficiarse de las ayudas del Ejecutivo central. Este a?o la comunidad presidida por Isabel D¨ªaz Ayuso solicit¨® una subvenci¨®n para exhumar en un antiguo campo de trabajo para la construcci¨®n de un ferrocarril del Gobierno republicano donde el Ejecutivo madrile?o asegura que murieron varias personas (presos obligados a realizar los trabajos) que fueron enterradas en una fosa. El Gobierno central concedi¨® la ayuda solicitada, as¨ª como las subvenciones para abrir cuatro fosas a petici¨®n de los municipios de Torremocha del Campo, Brunete, Colmenar Viejo y Ciempozuelos. En el caso de Torremocha, para recuperar los restos de un sacerdote asesinado. El secretario de Estado de Memoria Democ¨¢tica, Fernando Mart¨ªnez, explica que cuando la ley de memoria habla de v¨ªctimas se refiere ¡°a todas¡±, tambi¨¦n las del bando franquista. ¡°Lo que ocurre es que la mayor¨ªa fueron exhumadas y sus familias reparadas durante los a?os cuarenta, por lo que la mayor¨ªa de fosas que quedan por abrir son de v¨ªctimas republicanas¡±, ha explicado.
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