S¨¢nchez y Feij¨®o: 167 d¨ªas sin hablar

El ¨²ltimo mensaje que se intercambiaron fue el 25 de abril. Pedro S¨¢nchez envi¨® un wasap a Alberto N¨²?ez Feij¨®o indic¨¢ndole que los interlocutores del Gobierno con el PP en materia de justicia y de asuntos econ¨®micos ser¨ªan el ministro de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, y la titular de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero. El l¨ªder del PP le inform¨® tambi¨¦n de los suyos: los vicesecretarios Esteban Gonz¨¢lez Pons y Juan Bravo. Se supon¨ªa que iban a comenzar una serie de negociaciones despu¨¦s de la primera y ¨²nica reuni¨®n hasta la fecha entre el presidente del Gobierno y el l¨ªder de la oposici¨®n el 7 de abril en el palacio de la Moncloa, en la que hablaron de varias posibilidades de pactos de Estado sobre distintas materias. Pero en ese wasap termin¨® todo entre ambos.

Desde entonces, silencio. Han pasado casi seis meses desde aquel cruce de mensajes entre el presidente y el jefe de la oposici¨®n, 167 d¨ªas de incomunicaci¨®n, mientras la UE afronta las enormes turbulencias provocadas por una guerra en territorio europeo. No solo no hablan S¨¢nchez y Feij¨®o. Tampoco lo hacen sus segundos o terceros de confianza, seg¨²n confirman fuentes de ambas partes. Los canales entre el Gobierno y el PP est¨¢n pr¨¢cticamente rotos. En el origen de esta ruptura, admiten dichas fuentes, est¨¢ la negociaci¨®n sobre el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La renovaci¨®n de este ¨®rgano, pendiente desde hace cuatro a?os, requiere el acuerdo de los dos grandes partidos, pero el PP la ha mantenido bloqueada con sucesivas condiciones que han imposibilitado la negociaci¨®n.

S¨¢nchez culpa directamente a Feij¨®o, que lleg¨® al PP prometiendo moderaci¨®n y, en la visi¨®n de La Moncloa, es igual o peor que Pablo Casado. De hecho, el presidente y el l¨ªder de la oposici¨®n tienen incluso menos relaci¨®n de la que hab¨ªa entre S¨¢nchez y Casado, predecesor de Feij¨®o en el PP. El l¨ªder popular replica que el presidente no le informa de ninguna decisi¨®n trascendente, especialmente las de pol¨ªtica exterior, y que ha demostrado que no le interesa cerrar con el PP acuerdos de fondo. ¡±S¨¢nchez no quiere dar ni media a la oposici¨®n, es su car¨¢cter, es un deportista muy competitivo y agresivo. Parece un central de baloncesto que sale en el segundo tiempo a dar codazos¡±, resume un dirigente que ha estado en las dos ¨²ltimas c¨²pulas populares.

¡°En este asunto del Poder Judicial est¨¢ todo dicho¡±, zanjan en el Gobierno. ¡°No hace falta ni que hablen. Feij¨®o tiene que decidir renovar, y se resuelve todo en una tarde. Cambiar¨ªa todo¡±. El Ejecutivo pone toda la responsabilidad en el tejado del dirigente popular. El propio presidente cuenta que ¨¦l, cuando era jefe de la oposici¨®n, a Mariano Rajoy le llamaba o escrib¨ªa con frecuencia. Y recuerda que hubo cierta complicidad entre ellos porque S¨¢nchez tom¨® decisiones arriesgadas, que ten¨ªan coste interno en el PSOE, para apoyar a Rajoy en asuntos de Estado. Sobre todo en la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 en Catalu?a en 2017 tras la declaraci¨®n unilateral de independencia. Tambi¨¦n Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero cuando estaba en la oposici¨®n, subrayan en La Moncloa, asumi¨® costes internos por ofrecer el Pacto Antiterrorista a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. A Feij¨®o, explican, le piden mucho menos: simplemente que cumpla la Constituci¨®n y renueve el Poder Judicial.

En el equipo de S¨¢nchez insisten en que el presidente le puso las cosas muy f¨¢ciles a Feij¨®o al principio. Lo recibi¨® en La Moncloa cuando fue elegido y le propuso un bloque de pactos con 11 puntos que consideran muy sencillos: entre ellos, adem¨¢s de la renovaci¨®n del Poder Judicial, el cambio del art¨ªculo 49 de la Constituci¨®n para eliminar la palabra ¡°disminuido¡± (una reivindicaci¨®n de las asociaciones de personas con discapacidad), el regreso del PP al Pacto Antitransfuguismo, la reforma del voto rogado para los electores que residen en el extranjero ¡ªlo ¨²nico que s¨ª se ha logrado hacer¡ª, acordar los decretos econ¨®micos, blindar el pacto de Estado contra la violencia de g¨¦nero y acordar la pol¨ªtica exterior o la ley de seguridad nacional.

En ese momento parec¨ªa que pod¨ªa haber avances. Pero esa primera rueda de prensa de Feij¨®o en La Moncloa ya fue muy dura. Despu¨¦s vino el wasap para nombrar interlocutores. Bola?os y Pons hablaron en un par de ocasiones, pero no avanzaban. S¨¢nchez avis¨® a Feij¨®o en su encuentro de que hab¨ªa un pacto por escrito con Casado para renovar el Tribunal Constitucional a trav¨¦s del cambio de la ley para permitir que el CGPJ eligiera a los dos magistrados que le tocan. Feij¨®o, sin embargo, no reconoci¨® ese pacto e incluso neg¨® conocerlo en una entrevista en EL PA?S.

Todo se empez¨® a complicar y, cuando el PSOE registr¨® esa reforma legal que hab¨ªa pactado con Casado, Pons anunci¨® a Bola?os que todo estaba roto. Y hasta ahora. ¡°Feij¨®o no acept¨® ning¨²n acuerdo con S¨¢nchez y rompi¨® el ¨²nico que hab¨ªamos firmado, el de la justicia. No se puede considerar moderado a un l¨ªder que hace eso¡±, se?alan fuentes de La Moncloa.

La relaci¨®n entre el PSOE y el PP nunca fue f¨¢cil, pero pocas veces se lleg¨® tan lejos en la ruptura. Nunca hab¨ªa estado cuatro a?os bloqueado el CGPJ. En otros momentos de turbulencias, como la abdicaci¨®n de Juan Carlos I en su hijo en 2014, o la declaraci¨®n unilateral de independencia de Catalu?a en 2017 ¡ªambos con el PP en el Gobierno¡ª, fueron posibles acuerdos de Estado. En esta etapa, sin embargo, el Gobierno progresista y el PP no han sido capaces de alcanzar ning¨²n pacto de Estado para afrontar la pandemia o la crisis derivada de la guerra en Ucrania.

La pol¨ªtica exterior

¡°Sobre pol¨ªtica exterior¡±, se quej¨® el lunes Feij¨®o, ¡°s¨¦ lo que se publica en los peri¨®dicos, porque se ha roto el canal de comunicaci¨®n entre el Gobierno y el principal partido de la oposici¨®n¡±. ¡°Yo no tengo ninguna informaci¨®n de c¨®mo est¨¢ la guerra, de c¨®mo nos impacta, de qu¨¦ contingencia tenemos al respecto, ni por supuesto del conflicto que hemos mantenido con Argelia como consecuencia de nuestro giro de pol¨ªtica exterior con respecto al Magreb¡±, lament¨® el l¨ªder del PP. La Moncloa recuerda que en 2002 Aznar inform¨® a Zapatero de la invasi¨®n de la isla de Perejil, disputada con Marruecos, cuando las fragatas espa?olas ya hab¨ªan partido. Era nada menos que el primer conflicto armado con Marruecos en un siglo, de consecuencias imprevisibles, y Zapatero se enter¨® a ¨²ltima hora. Y aun as¨ª apoy¨® sin matices. Por el contrario, se?alan, Feij¨®o ha criticado con dureza a S¨¢nchez por su actual posici¨®n con Marruecos y le ha dado la raz¨®n a Argelia en su tensi¨®n con Exteriores.

La comunicaci¨®n es pr¨¢cticamente inexistente, se?alan en el PP. Con la salvedad del Parlamento, donde siempre hay contactos entre grupos parlamentarios para votaciones del d¨ªa a d¨ªa ¡ªaunque los portavoces Patxi L¨®pez y Cuca Gamarra tampoco se han reunido todav¨ªa¡ª, poco o nada fluye entre los dos grandes partidos.

Ni siquiera en el nivel de los jefes de gabinete de S¨¢nchez y Feij¨®o. Seg¨²n fuentes populares, Marta Varela, directora de gabinete del l¨ªder de la oposici¨®n, envi¨® poco antes del verano una carta a ?scar L¨®pez, jefe de gabinete del presidente, en la que le propon¨ªa cerrar el acuerdo para reformar la Constituci¨®n y eliminar el t¨¦rmino ¡°disminuidos¡±. L¨®pez contest¨® con otra misiva, de ¡°tono inaceptable¡± para el PP, en la que le reprochaba todas las dilaciones de los populares sobre ese asunto. Tampoco hubo acuerdo. Seg¨²n la versi¨®n de La Moncloa, Feij¨®o no contest¨® durante dos meses a la propuesta de pacto de S¨¢nchez en este asunto y de pronto envi¨® esa carta como una forma de apuntarse el tanto. Por eso le contestaron que apoyara de una vez el nuevo texto sin dar m¨¢s vueltas. El s¨¢bado ambas partes parecieron iniciar un acercamiento en este asunto: el l¨ªder del PP plante¨® la posibilidad de cerrar un acuerdo ¡°este mes¡±, y Bola?os respondi¨® que por los socialistas no quedar¨¢.

En La Moncloa creen que el problema es que Feij¨®o ha ofrecido una imagen que no es real. Ni es moderado, ni es pactista, se?alan. Y los que le han seguido en Galicia lo saben, insisten. S¨¢nchez, remarcan, lejos de aprovecharse de que Feij¨®o no es diputado y aislarlo en el Senado, le ha dado un gran protagonismo al promover en la C¨¢mara alta un debate extraordinario sobre energ¨ªa y ahora otro en dos semanas sobre impuestos. Eso s¨ª, S¨¢nchez aprovecha esos encuentros para tratar de desacreditar a Feij¨®o y colocarlo como un insolvente.

El equipo de Feij¨®o interpreta, por el contrario, que La Moncloa quiere ¡°aislar¡± al PP. ¡°Ellos quieren apartar a Feij¨®o de cualquier s¨ªmbolo institucional y de poder que pueda haber, no le quieren en una posici¨®n de Estado¡±, aseguran fuentes del entorno del l¨ªder popular. ¡°S¨¢nchez no quiere una foto con nosotros, a pesar de que si se apoyara en el PP reforzar¨ªa su papel de centralidad¡±, dicen. Los populares reclaman informaci¨®n de primera mano, al menos ¡°en pol¨ªtica exterior y de defensa y en geopol¨ªtica¡±, y rechazan hacer autocr¨ªtica sobre si su actitud con el Poder Judicial ha podido influir en el problema. ¡°Nuestra vocaci¨®n pactista ha sido total, hemos recibido mucha m¨¢s hostilidad que la que hemos tra¨ªdo, votar no a lo que quiere el Gobierno no te convierte en antipatriota. Si quiere acuerdos tiene que moverse de su posici¨®n¡±, insisten. En el Gobierno lo ven de forma muy diferente. ¡°Hace falta tener caradura para apelar al ¡°no me llaman¡± cuando F¨¦lix Bola?os entreg¨® al comisario de Justicia europeo, Didier Reynders, hasta 19 excusas diferentes del PP en estos cuatro a?os para no renovar el Poder Judicial¡±, afirman responsables del equipo de S¨¢nchez.

Todos los caminos del desencuentro conducen al Poder Judicial. Hasta que no se resuelva eso, parece dif¨ªcil recomponer nada. En La Moncloa creen que citar a Feij¨®o para una nueva escenificaci¨®n sin ning¨²n acuerdo solo frustrar¨ªa a los ciudadanos, hartos de ese teatro de reuniones en las que no se logra nada. Por eso esperan que el PP acepte renovar el Poder Judicial y ah¨ª empezar a cambiar la din¨¢mica. Bastar¨ªa un movimiento. Una decisi¨®n pol¨ªtica de Feij¨®o. Pero nada indica que las cosas caminen hacia ese punto.