Yolanda D¨ªaz no tiene quien le pregunte

Los dos minutos y medio de que dispone cada orador en las sesiones de control parlamentario al Gobierno pueden ser una p¨¦rdida de tiempo ¡ªsucede a menudo¡ª o una gran oportunidad para saltar al estrellato. Esto ¨²ltimo lo puede atestiguar Nadia Calvi?o, la vicepresidenta primera, cuya celebrada r¨¦plica el pasado mi¨¦rcoles al portavoz de Vox, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, la ha encumbrado a figura de la semana.

La siguiente en el escalaf¨®n de las vicepresidentas, Yolanda D¨ªaz, tambi¨¦n ha cosechado buena parte de su capital pol¨ªtico ¡ªal margen de su gesti¨®n en el Ministerio de Trabajo¡ª en los rifirrafes parlamentarios con la oposici¨®n. Sus duelos con el anterior secretario general del PP, Teodoro Garc¨ªa Egea, triunfaban en las redes sociales, al punto de hacer famoso aquel latiguillo: ¡°Le voy a dar un dato, se?or Garc¨ªa Egea¡±.

Y, de repente, D¨ªaz casi ha desaparecido de las sesiones de control. El PP no le ha vuelto a preguntar desde el pasado 18 de mayo, y en este periodo se han celebrado ya ocho de esos debates. Desde que un viejo adversario de D¨ªaz en Galicia, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, asumi¨® en abril el mando del PP, su partido ha ido al choque con ella en dos ¨²nicas ocasiones y poniendo en liza a diputadas poco habituales. Solo Vox mantiene a la vicepresidenta segunda en la diana, aunque tambi¨¦n se pas¨® algunas semanas evit¨¢ndola mientras buscaba una sustituta para su anterior contrincante, Macarena Olona, ahora relevada por In¨¦s Ca?izares, economista y parlamentaria por Toledo.

Como Feij¨®o no tiene esca?o y el PP se ha quedado sin l¨ªder en el Congreso tras la ca¨ªda de Pablo Casado, la explicaci¨®n oficial de los populares es que ahora deben racionar las intervenciones entre una c¨²pula del grupo m¨¢s reducida. Y la actualidad, afirman, les ha empujado a volcarse en Calvi?o por las cuestiones econ¨®micas, de lo que se suelen encargar dos parlamentarios ya curtidos: el andaluz Carlos Rojas y el gallego Jaime de Olano. Pero la marcha de la econom¨ªa no parece un asunto precisamente ajeno a la ministra con competencias sobre empleo. ¡°Es verdad que a Yolanda D¨ªaz no la vemos ahora mismo como una contrincante, no compite en nuestro electorado¡±, admiten fuentes populares. ¡°M¨¢s bien la vemos como un factor de desestabilizaci¨®n en el Gobierno¡±.

D¨ªaz y Feij¨®o cenaron hace tres semanas en Madrid, seg¨²n desvel¨® el PP d¨ªas despu¨¦s. Ambos mantienen una curiosa relaci¨®n. En p¨²blico se han dicho de todo, especialmente en la ¨¦poca en la que ella ejerc¨ªa como aguerrida diputada opositora en Galicia. A pesar de eso, han cultivado los contactos personales a lo largo de los a?os. Se intercambian mensajes y charlan con cierta frecuencia. En ese encuentro, seg¨²n fuentes del entorno de la vicepresidenta, esta pidi¨® a Feij¨®o que apoye las iniciativas de su ministerio avaladas por el di¨¢logo social, al contrario de lo que hizo Casado con la reforma laboral que hab¨ªan pactado empresarios y sindicatos. Tambi¨¦n le solicit¨® que retire el recurso ante el Tribunal Constitucional sobre el caso del diputado popular Alberto Casero, a quien la Mesa del Congreso no permiti¨® enmendar el error en su voto telem¨¢tico que facilit¨® la aprobaci¨®n de aquella reforma.

De esto ¨²ltimo no ha habido noticias. En cambio, d¨ªas despu¨¦s de la cena con el l¨ªder del PP, D¨ªaz recibi¨® en el Congreso un gesto amistoso de los populares, que votaron a favor de una iniciativa suya ¡ªque las empleadas del hogar puedan cobrar el paro¡ª y en contra del intento de Vox de bloquear otra, la Ley de Empleo. Est¨¦n o no relacionados ambos movimientos, lo cierto es que a Feij¨®o no le sobran interlocutores en el Gobierno. Pedro S¨¢nchez, lamentan los populares, lleva meses sin comunicarse con ¨¦l pese a la crisis que vive Europa.

El equipo de D¨ªaz subraya que el deseo de esta es ¡°dialogar con todos¡± y que si no lo hac¨ªa antes con el PP era porque la direcci¨®n de Casado no se prestaba. El entorno de la vicepresidenta interpreta que la ausencia de preguntas del primer partido de la oposici¨®n solo puede deberse a que sus dirigentes han asumido que resulta muy dif¨ªcil derrotarla, como ya prob¨® durante meses Garc¨ªa Egea. Los duelos con la mano derecha de Casado fueron una de las herencias de Pablo Iglesias a D¨ªaz. El entonces vicepresidente trataba siempre a su interlocutor con un displicente ¡°don Teodoro¡± y se burlaba de su discurso ¡°dada¨ªsta¡±. D¨ªaz cambi¨® el estilo. Pas¨® a llamarle ¡°se?or Garc¨ªa Egea¡± y prepar¨® concienzudamente cada intervenci¨®n, siempre pertrechada de datos.

Quedarse fuera de foco en las citas que monopolizan la atenci¨®n sobre la vida parlamentaria puede acabar siendo un problema para D¨ªaz, metida de lleno en el lanzamiento de su plataforma Sumar. Su desempe?o en esas sesiones llev¨® a los periodistas parlamentarios a designarla, el pasado junio, ¡°l¨¢tigo de la oposici¨®n¡±. Al recibir el reconocimiento, la vicepresidenta, medio en broma, medio en serio, coment¨® que echaba de menos a Garc¨ªa Egea. D¨ªas despu¨¦s, ella charlaba en un corrillo con periodistas en el patio del Congreso cuando se cruz¨® el ex n¨²mero dos de Casado, ahora en el ostracismo. Se le acerc¨® sonriente:

¡ª?Yo tambi¨¦n te echo de menos, Yolanda!