Cuando Twitter suplanta al Parlamento: Irene Montero y la pederastia

Iv¨¢n Espinosa de los Monteros se present¨® la ma?ana del jueves ante la prensa en el patio del Congreso con su tono m¨¢s solemne para denunciar: ¡°Esto es lo m¨¢s grave que se ha dicho en este Parlamento al menos desde que yo soy diputado¡±. Al portavoz de Vox lo sucedi¨® en el micr¨®fono minutos despu¨¦s Edmundo Bal, de Ciudadanos, y exigi¨® lo mismo que el anterior: la dimisi¨®n inmediata de la ministra de Igualdad, Irene Montero, por supuestamente haber defendido la pederastia.

La ministra hab¨ªa hablado la v¨ªspera en la propia C¨¢mara, en la Comisi¨®n de Igualdad, sin que nadie apreciase en esas palabras la gravedad que ahora s¨ª encontraban Espinosa y Bal. Ninguno de los presentes en la comisi¨®n, ni siquiera las diputadas de Vox y Ciudadanos que pudieron dar la r¨¦plica a Montero, dej¨® traslucir que hubiese entendido aquello como una apolog¨ªa de la pedofilia. Hasta que alguien lo interpret¨® as¨ª en las redes sociales. Y la cosa creci¨® tanto que ambos partidos se encaramaron a la ola de Twitter y en unas horas pasaron del silencio al esc¨¢ndalo.

?Qu¨¦ hab¨ªa dicho exactamente la ministra de Igualdad? Montero estaba enfrascada en un tenso debate con la diputada de Vox Lourdes M¨¦ndez Monasterio a prop¨®sito del aborto y la educaci¨®n sexual. M¨¦ndez le hab¨ªa reprochado, entre otras muchas cosas, que ¡°trate mejor a los animales que a las mujeres¡±. Montero replic¨® llam¨¢ndola ¡°hip¨®crita¡± y acus¨¢ndola de ¡°jugar con las vidas de las mujeres¡±. Tras defender el derecho a abortar a partir de los 16 a?os sin permiso paterno, la tambi¨¦n dirigente de Podemos se entreg¨® con vehemencia a proclamar la necesidad de la educaci¨®n sexual en la infancia. Lo explic¨® as¨ª: ¡°La educaci¨®n sexual es un derecho de los ni?os y de las ni?as independientemente de quienes sean sus familias. Porque todos los ni?os, las ni?as, les ni?es de este pa¨ªs tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ning¨²n adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren y que eso es una forma de violencia. Tienen derecho a conocer que pueden amar y tener relaciones sexuales con quien les d¨¦ la gana, basadas, eso s¨ª, en el consentimiento. Y esos son derechos que tienen reconocidos¡±.

Siete portavoces intervinieron para replicar a Montero y ninguno dio importancia a esa declaraci¨®n. La representante de Vox respondi¨® con otro encendido alegato contra el aborto, que intent¨® proseguir incluso cuando la presidenta de la comisi¨®n, la socialista Carmen Calvo, le apag¨® el micr¨®fono por haber rebasado su tiempo. Sara Gim¨¦nez, de Ciudadanos, consumi¨® su minuto de r¨¦plica en argumentar que no se debe prohibir la prostituci¨®n ejercida sin coacciones, y Mar¨ªa Auxiliadora P¨¦rez, del PP, se dedic¨® a leer titulares de prensa que, entre otras cosas, acusaban a Montero de disfrutar de una ¡°sede de lujo¡± en el ministerio. De la pederastia, ni rastro.

La comisi¨®n concluy¨® sin que tampoco ninguna cr¨®nica de prensa subrayase esas palabras. No hab¨ªa pasado ni una hora cuando, a las 20.53, una cuenta de Twitter a nombre de Marta de Pedro reproduc¨ªa el fragmento de la intervenci¨®n de la ministra con este comentario: ¡°No, Sra. Montero, los ni?os no pueden consentir tener relaciones sexuales con un adulto, eso no es un derecho, es pederastia y est¨¢ penado, y por supuesto que no nos gusta¡±. El fuego no tard¨® en propagarse. Ese tuit suma hasta hoy m¨¢s de 18.000 ¡°me gusta¡± y la friolera de 3,6 millones de visualizaciones del v¨ªdeo.

La diputada de Vox Carla Toscano hab¨ªa sido testigo directo de las palabras de Montero. Sentada en la comisi¨®n al lado de M¨¦ndez Monasterio, tampoco ella dej¨® escapar muestra visible de indignaci¨®n ante lo que acababa de o¨ªr. Pero Twitter bull¨ªa y, esa misma noche, a las 22.22 horas, Toscano ya lo ten¨ªa clar¨ªsimo: ¡°Esto es corrupci¨®n de menores y apolog¨ªa de la pederastia. Y punto¡±.

A la ma?ana siguiente, el asunto chisporroteaba en algunos medios digitales. Y a las 11.30, en medio del pleno del Congreso, Espinosa convocaba a la prensa para conferir caracteres de gravedad hist¨®rica a esas palabras pronunciadas en sede parlamentaria y que no hab¨ªan provocado la menor reacci¨®n en sus compa?eros presentes (en la comisi¨®n estaban otros dos diputados de Vox, Juan Luis Steegmann y Rodrigo Jim¨¦nez). Una hora despu¨¦s, el portavoz de Ciudadanos contaba c¨®mo le hab¨ªan llegado las declaraciones de la ministra: ¡°Cuando me lo mandaron al WhatsApp, pens¨¦ que era un chiste, no me lo pod¨ªa creer¡±. Tras escuchar ese fragmento sonoro, Bal reclamaba a Montero que dimitiese, exigencia a la que se uni¨® poco despu¨¦s la l¨ªder de su partido, In¨¦s Arrimadas, al igual que el de Vox, Santiago Abascal (a trav¨¦s de Twitter, faltar¨ªa m¨¢s).

La ministra fue abordada en los pasillos del Congreso. ¡°Me da verg¨¹enza esta campa?a de la ultraderecha¡±, se quej¨®. Montero declar¨® que lo que est¨¢ defendiendo es ¡°el derecho de los ni?os a una educaci¨®n sexual integral¡± que les proporcione ¡°herramientas para poder en el futuro vivir su sexualidad y sus relaciones afectivas¡±. Pero el incendio ya era imparable. De las redes hab¨ªa saltado tambi¨¦n a las tertulias televisivas y hasta acab¨® inspirando alg¨²n editorial de prensa y una peque?a manifestaci¨®n ante la sede del ministerio de la plataforma ultracat¨®lica Hazte O¨ªr.

El PP, en cambio, se mantuvo al margen del alboroto. Su l¨ªder, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, pidi¨® hace meses a los suyos que no hagan pol¨ªtica a ¡°golpe de Twitter¡±, ese espacio que algunos d¨ªas parece haber suplantado al Parlamento.

Con informaci¨®n de Manuel Viejo