Irun derriba las vallas antimigrantes y Francia las repone
El Gobierno franc¨¦s alarga seis meses el f¨¦rreo control a las personas en tr¨¢nsito y ordena recolocar las barreras retiradas por asociaciones humanitarias
Al mismo tiempo que mejora la percepci¨®n que tienen los vascos de la inmigraci¨®n, el Gobierno franc¨¦s se mantiene firme en su empe?o de cerrar el paso a estas personas en su pa¨ªs. Francia ha prolongado otros seis meses el control que ejerce en todos sus pasos fronterizos a las personas migrantes que tratan de acceder a su territorio. Es una vigilancia ¡°permanente y selectiva¡±, dicen las organizaciones humanitarias, que ¡°solo pretende impedir la entrada de personas de origen africano¡±, explica Jon Aranguren, representante de la red de acogida de Irun. Francia tiene instalados en la muga puestos policiales de continuo y ha sellado con vallas todas las v¨ªas de acceso. Unas 300 personas se reunieron el pasado martes por la tarde-noche en el estrat¨¦gico puente de Santiago para derribar las barreras met¨¢licas, pero las autoridades de aquel pa¨ªs ordenaron pocas horas despu¨¦s levantar de nuevo todos los obst¨¢culos. ¡°Fue un acto simb¨®lico contra los controles racistas que est¨¢ imponiendo Francia¡±, sentencia Aranguren.
La decisi¨®n del Gobierno de Macron de alargar hasta el pr¨®ximo 30 de abril el cierre de sus fronteras a los migrantes en tr¨¢nsito llev¨® a unas decenas de personas a participar en el derribo de las barreras que impiden el paso a Francia. Con el lema Mugak apurtu, zubiak eraiki (Derriba fronteras, construye puentes), la protesta culmin¨® con la retirada de las vallas que atraviesan el puente peatonal del r¨ªo Bidasoa y que conecta Irun con la vecina localidad francesa de Hendaya. Los manifestantes, que se unieron en este punto procedentes de ambos puntos de la muga, denunciaron el bloqueo del paso fronterizo y culparon al Ejecutivo franc¨¦s de cerrar la entrada a su territorio: ¡°Ya sea por cuestiones de terrorismo, la covid y ahora la guerra de Ucrania, cada seis meses Francia encuentra un nuevo pretexto falso para mantener sus controles racistas¡±, aseguran las organizaciones convocantes en un comunicado.
El atentado contra el semanario sat¨ªrico franc¨¦s Charlie Hebdo, en enero de 2015, supuso un antes y un despu¨¦s en el endurecimiento de los controles fronterizos que impuso Francia. Desde entonces, el flujo de migrantes que proceden de ?frica y tratan de llegar al coraz¨®n de Europa se topa con un muro muy dif¨ªcil de franquear y que en ocasiones ha causado tragedias humanas. En los ¨²ltimos dos a?os, al menos nueve personas han muerto cuando trataban de sortear los controles policiales, algunos de ellos ahogados en el Bidasoa cuando intentaban cruzarlo a nado. ¡°Para poder llegar a su destino cada vez arriesgan m¨¢s caminando por las v¨ªas del tren, por el arc¨¦n de la autopista o saltando al Bidasoa¡±, denuncian estas asociaciones humanitarias.
Los tres gobiernos que conforman la Eurorregi¨®n Aquitania-Euskadi-Navarra vienen reclamando la ¡°reapertura de los pasos fronterizos, cerrados en 2021 en el marco de la lucha contra el terrorismo, y la normalizaci¨®n de la circulaci¨®n de personas y mercanc¨ªas¡±. Este pasado mes de octubre lo pidieron el lehendakari I?igo Urkullu; el presidente de la Mancomunidad del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, el centrista Jean-Ren¨¦ Etchegaray; y el presidente de Aquitania, el socialista Alain Rousset. ¡°Es imperativo normalizar el paso de la frontera pirenaico-atl¨¢ntica mediante la reapertura de los pasos fronterizos que quedan cerrados y el cese de los controles sistem¨¢ticos para los que est¨¢n sometidos a ellos¡±, reclamaron estos dirigentes al Gobierno franc¨¦s.
La Polic¨ªa francesa tiene montado de forma permanente un puesto de vigilancia en el puente de Santiago, el paso principal desde Irun, entre otros puntos de paso. Es un filtro que trata de impedir la llegada de personas migrantes, la mayor¨ªa de origen magreb¨ª y subsaharianos, que despu¨¦s de cruzar el Estrecho y atravesar toda la pen¨ªnsula, siguen su periplo migratorio hacia el norte europeo. Hasta marzo de este a?o, explica Aranguren, la asociaci¨®n de acogida de Ir¨²n recib¨ªa a unas 600 personas al mes, a las que ofrec¨ªa informaci¨®n sobre el viaje que piensan llevar a acabo y las dificultades que se van a encontrar durante la ruta. ¡°En la actualidad ha bajado a unas 300 personas al mes¡±, precisa este voluntario. Tienen tres d¨ªas como m¨¢ximo para permanecer acogidos en el albergue de Hilanderas de Irun. Es el tiempo que emplean para planificar c¨®mo van a entrar en Francia sin ser detenidos en los puentes, estaciones de tren, autopistas y paradas de autob¨²s controlados por la polic¨ªa francesa. ¡°Para poder llegar a su destino, cada vez arriesgan m¨¢s¡±, apunta Aranguren.
La decisi¨®n de Francia de prorrogar otros seis meses el f¨¦rreo control fronterizo llev¨® a una veintena de organizaciones a protagonizar la protesta consistente en derribar las vallas. ¡°Hay que seguir denunciando que Francia est¨¢ colocando controles racistas en el coraz¨®n de la UE acogi¨¦ndose a disculpas varias y a una legalidad dudosa que solo aplica en la frontera sur de su pa¨ªs¡±, dice Aranguren. Provistos de cizallas y material cortante, el martes liberaron moment¨¢neamente el paso peatonal, aunque pocas horas despu¨¦s el Ayuntamiento de Hendaya, seg¨²n el portavoz de Irungo Harrera Sarea, ya hab¨ªa ordenado la recolocaci¨®n de la barrera met¨¢lica y mantener el cierre del puente.
Estas acciones se producen cuando el ¨²ltimo estudio realizado por el Observatorio Vasco de la Inmigraci¨®n (Ikuspegi) concluye que el nivel de aceptaci¨®n de la inmigraci¨®n en el Pa¨ªs Vasco se sit¨²a en 69 puntos sobre 100. ¡°Somos m¨¢s tolerantes, ya no creemos mayoritariamente que la inmigraci¨®n sea un problema¡±, afirm¨® la consejera de Pol¨ªtica Social, Beatriz Artolazabal, en la presentaci¨®n de dicho estudio el pasado marzo. En el ¨²ltimo a?o, la percepci¨®n de la inmigraci¨®n como problema ha descendido 4,1 puntos. Este bar¨®metro social se?ala que ¨²nicamente un 6% de la poblaci¨®n afirma de forma espont¨¢nea que la inmigraci¨®n supone un problema. El Ejecutivo vasco atendi¨® el a?o pasado a 8.115 personas migrantes en tr¨¢nsito en la zona fronteriza de Irun-Hendaya, la cifra m¨¢s elevada desde que en 2018 se iniciaron las devoluciones en caliente de extranjeros que pretenden acceder a Francia por este punto.
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