Manual para ser concejal y no morir en el intento
Un exdil de El Puerto escribe un libro con consejos pr¨¢cticos para dedicarse a la pol¨ªtica municipal, desde la campa?a a la dimisi¨®n
La primera toma de contacto de ?ngel Quintana como concejal de su ciudad, El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz), fue de bruces y sin anestesia. Pocos d¨ªas antes de su toma de posesi¨®n el 13 de junio de 2015, lo mandaron llamar del Ayuntamiento al instituto p¨²blico en el que trabajaba como profesor. ¡°Pas¨¦ de dar clases de Prehistoria a verme rodeado por varios socorristas enfadados porque no estaba firmado su pliego, a escasos d¨ªas de arrancar la temporada de playas¡±, recuerda. El art¨ªfice de la campa?a del PSOE local hab¨ªa pensado tan al detalle c¨®mo conquistar la Alcald¨ªa para su jefe, David de la Encina, que ni se hab¨ªa parado a pensar c¨®mo iban a ser los d¨ªas inmediatos a conseguirlo. Quintana no lo sab¨ªa a¨²n, pero con ese sobresalto comenzaba a atesorar la primera de muchas vivencias con las que ahora ha podido construir La pol¨ªtica en clave local. Gu¨ªa para las campa?as electorales y la gobernanza municipal (Mirahadas, 2022).
¡°Perfectamente podr¨ªa haberlo llamado C¨®mo ser concejal y no morir en el intento, pero quise darle un tono m¨¢s serio¡±, confiesa entre risas este portuense licenciado en Historia. De hecho, es justo lo que ha pretendido Quintana con una obra surgida de la observaci¨®n participante. Sus consejos sobre c¨®mo desarrollar la campa?a, la geometr¨ªa de los pactos, la forma de redactar una moci¨®n al pleno, las renuncias a la vida familiar e incluso los tipos de funcionarios que uno se puede encontrar ¡ªclasificados como un imaginario selv¨¢tico ¡°cari?oso¡±¡ª parten de lo que ¨¦l mismo vivi¨® entre junio de 2015 y septiembre de 2018. ¡°Pas¨¦ por ocho concejal¨ªas en ese tiempo, como Turismo, Fiestas, Urbanismo y fui presidente de Impulsa [una empresa municipal]¡±, resume el exdil sobre una carrera pol¨ªtica que ¨¦l mismo decidi¨® terminar con una dimisi¨®n. Y hasta ese paso final est¨¢ incluido en el libro: ¡°Una dimisi¨®n elegante te garantiza volver si quisieras alg¨²n d¨ªa¡±.
Quintana confiesa que todas esas vivencias, incluida la de la propia renuncia, fueron un proceso lleno de aciertos y tropiezos sin un asidero previo al que agarrarse. ¡°La pol¨ªtica local ni siquiera se estudia, apenas en su faceta pr¨¢ctica, en las facultades¡±, se queja el profesor. La experiencia de El Puerto es v¨¢lida para ¨¦l ¡°ya que es una localidad tipo espa?ola, en cuanto a que es de tama?o medio, de unos 90.000 habitantes¡±. Por esos 400 kil¨®metros lineales de calles ¡ªconocimiento adquirido de su etapa en Urbanismo¡ª, el entonces jefe de campa?a llev¨® a su candidato de puerta a puerta por las casas. De ah¨ª aprendi¨® que el cuerpo a cuerpo con el vecino es clave y que, puestos a regalar merchandising, mejor decantarse por bol¨ªgrafos, pastilleros o fichas de carros de supermercado, un ¡°artefacto de ¨¦xito¡±.
Aunque sobre todo Quintana dedujo que existen tres tipos de pol¨ªticos: ¡°Los que buscan un inter¨¦s personal, los que tienen un ego desmesurado y los que tienen vocaci¨®n¡±. De todos ellos, el exconcejal repudia a esos primeros que buscan su mera supervivencia y no aspiran solo a atravesar ¡°por un oficio temporal y pasajero¡±. Puestos a clasificar, el hoy de nuevo profesor de Secundaria encuentra un imaginario tipo de funcionarios, inspirado en el reino animal: el ¡°hormiga¡± ¡ªde ¡°dedicaci¨®n extrema¡±¡ª, el ¡°lobo¡± ¡ª ¡°territoriales¡± y poco colaboradores con el pol¨ªtico¡ª, el ¡°le¨®n¡± ¡ª¡±el rey de la selva¡±, respetado entre los suyos¡ª o el ¡°perezoso¡± ¡ªlos que ¡°simplemente hacen poco¡±¡ª. ¡°No es algo peyorativo, pero es la casu¨ªstica que te encuentras¡±, justifica el portuense.
El que fue tercer teniente de alcalde recuerda episodios amargos, como la denuncia penal que le interpuso un empresario ¡ªde la que sali¨® absuelto dos a?os despu¨¦s¡ª, justo cuando se encontraba de viaje de novios en Jap¨®n. ¡°Porque es importante saber que uno es concejal hasta cuando est¨¢ de vacaciones¡±, seg¨²n advierte. O el sufrimiento que le provocaban a su madre las cr¨ªticas que le hac¨ªan. ¡°Hay que ponerse una armadura fuerte para resistir las cr¨ªticas y que los problemas de la gente no te afecten en lo personal¡±, apunta Quintana. Aun as¨ª, reconoce que la afectaci¨®n familiar y personal fue tan fuerte que, finalmente, opt¨® por dimitir, justo al inicio del curso que llevaba a las elecciones de 2019 (en las que sali¨® el PP, tras pactar con Ciudadanos).
¡°Dimitir fue la decisi¨®n m¨¢s bonita y trascendental que tom¨¦¡±, recuerda Quintana. Y, por eso, le ha dedicado un cap¨ªtulo final, Arts dimitendi o El arte de dimitir, en el que recomienda que, una vez que la decisi¨®n est¨¦ tomada, tirar hacia delante cuando sea, ¡°ya que nunca ser¨¢ buen momento para hacerlo¡±. La p¨¦rdida de confianza del jefe hacia ¨¦l, no poder aportar m¨¢s de la val¨ªa personal, la incoherencia entre valores y disciplina de partido o las presiones internas de partido son algunas de las causas que el exconcejal enumera como buenos motivos para echarse a un lado. ¡°Sentir¨¢s una sensaci¨®n de liberaci¨®n sublime, de tranquilidad y de que has hecho lo correcto en el momento adecuado¡±, apunta el manual, como conclusi¨®n del discernimiento de marcharse.
Pese a ello, Quintana asegura que su obra surge de la necesidad de animar a pol¨ªticos vocacionales a que se lancen a esa tarea y de que tengan las armas que ¨¦l no tuvo cuando dio el paso. ¡°Les recomiendo que lo hagan. Que sean concejales, pero que lo hagan con las cosas claras¡±, apunta el exedil, ya desvinculado de la pol¨ªtica activa y del PSOE y que, por ahora, no se plantea regresar. ¡°Yo no me arrepiento de todo lo vivido. Para m¨ª fue un m¨¢ster y un doctorado y hoy mis clases en el instituto son m¨¢s ricas gracias a esa etapa¡±, remata orgulloso Quintana.
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