Un sudan¨¦s que sobrevivi¨® a la tragedia de Melilla acude a la embajada espa?ola en Rabat para pedir asilo

Un joven sudan¨¦s que sobrevivi¨® a la tragedia de Melilla el pasado 24 de junio ha acudido este martes a la embajada espa?ola en Rabat para pedir asilo. Acompa?ado de un equipo jur¨ªdico espa?ol, el chico, de 24 a?os y de nombre Basir, alega persecuci¨®n religiosa en su pa¨ªs y temor por su vida en Marruecos. Seg¨²n los letrados, la delegaci¨®n diplom¨¢tica ha aceptado y sellado la documentaci¨®n que fundamenta la solicitud, una forma de acusar recibo que obligar¨ªa al embajador a decidir si facilita el traslado del joven para que el sudan¨¦s pueda pedir protecci¨®n internacional y se estudie su caso en Espa?a.

La iniciativa tiene un gran peso simb¨®lico y pol¨ªtico y sit¨²a a las autoridades espa?olas frente al espejo. Espa?a ha defendido en diversas situaciones que cualquier persona necesitada de protecci¨®n puede acudir a las embajadas espa?olas y pedir asilo y que, siendo as¨ª, no se justificar¨ªa una entrada irregular saltando una valla. Pero este caso pone a prueba la veracidad de ese argumento y el cumplimiento de la legislaci¨®n por parte de las autoridades espa?olas. Aunque la posibilidad de pedir protecci¨®n internacional en embajadas est¨¢ recogida en la ley de asilo de 2009, no es realmente accesible, especialmente para los subsaharianos, y m¨¢s concretamente en la embajada espa?ola en Rabat.

El objetivo de los abogados del equipo jur¨ªdico de DEMOS, Estudio Legal de Derechos Humanos, es que el joven pueda ser trasladado a territorio espa?ol para que se estudie su solicitud. As¨ª lo establece una circular enviada en noviembre de 2009 a todos los embajadores. La nota dicta que un embajador, en el marco de sus funciones, tiene la facultad para que, si seg¨²n su criterio ¡°la integridad f¨ªsica de esa persona corre peligro¡±, se lleve a cabo el traslado al territorio nacional (lo que implica facilitar un visado en su caso y, si fuera necesario, obtener un billete de avi¨®n de ida a Espa?a). Uno de los abogados del joven, Arsenio G. Cores, ha explicado en una nota de prensa: ¡°Se trata ¨²nicamente de no impedir ni obstaculizar el cumplimiento de la ley y de los tratados internacionales que obligan a Espa?a proteger a las personas refugiadas y a garantizarles acceso al procedimiento de protecci¨®n internacional de manera efectiva¡±.

El padre y uno de los hermanos de Basir fueron asesinados cuando ¨¦l era un adolescente, en un ataque en el que sali¨® gravemente herido. El joven procede del Estado de Kordof¨¢n del Sur, una de las zonas donde el conflicto armado es m¨¢s intenso y donde el ej¨¦rcito, los grupos paramilitares y tribales han cometido la mayor cantidad de ejecuciones extrajudiciales del pa¨ªs, generando un contexto de impunidad y de desprotecci¨®n para la poblaci¨®n civil. Tras la matanza, huy¨® de su aldea y se refugi¨® con parientes, pero estos acabaron amenaz¨¢ndole si no se convert¨ªa al islam. Atemorizado, emprendi¨® una huida en busca de un lugar seguro en el que vivir que dura hasta hoy.

Trascendencia pol¨ªtica

Aunque se trate de un caso individual, la iniciativa tiene trascendencia pol¨ªtica. Espa?a defendi¨® ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos cuando se analiz¨® la legalidad de la devoluci¨®n en caliente en 2014 de dos j¨®venes subsaharianos que estos podr¨ªan haber pedido asilo en sus delegaciones diplom¨¢ticas. El argumento funcion¨® ante el tribunal que, en 2020, respald¨® a Espa?a y consider¨® que la devoluci¨®n ¡°hab¨ªa sido una consecuencia de su propia conducta¡± porque ten¨ªan alternativas legales y no las usaron. El dictamen del tribunal y el argumentario espa?ol chocaban, sin embargo, con los informes del Defensor del Pueblo y de diversas ONG, que llevan a?os denunciando que esos procedimientos no son reales.

Pero la cuesti¨®n ha vuelto a imponerse con fuerza en el debate p¨²blico con la tragedia de Melilla del pasado 24 de junio. Aquel d¨ªa, 470 personas que lograron entrar en la ciudad aut¨®noma fueron devueltas sin procedimiento legal a Marruecos donde, seg¨²n denunciaron despu¨¦s, fueron golpeadas y trasladadas a la fuerza a ciudades lejanas. Muchas de las v¨ªctimas y de los devueltos eran refugiados de Sud¨¢n que, en muchos casos, hab¨ªan pedido ya protecci¨®n en otros pa¨ªses africanos sin demasiado ¨¦xito.

En su comparecencia del pasado 30 de noviembre, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se refiri¨® a esta cuesti¨®n en el Congreso: ¡°Espa?a es un pa¨ªs de acogida para cualquier solicitante de asilo que llama a nuestras puertas, pero no puede permitir que nadie intente derribarlas por la fuerza¡±. Grande-Marlaska afirm¨® que es falso que las personas ¡°asaltaron nuestras fronteras de forma violenta ante la imposibilidad de pedir asilo¡±. Y a?adi¨®: ¡°Ustedes, se?or¨ªas, nosotros, todos, sabemos que la ley de asilo define claramente los espacios donde solicitar asilo [...]¡±. Uno de esos lugares, seg¨²n determina la ley de asilo de 2009, son las embajadas espa?olas. As¨ª lo record¨® tambi¨¦n el Defensor del Pueblo, que tras su investigaci¨®n sobre lo ocurrido en Melilla recomend¨® al Ministerio de Exteriores que refuerce ¡°los medios materiales y humanos de la Embajada y los consulados en Marruecos¡± para garantizar que las personas con necesidades de protecci¨®n internacional puedan acceder y tramitar sus visados para solicitar asilo en Espa?a, ¡°sin tener que arriesgar sus vidas ni utilizar v¨ªas irregulares de entrada¡±.

¡°Arriesgado para ¨¦l¡±

El equipo jur¨ªdico, que asumi¨® el caso de Basir de forma gratuita, est¨¢ ahora preocupado por la seguridad del joven. El letrado Arsenio G. Cores ha explicado que el paso que ha dado Basir ¡°es arriesgado para ¨¦l¡± estando en Marruecos y que necesita protecci¨®n urgente. El letrado ha a?adido: ¡°Aunque como refugiado tiene derechos reconocidos por la ley, el Estado espa?ol el 24 de junio decidi¨® actuar contra esa legalidad, desprotegi¨¦ndole al expulsarlo ilegalmente de Melilla y vulnerando su derecho humano a solicitar asilo. Espa?a es responsable de la situaci¨®n de vulnerabilidad y riesgo que ha generado contra una persona refugiada, que lo ¨²nico que intenta es sobrevivir y que jam¨¢s pens¨® en venir a Espa?a, pero a quien ning¨²n Estado protegi¨®¡±.