Felipe VI alerta de los riesgos de la ¡°erosi¨®n de las instituciones¡±
El Rey hace un llamamiento a la responsabilidad y pide ¡°reflexionar¡± sobre las graves consecuencias del ¡°deterioro de la convivencia¡± y la creciente divisi¨®n social
Felipe VI ha aprovechado en la noche de este s¨¢bado su mensaje de Navidad, el m¨¢s importante del a?o por su gran audiencia ¡ª7,9 millones de espectadores a trav¨¦s de 30 cadenas de televisi¨®n en 2021¡ª, para dar un serio toque de atenci¨®n a los partidos pol¨ªticos, a las instituciones y al conjunto de la sociedad sobre los riesgos que pueden derivarse de la creciente divisi¨®n social, el ¡°deterioro de la convivencia¡± y la ¡°erosi¨®n de las instituciones¡±, que se han acelerado en los ¨²ltimos tiempos en Espa?a.
¡°En estos momentos, todos deber¨ªamos realizar un ejercicio de responsabilidad y reflexionar de manera constructiva sobre las consecuencias que ignorar estos riesgos puede tener para nuestra uni¨®n, para nuestra convivencia y para nuestras instituciones¡±, ha advertido.
En medio del mayor choque institucional de las ¨²ltimas d¨¦cadas, despu¨¦s de que el Tribunal Constitucional suspendiera la tramitaci¨®n en las Cortes de la reforma legal que modificaba el sistema de elecci¨®n de sus magistrados y que el Gobierno hab¨ªa intentado aprobar por un procedimiento expr¨¦s, el Rey ha destacado la necesidad de ¡°fortalecer las instituciones¡± para contar con unas ¡°instituciones s¨®lidas¡±, que protejan a los ciudadanos y atiendan a sus preocupaciones, ¡°que respondan al inter¨¦s general, ejerzan sus funciones con colaboraci¨®n leal, con respeto a la Constituci¨®n y a las leyes y sean un ejemplo de integridad y rectitud¡±. ¡°Y este es un prop¨®sito diario con el que las instituciones debemos estar siempre comprometidas¡±, ha a?adido, situando a la Corona en primera l¨ªnea de esta exigencia.
No solo no ha eludido referirse a la escalada de crispaci¨®n pol¨ªtica, que ha llegado al punto de que Gobierno y oposici¨®n se acusen mutuamente de promover un golpe de Estado, sino que ha dedicado a este asunto el eje central de su discurso, de 11 minutos y 38 segundos de duraci¨®n. ¡°Una sociedad dividida o enfrentada no avanza¡±, ha avisado, ¡°no progresa, ni resuelve bien sus problemas, no genera confianza¡±. ¡°La divisi¨®n hace m¨¢s fr¨¢giles a las democracias; la uni¨®n, todo lo contrario, las fortalece¡±, ha insistido.
Es habitual que el Rey haga llamamientos a la unidad y el entendimiento, pero esta vez su tono ha sido de especial gravedad. No en vano, una de las funciones que la Constituci¨®n encomienda al jefe del Estado es la de servir de ¨¢rbitro o moderador entre las instituciones. ¡°Las democracias en el mundo est¨¢n expuestas a muchos riesgos que no son nuevos, pero, cuando hoy en d¨ªa los sufren, adquieren una particular intensidad¡±, ha dicho. Para, a continuaci¨®n, a?adir: ¡°Y Espa?a no es una excepci¨®n¡±.
Frente al avance de la intolerancia, Felipe VI ha abogado por una convivencia que se basa en ¡°el reconocimiento en plenitud de nuestras libertades, junto al respeto y la consideraci¨®n a las personas, a sus convicciones y a su dignidad¡±. Una convivencia, ha agregado, ¡°que necesita guiarse por la raz¨®n; que demanda anteponer la voluntad de integrar frente al deseo de excluir¡±.
Para Espa?a, que sabe ¡°por experiencia propia¡± los estragos que puede causar la divisi¨®n social, la Constituci¨®n, ¡°fruto del di¨¢logo y del entendimiento, representa la uni¨®n lograda entre los espa?oles, como apuesta de futuro, y de concordia para una [entonces] joven democracia¡±, seg¨²n sus palabras.
Pasados 44 a?os desde su aprobaci¨®n, los valores constitucionales ¡°est¨¢n enraizados¡± en la sociedad espa?ola y son, seg¨²n el jefe del Estado, ¡°la referencia¡± en la que los espa?oles deben encontrar la uni¨®n que asegura su ¡°estabilidad, cohesi¨®n y progreso¡± y que garantiza el mayor patrimonio con el que cuentan: la convivencia.
El pilar europeo
El discurso del Rey ha combinado los mensajes de ¨¢nimo y confianza en la capacidad de la sociedad espa?ola, que ¡°siempre ha sabido responder, no sin dificultades ni sacrificios, a todas las adversidades que no han sido pocas a lo largo de estos a?os¡±, con las advertencias sobre peligros que la acechan. ¡°No podemos dar por hecho todo lo construido¡±, ha se?alado, antes de subrayar que, aunque muchas cosas han cambiado desde que se aprob¨® la Constituci¨®n en 1978, ¡°el esp¨ªritu que la vio nacer, sus principios y fundamentos, que son obra de todos, no pueden caer en el olvido¡±. Para Felipe VI, estos principios son ¡°un valor ¨²nico en nuestra historia constitucional y pol¨ªtica que debemos proteger, el lugar donde los espa?oles nos reconocemos y nos aceptamos los unos a los otros, a pesar de nuestras diferencias, el lugar donde hemos convivido y convivimos en libertad¡±.
Junto a la democracia y la Constituci¨®n, el Rey ha situado a Europa como la otra ¡°columna vertebral¡± sobre la que se asienta el presente y el futuro de Espa?a. ¡°Necesitamos siempre, pero m¨¢s a¨²n en tiempos dif¨ªciles, el compromiso de todos con nuestra democracia y con la Uni¨®n Europea¡±, ha afirmado. ¡°Europa represent¨® y representa para Espa?a tambi¨¦n la libertad. Contribuy¨® a consolidar nuestra democracia, a potenciar nuestro crecimiento econ¨®mico y nuestro desarrollo social¡±.
Tras recordar que muchos de los desaf¨ªos a los que se enfrenta Espa?a ¡ª¡±desde los sanitarios a los financieros, los relacionados con el modelo energ¨¦tico y medioambiental¡±¡ª reciben una respuesta com¨²n en la UE, ha subrayado que ¡°lo que se decide cada d¨ªa en la Uni¨®n afecta y mucho a la vida cotidiana de los espa?oles. Esa es la realidad¡±.
¡°Somos Europa, pero tambi¨¦n necesitamos a Europa, que es nuestro gran marco de referencia pol¨ªtico, econ¨®mico y social y que por ello nos ofrece seguridad¡±, ha remachado, en lo que constituye una declaraci¨®n de fe europe¨ªsta. ¡°Estoy seguro de que el compromiso de Espa?a quedar¨¢ reforzado con la presidencia rotatoria de la Uni¨®n Europea¡±, ha a?adido. Una presidencia que Espa?a asumir¨¢ en el segundo semestre de 2023.
La Casa del Rey eligi¨® un escenario austero para el discurso: la Sala de Audiencias del Palacio de la Zarzuela. Apenas hab¨ªa elementos decorativos que pudieran distraer la atenci¨®n: un bel¨¦n, un ¨¢rbol de Navidad, sendas banderas de Espa?a y la UE, dos cuadros de tem¨¢tica mitol¨®gica de Patrimonio Nacional y una ¨²nica fotograf¨ªa.
Sin alusi¨®n al rey em¨¦rito
Esta vez no hab¨ªa retratos familiares tras el Rey, que luc¨ªa traje azul marino, camisa celeste y corbata granate cruzada con rayas. La Familia Real s¨ª aparec¨ªa, en distintas actividades realizadas a lo largo de este a?o, en las im¨¢genes que ilustraban los acordes del himno nacional, emitido tras el mensaje. Al final de su intervenci¨®n, el Rey ha felicitado las Navidades a todos los espa?oles en su nombre y en el de la Reina, la princesa Leonor ¡ªque el pr¨®ximo 31 de octubre cumple 18 a?os, por lo que a partir de esa fecha acceder¨ªa directamente al trono, sin necesidad de regente, si faltara su padre¡ª y la infanta Sof¨ªa.
No ha habido, aunque tampoco se esperaba, ninguna menci¨®n al rey em¨¦rito, que pasa sus terceras Navidades en Emiratos ?rabes Unidos (EAU), tras haber abandonado Espa?a el 3 agosto de 2020 para evitar que sus esc¨¢ndalos econ¨®micos da?aran a la Monarqu¨ªa. Solo en la Nochebuena de aquel a?o se refiri¨® Felipe VI impl¨ªcitamente a Juan Carlos I al asegurar que los principios morales y ¨¦ticos ¡°obligan a todos sin excepci¨®n¡± y est¨¢n ¡°por encima de cualquier consideraci¨®n, incluso de las personales o familiares¡±.
Aquel fue el mensaje navide?o m¨¢s largo de su reinado, con 1.697 palabras, frente a las 1.446 de este. Estos discursos los redacta la Casa Real, pero son supervisados por el Gobierno.
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