S¨¦mper, un fichaje sin contaminar para pescar en el centro

Varios amigos le dieron el p¨¦same. Otros dijeron que se alegraban de su regreso ¡°por la pol¨ªtica¡±. Le sorprendieron ¡°gratamente¡± los cari?osos mensajes de bienvenida que le enviaron ¡°varias ministras del Gobierno¡± de coalici¨®n. Borja S¨¦mper (Ir¨²n, 47 a?os) ha vuelto a la primera l¨ªnea del PP como portavoz de campa?a y miembro del comit¨¦ de direcci¨®n, perdiendo dinero y comodidad ¡ªen los ¨²ltimos tres a?os ha sido director de relaciones institucionales de la consultora Ernst & Young¡ª. Llega con una misi¨®n concreta, encargo directo del l¨ªder: aportar ¡°centralidad y moderaci¨®n¡± al partido en a?o electoral. Est¨¢ convencido de que esta vez no ser¨¢ el verso suelto del PP. ¡°No voy a comulgar con ruedas de molino. No lo he hecho nunca y no lo voy a hacer ahora. En este proyecto estoy muy c¨®modo¡±, asegura.

Presume de saber diferenciar lo personal de lo pol¨ªtico. Dice tener una relaci¨®n con Santiago Abascal ¡°a prueba de bombas¡± ¡ªse conocen desde los 17 a?os¡ª pero fue, entre otros motivos, el acercamiento de Pablo Casado a los planteamientos de Vox lo que lo empuj¨® fuera de la pol¨ªtica en febrero de 2020. Lo que no hab¨ªa logrado la amenaza real de ETA, que intent¨® matarle al menos tres veces, lo consigui¨® el desencanto: S¨¦mper, que tuvo su primer escolta a los 19 a?os, hab¨ªa dejado de sentirse c¨®modo entre los suyos.

Cuando Cayetana ?lvarez de Toledo, entonces portavoz en el Congreso y fichaje estrella del equipo de Casado, llam¨® tibios a los miembros del PP vasco, se revolvi¨® en p¨²blico: ¡°A nosotros nos ha costado sangre, sudor y l¨¢grimas, literalmente, defender una idea de Espa?a plural en el Pa¨ªs Vasco. Y probablemente, mientras algunas caminaban c¨®modamente sobre mullidas moquetas, otros nos jug¨¢bamos la vida aqu¨ª defendiendo la Constituci¨®n y la convivencia¡±. Pero ?lvarez de Toledo no era la ¨²nica que consideraba la moderaci¨®n un defecto, no una virtud. Y S¨¦mper decidi¨® cambiar de aires: mudarse a Madrid y probar, por primera vez en casi 30 a?os, otra profesi¨®n.

Algunos de aquellos que quer¨ªan atarle en corto siguen en el PP, aunque han perdido responsabilidades org¨¢nicas y privilegios de exposici¨®n medi¨¢tica. S¨¦mper encarna la estrategia de Alberto N¨²?ez Feij¨®o para este a?o electoral: contener a Vox y capturar votos (indecisos, desencantados¡­) en el centro e incluso en la izquierda. Es la misma estrategia con la que se present¨® al congreso que lo eligi¨® presidente del partido el pasado abril, pero Feij¨®o ha tenido que recordarla y subrayarla con la recuperaci¨®n del moderado que se fue porque en estos meses ha hecho olvidar en m¨¢s de una ocasi¨®n las promesas del primer d¨ªa, entre otras, no insultar al rival, prescindir de las hip¨¦rboles y buscar acuerdos con el Gobierno: ¡°Moderaci¨®n no es tibieza. Di¨¢logo no es sometimiento...¡±, dec¨ªa en su primer discurso como presidente del PP.

Cuenta S¨¦mper que ahora s¨ª aprecia ¡°un cambio de rumbo¡± en el PP y que ya no hacen seguidismo de Vox. El partido ha decidido mantener un perfil bajo, para preservar su imagen institucional, en la manifestaci¨®n contra Pedro S¨¢nchez este s¨¢bado en Madrid. Pero el portavoz de campa?a de los populares fue recibido con un tuit incendiario de la secretaria general, Cuca Gamarra, a prop¨®sito del asalto en Brasil; y en estos primeros d¨ªas de portavoc¨ªa, ha sido Vox quien ha monopolizado la agenda con el intento de introducir medidas coercitivas para las mujeres que decidieran abortar en Castilla y Le¨®n, donde ocupan la vicepresidencia auton¨®mica gracias a un acuerdo bendecido por Feij¨®o.

La tercera pol¨¦mica relacionada con los populares esta semana tambi¨¦n se desv¨ªa del camino de la moderaci¨®n: el fichaje de dos tr¨¢nsfugas, Carlos Garc¨ªa Adanero y Sergio Sayas (ambos fueron expulsados de UPN el pasado marzo) y la elecci¨®n del primero como candidato a la alcald¨ªa de Pamplona. El pasado julio, Garc¨ªa Adanero declar¨® en el Congreso que ETA todav¨ªa existe. En el debate de la ley de eutanasia, dijo: ¡°Esto es como el suicida que est¨¢ en el alero. Se le puede mandar a la polic¨ªa y los psic¨®logos o empujarlo. Ustedes lo van a empujar¡±. Sayas, por su parte, se refiri¨® a los pactos de S¨¢nchez como ¡°rastreros, nauseabundos y mezquinos¡±.

En estos tres a?os apartado de la pol¨ªtica, S¨¦mper explica que ha constatado ¡°la desconexi¨®n entre el discurso pol¨ªtico y social¡± y c¨®mo ¡°los extremos intentan arrastrar a los dos grandes partidos¡±. ¡°Es verdad que era muy f¨¢cil reflexionar sobre la necesidad de una pol¨ªtica edificante desde el sof¨¢, pero me sorprenden mucho las din¨¢micas de Madrid, los intereses cruzados, y creo que tengo la ventaja de venir poco contaminado por todo eso¡±. Se fue convencido de que no le interesaba el clima pol¨ªtico, pero admite que en este tiempo, todos los d¨ªas ha pensado qu¨¦ dir¨ªa o har¨ªa ¨¦l si siguiera dentro. Ahora cree que dejando atr¨¢s el compadreo con Abascal, el PP tiene una oportunidad de convencer a la ciudadan¨ªa de la misma forma que ¨¦l se ha ¡°reilusionado¡±, pero pasar¨¢ todo el a?o como portavoz de campa?a de los populares respondiendo a la misma pregunta: ?Pactar¨¢n con Vox? Todas las encuestas se?alan que los necesitar¨¢n y en estos primeros d¨ªas de vuelta ha sido el partido de extrema derecha el que ha desviado el foco de los asuntos sobre los que los populares quer¨ªan hablar, como las excarcelaciones por la ley del s¨ª es s¨ª.