Los socios de la coalici¨®n estiran el plazo para reformar la ¡®ley del solo s¨ª es s¨ª¡¯ y evitar la ruptura

Nadie quiere romper. Eso se percibe en las conversaciones con los dos sectores de la coalici¨®n. Pero la hora l¨ªmite se acerca y el acuerdo sobre la reforma de la ley del solo s¨ª es s¨ª no llega. Los ministerios de Justicia e Igualdad siguen cruzando papeles constantemente, pero no encuentran un punto de acuerdo t¨¦cnico para ver c¨®mo se aumentan las penas. Justicia insiste en que la ¨²nica manera es incluir la violencia para justificar las penas m¨¢s altas, Igualdad rechaza de base el concepto porque cree que de facto volver¨ªa a generar dos tipos como hab¨ªa antes, abuso y agresi¨®n, unificados en esta ley.

La negociaci¨®n, que lleva desarroll¨¢ndose durante m¨¢s de dos meses de forma discreta y ha dado paso a una intensa semana de forma p¨²blica, no acaba de avanzar, aunque tampoco se para. A la vista de que hay voluntad negociadora, el PSOE parece ahora dispuesto a estirar el plazo que se impuso a s¨ª mismo y a su socio de coalici¨®n: Pedro S¨¢nchez hab¨ªa dado la instrucci¨®n el lunes de que la proposici¨®n de ley con la reforma ten¨ªa que estar registrada en el Congreso esta semana. El l¨ªmite era, pues, este viernes, cuando cierra el registro en la C¨¢mara baja.

El consentimiento, un concepto que siempre ha sido el centro de los delitos contra la libertad sexual

La negociaci¨®n entre el PSOE y Unidas Podemos para reformar la ley del ¡®solo s¨ª es s¨ª¡¯ se enroca en el debate sobre si subir las penas para los supuestos con violencia afectar¨¢ al n¨²cleo de la norma

El PSOE quiere registrarla este viernes. Y a¨²n no ha descartado del todo la posibilidad de hacerlo en solitario si la negociaci¨®n se bloquea, lo que implicar¨ªa una ruptura grave en la coalici¨®n. Pero las conversaciones siguen, y los socialistas tambi¨¦n se plantean la posibilidad de estirar un poco el margen para evitar esa fractura. Ser¨ªa hasta el lunes como m¨¢ximo. El lunes o martes por la ma?ana s¨ª que habr¨ªa que registrarla para que la junta de portavoces de ese d¨ªa la metiera con urgencia en el pleno del d¨ªa 14. En el del martes 7 ya es inviable, porque est¨¢ cerrado el orden del d¨ªa y solo se podr¨ªa reabrir para incluir la iniciativa con unanimidad de la Junta de Portavoces, algo siempre dif¨ªcil de lograr.

Los socialistas quieren en cualquier caso ir muy r¨¢pido y resolver este asunto cuanto antes, porque est¨¢ generando una gran inquietud social y un importante desgaste para el Gobierno. Si no consiguen cerrar el acuerdo antes de que cierre el registro del Congreso este viernes, podr¨ªan, por tanto, darse un margen el fin de semana para rematar. Pero ya no m¨¢s. Y solo en el caso de que constaten que la voluntad de negociar de Podemos es real. Mientras, Igualdad insiste en que ellos quieren un acuerdo y no van a romper.

Los dos socios del Ejecutivo apuraron hasta la noche las negociaciones para reformar la Ley de Garant¨ªa Integral de la Libertad Sexual, m¨¢s conocida como la ley del solo s¨ª es s¨ª, tras m¨¢s de una semana de intercambio de propuestas, borradores de ida y vuelta y un ambiente cada vez m¨¢s enrarecido. Desde la entrada en vigor de la norma en octubre se han registrado m¨¢s de 300 revisiones a la baja de condenas y una veintena de excarcelaciones que ya no tienen soluci¨®n, pero los socialistas promueven una reforma, que intentan pactar con sus socios, para evitar que haya condenas bajas en el futuro con la nueva ley. Los negociadores del PSOE destacan que Podemos, pese a sus palabras duras en p¨²blico, en privado s¨ª est¨¢ negociando y sobre todo ha aceptado lo m¨¢s dif¨ªcil, la subida de penas, aunque rechaza la f¨®rmula elegida por Justicia para hacerlo, que defiende todo el sector socialista como la ¨²nica posible.

S¨¢nchez hab¨ªa transmitido en la reuni¨®n de maitines del lunes con su n¨²cleo duro que hab¨ªa que actuar ya tras tres meses de alarma social por el goteo de casos de delincuentes sexuales beneficiados por los ¡°efectos indeseados¡± de la ley y que, por tanto, urg¨ªa mandar el mensaje pol¨ªtico de que se modificar¨¢ la normativa. El PSOE sigue contemplando la opci¨®n de presentar este mismo viernes la proposici¨®n en solitario si llega a la conclusi¨®n de que el acuerdo con Podemos no es posible, pero la rigidez del calendario que en un primer momento manejaban en La Moncloa se ha relajado algo debido a los plazos de la tramitaci¨®n parlamentaria.

Los socialistas insisten, frente a la resistencia de Podemos, en que las opciones son muy pocas. El Ministerio de Justicia no ve sentido a tocar las circunstancias agravantes fijadas ya en el art¨ªculo 180 del C¨®digo Penal y aboga por encontrar una redacci¨®n para modificar los puntos del art¨ªculo 178.2 o incluir un nuevo 178.3 para asociar las condenas m¨¢s altas ¡ªde uno a cinco a?os frente a un tipo general de uno a cuatro que ya existe¡ª a la violencia o intimidaci¨®n para que los jueces vean claro con nuevos argumentos c¨®mo aplicar la pena nueva m¨¢s grave, y as¨ª evitar que se vayan al rango m¨¢s bajo de condenas. Esto es, Justicia propone introducir la violencia, intimidaci¨®n o anulaci¨®n de la voluntad como justificaci¨®n para un arco de penas mayor. El resultado ser¨ªa que en el caso del tipo general, que es de uno a cuatro a?os, se pasar¨ªa, con violencia, a de uno a cinco. Y en el caso de penetraci¨®n, con una pena general de 4 a 12 a?os, la horquilla ser¨ªa, con violencia, de 6 a 12 a?os, similar a la que hab¨ªa antes. Pero Igualdad cree que su aplicaci¨®n ir¨ªa en contra de la filosof¨ªa de la ley del solo s¨ª es s¨ª, que unific¨® los dos tipos que hab¨ªa antes y con ello ampli¨® el arco de las penas, precisamente el problema que ha derivado en esas m¨¢s de 300 rebajas de penas. Igualdad adem¨¢s cree que con estos dos tipos se volver¨ªa a centrar los juicios en la demostraci¨®n de la violencia para subir las penas, como suced¨ªa antes para pasar de abuso a agresi¨®n ¡ªas¨ª ocurri¨® en el juicio a La Manada, luego corregido por el Supremo¡ª y, por tanto, rechaza el concepto. La alternativa del ministerio que dirige Irene Montero para subir las penas es que la violencia se ponga como agravante, y no en el tipo b¨¢sico. Pero, seg¨²n Justicia, eso no arreglar¨ªa el problema y seguir¨ªan dict¨¢ndose penas m¨¢s bajas que antes de la norma, y por eso el ministerio liderado por Pilar Llop quiere ponerlo en el tipo b¨¢sico.

Con las negociaciones abiertas, Podemos soliviant¨® al PSOE con el anuncio de un acto el domingo que llevar¨¢ por nombre ?Consentiste o no? Solo s¨ª es s¨ª. Adem¨¢s de la ministra de Igualdad, participar¨¢n Ione Belarra, secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, y Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero. ¡°Al PSOE le cuesta resistir la presi¨®n que ha desplegado el PP ayudado por sus brazos medi¨¢ticos y judiciales para atacar el coraz¨®n de la ley, que es el consentimiento. Le pedimos que aguante, que resista, porque esta es una buena ley y es trabajo de todo el Gobierno proteger esta ley¡±, apremi¨® Belarra por segundo d¨ªa consecutivo a los socialistas. La sucesora de Pablo Iglesias al frente de Podemos se mostr¨® confiada en que la ¡°decisi¨®n unilateral [de que el PSOE presente por su cuenta la proposici¨®n de ley] no se produzca¡± y reiter¨® que la ley ¡°tiene un problema de aplicaci¨®n por una minor¨ªa de jueces¡±.

Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, evit¨® poner ¡°calificativos¡± sobre declaraciones que no le parecen ¡°afortunadas¡±, pero recalc¨® que a su partido ¡°nunca¡± le han temblado las piernas, como afirm¨® la l¨ªder de Podemos la v¨ªspera y volvi¨® a reiterar. La n¨²mero dos del PSOE remarc¨® que ¡°si las cuestiones t¨¦cnicas no llegan a buen puerto en la voluntad de ambas partes, es evidente que la ley definitivamente habr¨¢ que reformarla¡±, abriendo la puerta a una acci¨®n legislativa exclusiva del PSOE si las conversaciones con Podemos son infructuosas. Pero en Ferraz y La Moncloa son optimistas y esperan que haya acuerdo: fuentes socialistas afirman que el socio minoritario del Gobierno ha pasado en dos semanas de negarse a tocar la ley y no asumir que habr¨ªa que incrementar las penas a aceptar esas dos salidas. La cuesti¨®n es c¨®mo hacerlo.