La coalici¨®n no logra salir de su peor crisis a poco m¨¢s de 100 d¨ªas de las elecciones
S¨¢nchez ordena encapsular el conflicto por el ¡®solo s¨ª es s¨ª' y tratar de negociar con discreci¨®n, pero Podemos mantiene la presi¨®n y llama ¡°conservador¡± al PSOE
Casi todo el mundo quiere resolverlo, pero de momento nadie parece saber c¨®mo hacerlo. La coalici¨®n de gobierno ha vivido momentos muy tensos en estos tres a?os, y ha salido de todos ellos encapsulando los problemas. Lo hizo con el env¨ªo de armas a Ucrania y la posici¨®n otanista del PSOE, que provoc¨® un dur¨ªsimo Consejo de Ministros en el que la ruptura con Unidas Podemos estuvo muy cercana; con la reforma laboral, que se resolvi¨® con mucha negociaci¨®n, con la ley de vivienda, con los bonos sociales, con los paquetes de ayudas, con los impuestos, con la ley trans, con la de protecci¨®n de los animales, con muchas grandes decisiones. Siempre se lograba salir adelante, con o sin acuerdo.
Esta vez todas las fuentes consultadas al m¨¢ximo nivel en los dos sectores dan por hecho que tambi¨¦n habr¨¢ una salida. Y Pedro S¨¢nchez ha dado la orden a su equipo de m¨¢xima confianza de que la busque. Pero nadie lo oculta: la coalici¨®n est¨¢ frente a su crisis m¨¢s grave, a poco m¨¢s de 100 d¨ªas para las elecciones auton¨®micas y municipales, con los nervios que eso supone en todos los partidos, y en este momento nadie sabe c¨®mo resolver una negociaci¨®n sobre la reforma de la ley del solo s¨ª es s¨ª que se ha vuelto imposible.
El sector socialista del Gobierno ha optado por bajar la tensi¨®n. El portavoz parlamentario, Patxi L¨®pez, fue claro el s¨¢bado: ¡°Vamos a corregir s¨ª o s¨ª esta ley sin alimentar el ruido. Vamos a dialogar, vamos a negociar, vamos a sacar adelante una respuesta con todos los que apoyaron la ley. Porque el PP viene de salvador pero est¨¢ en contra de la ley¡±. La instrucci¨®n de S¨¢nchez, que se ve en estas palabras, es directa: hay que negociar con discreci¨®n para intentar sacar la ley ¡°preferentemente¡± con Unidas Podemos dentro del acuerdo. En La Moncloa se destaca como palabra clave ese ¡°preferentemente¡±.
La opci¨®n de sacarla con el PP ser¨ªa por tanto el plan B, lleno de inconvenientes pol¨ªticos. Por eso, los ministros de la Presidencia, F¨¦lix Bola?os, y Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, han hablado ya con todos los grupos de la mayor¨ªa para intentar armar un bloque relevante y meter presi¨®n a Podemos, que rechaza de plano la soluci¨®n t¨¦cnica elegida por el PSOE para subir las penas, incorporando la violencia y la intimidaci¨®n como causa para las condenas m¨¢s altas. Mientras, dentro de Unidas Podemos tambi¨¦n ha habido reuniones internas y conversaciones con una conclusi¨®n: hay que cerrar cuanto antes un acuerdo, respetando la esencia de la ley, para evitar la sangr¨ªa que supone esta grave crisis de la coalici¨®n. El mensaje en este sentido de la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, en p¨²blico y en privado ha sido muy claro: ¡°Hago un llamamiento al acuerdo. Pido discreci¨®n. Trabajemos para un acuerdo. Cuidemos la coalici¨®n, cuando trabajamos juntos avanzamos. Estamos haciendo grandes cosas por el pa¨ªs, sigamos haci¨¦ndolo¡±, dijo el jueves.
Tanto en el PSOE como en Unidas Podemos se detecta mucha preocupaci¨®n por la posibilidad de que esta crisis opaque la gesti¨®n del Ejecutivo y le impida retomar su agenda pol¨ªtica, centrada sobre todo en la recuperaci¨®n econ¨®mica y en el contraste del modelo de resoluci¨®n de la crisis con el del PP.
En este sentido, en el entorno del presidente popular, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, se consolida la idea de que esta crisis puede ser demoledora para el Gobierno. Esta semana se percib¨ªa con mucha claridad en la bancada de la derecha en el Congreso un ambiente de euforia. ¡°Cuando a un Gobierno empiezan a salirle las cosas mal, es imparable¡±, se?alaba un dirigente del PP. En La Moncloa, por el contrario, admiten que la crisis es grave pero est¨¢n convencidos de que una vez que S¨¢nchez ha dado el mensaje claro de que est¨¢ planteando una soluci¨®n, con un texto encima de la mesa ¡ªaunque solo sirva para el futuro, porque las rebajas de condenas actuales no se pueden parar¡ª, el desgaste se frenar¨¢ y en cualquier caso ser¨¢ Podemos quien m¨¢s lo sufra, no los socialistas.
Si D¨ªaz dice p¨²blicamente que hay que cuidar la coalici¨®n, S¨¢nchez se lo ha dicho a los suyos en privado. Aunque la decisi¨®n de presentar la reforma del solo s¨ª es s¨ª en solitario es un golpe duro para Podemos, el PSOE no est¨¢ forzando al m¨¢ximo los tr¨¢mites con esta iniciativa, como se hizo en otras proposiciones de ley ¡ªpor ejemplo con la que supuso en diciembre la reforma de la sedici¨®n y de la malversaci¨®n¡ª, porque la orden de S¨¢nchez es intentar negociar para que est¨¦ Unidas Podemos. Si no, explican fuentes del Gobierno, se acelerar¨ªa al m¨¢ximo todo y estar¨ªa listo en tres semanas con el apoyo del PP, que est¨¢ garantizado. El PSOE ha introducido el tr¨¢mite de urgencia para poder acelerar si hay acuerdo con Unidas Podemos, pero no est¨¢ forzando m¨¢s a la espera de movimientos pol¨ªticos al m¨¢ximo nivel.
Sin embargo, los mensajes que llegan de Podemos no invitan a pensar en un acuerdo cercano, aunque tampoco en una ruptura de la coalici¨®n. Si S¨¢nchez dijo el jueves en Bruselas que ¡°la coalici¨®n no se va a romper¡±, Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, remat¨® esa idea el s¨¢bado en Valencia: ¡°Ha sido una semana dif¨ªcil. Me preguntaban si la coalici¨®n corr¨ªa riesgo. La coalici¨®n estatal tiene la misma mala salud de hierro de siempre¡±.
Pero a la vez, Belarra carg¨® contra el PSOE con una dureza que los socialistas explican por el momento electoral, pero que augura pocos acercamientos negociadores. ¡°Podemos empuja los cambios y cuando hay una reacci¨®n desaforada de la derecha los defiende. Al PSOE, que es una fuerza conservadora, lo digo en sentido descriptivo, siempre le entra miedo, y otra vez les ha entrado miedo y est¨¢n proponiendo volver al C¨®digo Penal de la Manada¡±.
Vista desde dentro, esta semana explica muchas cosas de la realidad de la coalici¨®n y de la complejidad en la que se ha movido estos tres a?os.
Un espectador que solo escuchara las declaraciones p¨²blicas de Belarra, de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y otros miembros de Podemos, podr¨ªa pensar que todos los puentes est¨¢n rotos en la coalici¨®n, que nadie habla con nadie.
La negociaci¨®n sobre el solo s¨ª es s¨ª est¨¢, efectivamente, parada. No hay ning¨²n avance desde el pasado fin de semana, cuando, despu¨¦s de dos meses de negociaciones infructuosas, S¨¢nchez y su equipo decidieron presentar en solitario la reforma de la ley. Pero todo lo dem¨¢s sigue funcionando como siempre.
El mi¨¦rcoles, mientras en p¨²blico discut¨ªan sobre la ley de protecci¨®n de los animales, en privado Belarra, F¨¦lix Bola?os y sus equipos, con Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, siempre muy pendiente de cada votaci¨®n, se coordinaban para buscar apoyos a la reforma que promovi¨® la ministra de Derechos Sociales y se votaba el jueves.
Esto es, en p¨²blico se pelean, en privado se organizan. Los socialistas buscaron apoyos entre varios partidos catalanes, Belarra se concentr¨® en Bildu y otros, y entre todos hicieron una pinza que logr¨® finalmente los 174 votos necesarios para que la ley saliera adelante.
Las discrepancias siguen ah¨ª, y en Podemos est¨¢n muy molestos por la enmienda que el PSOE introdujo con el PP para que tuvieran una menor protecci¨®n los perros de caza, pero la coalici¨®n sigue funcionando como siempre: hay mucho ruido pero tambi¨¦n mucho acuerdo, y las leyes van saliendo una detr¨¢s de otra, casi 200 en tres a?os y tres Presupuestos generales, algo impensable cuando empez¨® su andadura en enero de 2020.
El tema de los perros de caza era decisivo para algunos barones socialistas, que tem¨ªan perder parte del voto rural. Y al final cada uno, PSOE y Unidas Podemos, mantiene sus posiciones y de alguna manera se acuerda la discrepancia, como es habitual en las coaliciones.
Hay otras muchas leyes pendientes en las que la coalici¨®n sigue hablando a todas horas. No solo las m¨¢s conocidas, mordaza y vivienda, sino otras importantes como movilidad sostenible, cine, derechos de autor o familias.
En el PSOE siempre hay alg¨²n dirigente, nunca del n¨²cleo duro de S¨¢nchez, que plantea que ser¨ªa mejor romper la coalici¨®n. Algunos incluso han defendido esta opci¨®n pr¨¢cticamente desde el primer d¨ªa. Pero tanto S¨¢nchez como sus ministros y principales asesores lo descartan abiertamente. Tambi¨¦n varios barones territoriales consultados. A pocos meses de unas elecciones en las que el PSOE necesitar¨¢ a Unidas Podemos para gobernar en decenas de ayuntamientos y varias autonom¨ªas, es un desprop¨®sito ese mensaje, insisten. Pero adem¨¢s, recalcan todos los consultados, supondr¨ªa un golpe dur¨ªsimo para los votantes progresistas.
S¨¢nchez reivindica a diario que la coalici¨®n progresista ha logrado avances sociales muy importantes en estos tres a?os ¡ªsubida del salario m¨ªnimo un 47%, reforma laboral, subida de pensiones al 8,5%, paquetes de ayudas frente a la crisis¡ª y romperla ser¨ªa, seg¨²n el an¨¢lisis m¨¢s extendido en el PSOE y en el Gobierno, dar la raz¨®n a la oposici¨®n. Adem¨¢s, tal como lo ven los socialistas, eso abrir¨ªa una guerra a¨²n m¨¢s descarnada en Unidas Podemos y debilitar¨ªa la posici¨®n de Yolanda D¨ªaz. El PSOE necesita que D¨ªaz tenga un buen resultado porque la pol¨ªtica espa?ola se decide en bloques, pero sobre todo porque en las elecciones generales habr¨¢ dos grandes batallas paralelas: una la que librar¨¢n PSOE y PP para ser el primer partido en cada una de las provincias ¡ªah¨ª se deciden muchos esca?os¡ª y otra la que tendr¨¢ la coalici¨®n de D¨ªaz ¡ªSumar¡ª con Vox. En esa segunda guerra tambi¨¦n se deciden muchos diputados, y a los socialistas les interesa casi tanto como su propia batalla con el PP.
Mientras, en Unidas Podemos se ha vivido tambi¨¦n con mucha intensidad esta semana, el epicentro de la peor crisis de la coalici¨®n. La interlocuci¨®n ha sido constante estos d¨ªas, en especial entre la ministra Irene Montero y la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz, seg¨²n fuentes de esta formaci¨®n. Aunque las conversaciones las ha liderado Igualdad, la titular de Trabajo ha tratado de empujar, siempre en coordinaci¨®n con Montero, para que haya un acuerdo.
Una de las claves es qui¨¦n negociar¨¢ a partir de ahora. Parece evidente que en el PSOE no ser¨¢ la ministra de Justicia, Pilar Llop, sino Bola?os y Mar¨ªa Jes¨²s Montero, aunque la titular de Justicia siempre ser¨¢ consultada si hay alguna propuesta nueva. Pero en Podemos se?alan que Irene Montero seguir¨¢ al frente de la negociaci¨®n por su sector. Y esto puede ser decisivo, aunque ahora en el Congreso tambi¨¦n tendr¨¢n algo m¨¢s que decir otros grupos dentro de Unidas Podemos, seguramente m¨¢s favorables a una cesi¨®n para buscar un acuerdo. En Igualdad se?alan que el problema no es t¨¦cnico ni de negociaci¨®n, sino que el PSOE quiere volver al modelo anterior, algo que los socialistas insisten en negar.
Fuentes del entorno de D¨ªaz reiteran que esta batalla p¨²blica solo beneficia al PP. La vicepresidenta vivi¨® de cerca durante los a?os de Gobierno bipartito en Galicia c¨®mo las continuas peleas entre el PSOE y los nacionalistas del BNG eclipsaron la acci¨®n de la Xunta y acabaron por elevar a Feij¨®o a la presidencia del Gobierno auton¨®mico con una mayor¨ªa absoluta que revalid¨® en tres ocasiones m¨¢s.
En contraste con las desavenencias internas aireadas en otras crisis, en este caso Unidas Podemos ha evitado los choques p¨²blicos entre sus dirigentes. Aunque la estrategia de Podemos ha sido mucho m¨¢s combativa que la del resto de fuerzas del espacio confederal, los distintos grupos han dejado claro que est¨¢n de acuerdo en lo fundamental: que con la reforma, el consentimiento siga en el centro. En el discurso del partido esto significa que el delito de agresi¨®n sexual siga siendo uno solo, que no se subdivida en funci¨®n de si ha habido o no violencia o intimidaci¨®n, que es lo que el PSOE propone.
La crisis llega, adem¨¢s, en un momento de acercamiento entre la formaci¨®n de Belarra e Izquierda Unida. En el plano electoral, tras meses de bloqueo derivado de la negociaci¨®n para una confluencia andaluza ¡ªlas conversaciones se apuraron tanto que Podemos acab¨® fuera del registro oficial de la marca¡ª en las ¨²ltimas semanas ambas formaciones han cerrado acuerdos para ir en coalici¨®n el 28 de mayo en las auton¨®micas en Murcia, Cantabria, Extremadura, Canarias y Baleares. Estas comunidades se suman a Navarra y Madrid, y no se descarta un pacto en otras como la valenciana.
La pol¨¦mica en el Gobierno ha llegado en un momento particularmente delicado, a tres meses del arranque de esa campa?a y con un debate que lo ha contaminado todo. UP se juega revalidar su presencia en hasta seis gobiernos auton¨®micos y todo el poder municipal.
Mientras, tambi¨¦n siguen las conversaciones para rematar la unidad del espacio en torno a Sumar, la plataforma de la vicepresidenta D¨ªaz para las generales. Ella a¨²n tiene que hacer p¨²blica su candidatura, pero el grupo se est¨¢ armando. Una debacle en mayo amenazar¨ªa con alterar el equilibrio de fuerzas y embarrar cualquier negociaci¨®n futura. Adem¨¢s, m¨¢s all¨¢ de sus filas, la imagen de Irene Montero, principal baza del partido en caso de que no haya acuerdo con D¨ªaz, ha sufrido un duro rev¨¦s en estos meses.
Todos estos elementos tambi¨¦n juegan en una situaci¨®n de crisis tan compleja, pero si se unen los puntos, pr¨¢cticamente todos los caminos conducen al mismo sitio: la ruptura no le conviene a nadie. La l¨®gica pol¨ªtica parece aplastante. Aunque en pol¨ªtica no siempre impera la l¨®gica.
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