El ¡®Hombre de la Sobia¡¯ ya beb¨ªa sidra asturiana hace 2.000 a?os
La campa?a arqueol¨®gica realizada en una sima de Teverga pone cara a un astur y desvela las primeras evidencias del consumo del n¨¦ctar de la manzana
Varios cad¨¢veres, entre los que se encontraba el de una mujer, fueron arrojados al interior de la sima de La Sobia en el concejo asturiano de Teverga, entre finales del siglo I y principios del II. Casi dos mil a?os despu¨¦s, el proyecto liderado por el arque¨®logo Alfonso Fanjul Peraza y la bi¨®loga Carmen Alonso Llamazares, con la colaboraci¨®n del ilustrador Iv¨¢n Cuervo, ha permitido poner cara a un astur de hace veinte siglos y, de paso, confirmar que ya por aquella ¨¦poca beb¨ªan sidra.
¡°Lo ¨²nico que ten¨ªamos eran los restos humanos que hab¨ªan aparecido en la cavidad. Y, entre ellos, destacaba parte del cr¨¢neo, con tres piezas dentales, de un individuo que, en un primer momento, pens¨¢bamos que era un ni?o y luego se confirm¨® que era un adulto joven con signos de desnutrici¨®n¡±, explica Cuervo. A partir de un fragmento de la nariz, el globo ocular y esos tres dientes, iniciaron la reconstrucci¨®n de su apariencia en los laboratorios de la Universidad de Oviedo. Un proceso en el que Cuervo y Alonso tomaron como referencia ¡°otros dos cr¨¢neos enteros cuya morfolog¨ªa y medidas eran muy similares a las del individuo de La Sobia hasta llegar a reconstruir su propia estructura craneal, a la que, poco a poco, se fueron superponiendo los m¨²sculos faciales¡±.
Sorpresa alimenticia
Pero, adem¨¢s de ponerle cara al Hombre de La Sobia, los an¨¢lisis de los restos arrojaron un sorprendente hallazgo. ¡°Gracias a la falta de higiene dental de ese individuo cuyo rostro ha sido ahora reconstruido, al estudiar su c¨¢lculo dental muestra, entre otras cosas, el consumo de sidra y de una papilla de s¨¦mola de escanda hervida posiblemente en l¨¢cteos. Un porridge de la ¨¦poca, las tradicionales gachas¡±, apunta Fanjul.
A esta reveladora conclusi¨®n lleg¨® la profesora colaboradora de Bot¨¢nica de la Universidad de Oviedo Mar¨ªa ?ngeles Fern¨¢ndez Casado junto a sus colegas Tom¨¢s Emilio D¨ªaz y Herminio Severiano Nava: ¡°No pod¨ªa creer que los restos de sus dientes se hubiesen conservado tan bien porque, tendr¨ªan que estar m¨¢s deteriorados de lo que estaban por los jugos de la boca y el paso del tiempo. Y cuando Alfonso me trajo esos tres dientes a ver si aparec¨ªa algo en ellos, al analizar el sarro, empezaron a aparecer cantidad de restos vegetales, como restos de pera y de manzana. Pero la mayor sorpresa lleg¨® cuando cog¨ª una muestra de sidra de una botella que ten¨ªa en casa para analizarla y, al compararla con los restos de los dientes, empezaron a aparecer estructuras muy similares y los hongos presentes en la fermentaci¨®n del jugo de la manzana¡±. La conclusi¨®n de estos an¨¢lisis aporta dos mil a?os de vida, al menos, a la manzana asturiana.
Y a¨²n hay m¨¢s: ¡°Las ¨²ltimas comidas de este individuo antes de su muerte inclu¨ªan peras y ar¨¢ndanos silvestres, lo que nos ayuda a fijar su fallecimiento en torno al mes de octubre, el ¨²nico momento del a?o en que ambos frutos conviven¡±, concluye Casado.
El equipo del Hombre de la Sobia pretende continuar este a?o con los an¨¢lisis de los restos humanos y animales y comenzar las excavaciones en la sima en 2024.
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