Choque de estrategias entre Ayuso y Feij¨®o para afrontar la competici¨®n electoral con Vox
La presidenta madrile?a apuesta por la confrontaci¨®n con la extrema derecha, mientras el l¨ªder del PP opta por contemporizar e ignorar al partido de Abascal
El contraste se hizo evidente en apenas 24 horas. El mi¨¦rcoles, en el Congreso, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, protagonizaba un discurso de guante blanco con Vox en la moci¨®n de censura de los ultras, en el que evit¨® diferenciarse de las ideas que Santiago Abascal o su candidato, Ram¨®n Tamames, hab¨ªan defendido durante el debate, como que en la Guerra Civil ¡°no hay un lado bueno y otro malo¡± y ¡°se cometieron atrocidades en los dos bandos¡±. Gamarra no censur¨® ninguno de los planteamientos de Vox y, en cambio, dijo que el PP encontraba ¡°elementos comunes¡± en el relato de Tamames. El jueves, en la Asamblea de Madrid, la presidenta de la Comunidad, Isabel D¨ªaz Ayuso, despu¨¦s de que la extrema derecha frustrara su intento de aprobar una bonificaci¨®n fiscal con la que quer¨ªa atraer patrimonios extranjeros, abri¨® fuego contra los ultras. ¡°A partir de hoy es bueno que cada uno siga su camino¡±, clam¨® Ayuso, escenificando una ruptura con Vox. La l¨ªder madrile?a y la direcci¨®n nacional del PP siguen caminos divergentes para afrontar la competici¨®n electoral con la extrema derecha: mientras Ayuso apuesta ahora por ir al choque, Alberto N¨²?ez Feij¨®o prefiere contemporizar y ningunear a los de Abascal. Aunque en el fondo ni una ni otro han descartado llegar a futuros acuerdos con Vox.
Se trata, por tanto, de un choque de estrategias entre Ayuso y Feij¨®o para encarar el embate de Vox ante las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas y municipales de mayo, en solo dos meses. La l¨ªder madrile?a, que opera como electr¨®n libre en el PP, se revolvi¨® este jueves con Vox. ¡°Yo tengo el m¨¢ximo respeto por su formaci¨®n pol¨ªtica. Siempre defend¨ª su presencia en las instituciones¡±, sostuvo. ¡°[Pero] la deriva que ha tomado su partido no me va a arrastrar con ella. Es muy dif¨ªcil entenderse con ustedes, pr¨¢cticamente es imposible, porque no entienden que la vida son matices, son contrastes; distintos puntos de vista¡±.
El arrebato de Ayuso fue interpretado inmediatamente en clave electoral, porque est¨¢ solo a cuatro esca?os de la mayor¨ªa absoluta, que podr¨ªa lograr creciendo a expensas de su competidor por la derecha. Aunque en su entorno afirman que se trat¨® de un desahogo aprovechando el ¨²ltimo pleno de la legislatura, que marca, de momento, el fin de la dependencia que ten¨ªa el PP con Vox para sacar adelante sus iniciativas. ¡°Es m¨¢s simple: [en Vox] llevan desde noviembre dando patadas en las espinillas¡±, explica una fuente de confianza de Ayuso. ¡°Como ejemplos est¨¢n la votaci¨®n de este jueves en la que han tumbado la bonificaci¨®n fiscal para atraer patrimonios extranjeros a Madrid, o que no aprobaran los Presupuestos¡±. Y recalca: ¡°No se trata de un c¨¢lculo de votantes: se trata de decir que [Roc¨ªo] Monasterio lleva unos meses en una deriva que no va a llevarse por delante a la presidenta¡±.
Es cierto que Vox empez¨® primero a buscar las cosquillas a Ayuso, impidiendo que aprobara sus cuentas p¨²blicas o torpedeando otros de sus proyectos ante la cercan¨ªa de las elecciones del 28 de mayo, pero la l¨ªder madrile?a, fiel a su estilo, ha respondido con otro mandoble. ¡°Est¨¢ muy nerviosa¡±, interpretan en Vox, seg¨²n una fuente pr¨®xima al l¨ªder del partido, Santiago Abascal.
Las circunstancias de Madrid son muy concretas: el arraigo de la extrema derecha es tan firme como para que en las elecciones de 2021 mejorara su resultado de 2019 pese al bum de Ayuso. En consecuencia, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha mezclado una de cal y otra de arena. Ha afeado a Vox sus cr¨ªticas a los menores extranjeros no acompa?ados que llegan a Madrid, y se ha negado a implantar el veto parental en educaci¨®n. Pero tambi¨¦n ha coqueteado con algunos de sus postulados m¨¢s duros. As¨ª, se ha comprometido a derogar la ley trans si gobierna tras el 28-M; o ha deslizado que la nueva ley de patrimonio regional servir¨¢ para proteger el Valle de Cuelgamuros (antes denominado Valle de los Ca¨ªdos). A pesar de la escenificada ruptura del jueves, Ayuso no ha dicho que tras las elecciones de mayo no pueda volver a entenderse en futuras cuestiones o en una investidura, si le hace falta, con los de Abascal.
En la direcci¨®n nacional del PP apuestan por un enfoque diferente de competici¨®n con Vox: el de evitar cualquier confrontaci¨®n e ignorarles. Ah¨ª se encuadra el discurso condescendiente con el partido de Abascal en la moci¨®n de censura, que nada tuvo que ver con el que Pablo Casado defendi¨® contra la extrema derecha en la anterior moci¨®n, en 2020, cuando rompi¨® todos los puentes. Feij¨®o no quiere dinamitar las pasarelas con Vox, porque pretende seguir ara?ando votantes por ese flanco, explican en G¨¦nova, y porque tampoco cierra la puerta a un entendimiento despu¨¦s de mayo, aunque tratar¨¢ de evitarlo. ¡°Nosotros, por nuestro carril¡±, arguyen en la c¨²pula del PP.
¡°Respaldo suficiente¡±
La estrategia diferenciada no impide a Feij¨®o apoyar a la l¨ªder madrile?a, si ella cree que le es m¨¢s beneficioso ir al choque en la Comunidad. ¡°Ayuso tiene el respaldo suficiente para hacer su propia pol¨ªtica. Vox est¨¢ en contra de los Presupuestos de Madrid. Y comprendo y comparto sus declaraciones [de Ayuso]¡±, defendi¨® el presidente del PP desde Bruselas el jueves. En la capital comunitaria, despu¨¦s de dos d¨ªas de silencio y ausencia en el debate de la moci¨®n de censura de Abascal, Feij¨®o se permiti¨® endurecer el tono contra la extrema derecha. ¡°No comparto esta forma de hacer pol¨ªtica. Me he abstra¨ªdo de este esperpento y me he dedicado a reforzar la alternativa, a reconstruir la imagen internacional de Espa?a. A una pol¨ªtica infantil como la de la moci¨®n de censura, no me apunto¡±, reflexion¨®, pero dej¨® sin contestar la pregunta de si eso supon¨ªa un punto de inflexi¨®n en su relaci¨®n con Vox que dificultara las alianzas en mayo. La debilidad de los ultras tras la fallida moci¨®n de censura hace m¨¢s f¨¢cil ir a la yugular, pero ni Feij¨®o ni Ayuso han cerrado la puerta a pactar con los de Abascal en caso de que sea necesario.
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