El Supremo ratifica la condena a un abogado que saque¨® la cuenta de unos clientes que tuvieron que mendigar
La sentencia confirmada destaca que una de las v¨ªctimas sufr¨ªa una grave discapacidad y la otra ten¨ªa un ¡°bajo nivel intelectual¡±
La Sala Penal del Tribunal Supremo ha ratificado la condena a 5 a?os de prisi¨®n para el abogado de Gij¨®n Jos¨¦ Mar¨ªa M. M. por apropiarse de 148.850 euros de un matrimonio de clientes especialmente vulnerables, a los que dej¨® en una situaci¨®n tal de penuria econ¨®mica que la mujer se vio obligada a pedir limosna en la puerta de una iglesia, seg¨²n destacan los hechos probados. El alto tribunal confirma as¨ª la pena impuesta en febrero de 2021 por la Audiencia Provincial de Asturias y confirmada dos meses despu¨¦s por el Tribunal Superior de Asturias, que consider¨® al letrado culpable de un delito continuado de apropiaci¨®n indebida, de especial gravedad por la situaci¨®n econ¨®mica en la que dej¨® a sus v¨ªctimas, con la agravante de abuso de confianza, ya que una de las v¨ªctimas sufr¨ªa una grave discapacidad y la otra ten¨ªa un ¡°bajo nivel intelectual¡±. En su fallo, el Supremo ¨²nicamente corrige la cuant¨ªa de la indemnizaci¨®n fijada, que reduce de 180.906 euros a 148.850 euros, al considerar que de la primera cuant¨ªa hubo 33.000 euros que el acusado s¨ª acredit¨® que fueron gastos para atender a los clientes.
Seg¨²n el relato de hechos probados, en julio de 2009, una de las v¨ªctimas, de 60 a?os, sufri¨® una parada cardiorrespiratoria mientras trabajaba que le dej¨® secuelas f¨ªsicas y una ¡°grave discapacidad¡±. Con dificultades intelectuales para realizar tareas complejas y desbordada por la situaci¨®n generada por el accidente laboral de su marido, la mujer acudi¨® al ahora condenado. Lo conoc¨ªa porque ella era cliente de la tienda que regentaba la madre del abogado, por lo que le encarg¨® que le gestionara el cobro de la pensi¨®n por incapacidad permanente y las posibles indemnizaciones que le correspondieran por el accidente laboral. Tras conseguir las prestaciones en 2010, la pareja se fue a vivir a Valladolid, donde ten¨ªan familiares. All¨ª, ¨¦l ingres¨® en una residencia para grandes discapacitados y ella se fue a vivir de alquiler a un piso cercano a la misma. En su cuenta corriente recib¨ªan ya entonces una pensi¨®n por incapacidad de cerca de 3.000 euros mensuales, adem¨¢s de haber ingresado 85.000 euros en concepto de indemnizaci¨®n.
La sentencia que conden¨® en primera instancia al abogado consider¨® probado que este conoc¨ªa las importantes cantidades de dinero que la pareja hab¨ªa recibido y que, por ello, recomend¨® a la mujer que, dado que cambiaban de ciudad de residencia, le otorgaran un amplio poder para seguir reclamando en Gij¨®n nuevas cantidades a las aseguradoras. Solo cinco d¨ªas despu¨¦s de obtener ese poder ¨Dque le permit¨ªa ingresar o retirar fondos y realizar transferencias de las cuentas bancarias de la pareja¨D, Jos¨¦ Mar¨ªa M. empez¨® ¡°a hacer un uso indebido de este en su beneficio exclusivo, de tal modo que las notables cantidades de dinero ingresadas en la cuenta bancaria que el matrimonio ten¨ªa [...] fueron desapareciendo de la misma con importantes y numerosas disposiciones en efectivo que [el abogado] realizaba en Gij¨®n, hasta el punto de quedar en n¨²meros rojos algunos meses¡±.
El fallo detalla c¨®mo el abogado realiz¨®, entre 2010 y 2017, disposiciones en efectivo ¡°de manera constante y sostenida en el tiempo y sin justificaci¨®n razonable¡±, una de hasta 36.000 euros. Los hechos probados recalcan que este hecho provoc¨® al matrimonio una penuria econ¨®mica que llev¨® a la mujer ¡°a pedir limosna en la puerta de una iglesia, ya que en repetidas ocasiones acud¨ªa en Valladolid a sacar el dinero del banco para cubrir sus modestas necesidades y no lo pod¨ªa hacer por no existir met¨¢lico¡±.
La apropiaci¨®n sali¨® a la luz cuando un hombre se interes¨® por la situaci¨®n de la mujer y la acompa?¨® al despacho de una abogada, que puso los hechos en conocimiento de la Fiscal¨ªa en junio de 2017. Cuando el abogado se enter¨® de que la v¨ªctima iba a denunciarle, dej¨® de usar el poder y se desplaz¨® a Valladolid para que la mujer le firmase ¡°numerosos recibos confeccionados por ¨¦l mismo, con la ¨²nica finalidad de justificar la supuesta entrega del dinero extra¨ªdo de las cuentas a la perjudicada¡±. Entre esos documentos que consigui¨® que la mujer le rubricara hab¨ªa un supuesto reconocimiento de deuda por 25.000 euros, con el que el ahora condenado en firme intent¨® reclamar a sus clientes por v¨ªa judicial el pago de esta cantidad.
El fallo recog¨ªa tambi¨¦n una ¡°¨²ltima intentona¡± del abogado de justificar la apropiaci¨®n de dinero consistente en la grabaci¨®n de la ¡°sonrojante conversaci¨®n telef¨®nica¡±, como la tilda la sentencia, que el letrado mantuvo con la v¨ªctima, con la que pretend¨ªa que esta ¡°pronunciase lo que a ¨¦l le conven¨ªa que quedara grabado¡± para exculparse. Los magistrados concluyen que la misma ¡°lo ¨²nico que dej¨® patente¡± era la confianza que la mujer ten¨ªa en Jos¨¦ Mar¨ªa M. M.
La sentencia que le conden¨® en primera instancia recalca que Jos¨¦ Mar¨ªa M. M. era ¡°completamente consciente de que se estaba aprovechando de la confianza en ¨¦l depositada¡± por las v¨ªctimas y que ten¨ªa como ¨²nico fin que realizara en su nombre ¡°peque?as gestiones, relativas exclusivamente a pago de impuestos y gesti¨®n de alquiler del piso y residencia¡±. El fallo tambi¨¦n consider¨® probado que el abogado era ¡°conocedor¡± de que la pareja lleg¨® a pasar penurias econ¨®micas en algunos momentos porque la mujer le llam¨® pidi¨¦ndole explicaciones por la ausencia de fondos en las cuentas, adem¨¢s de ser consciente tambi¨¦n de que ¡°el dinero que incrementaba su patrimonio personal estaba destinado a cubrir las necesidades de una persona con una gran discapacidad¡±, pese a lo cual sigui¨® siete a?os extrayendo dinero de las cuentas de la pareja.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.