Pedro S¨¢nchez conecta el cambio de Espa?a sobre el S¨¢hara con la menor inmigraci¨®n irregular desde Marruecos

El debate era en teor¨ªa sobre tres aspectos clave de la pol¨ªtica internacional (los ¨²ltimos consejos europeos, la relaci¨®n con Marruecos y el aniversario de la guerra en Ucrania), pero la sesi¨®n se convirti¨® de nuevo en un minidebate de la naci¨®n, donde se tocaron todos los asuntos y pol¨¦micas pol¨ªticas de actualidad. El presidente, Pedro S¨¢nchez, aprovech¨® la oportunidad para hacer campa?a sobre la mejora de Espa?a en muchos par¨¢metros econ¨®micos, para presumir de su influencia europea e internacional, tambi¨¦n sobre sus labores de mediaci¨®n en Ucrania, y sobre Marruecos apenas aport¨® novedades. Toda la oposici¨®n de derecha y ultraderecha, pero tambi¨¦n la mayor¨ªa de los socios del bloque progresista de investidura, le exigieron aclaraciones sobre el giro hist¨®rico de Espa?a con respecto a la posici¨®n de Marruecos con el S¨¢hara. No las dio, pero conect¨® esa buena conexi¨®n actual con la bajada notable de la inmigraci¨®n irregular desde el pa¨ªs vecino.

El PP y otros partidos hab¨ªan demandado del presidente una comparecencia pendiente sobre varios asuntos internacionales candentes que se hicieron coincidir en la misma jornada y que transformaron la sesi¨®n, otra vez, en una versi¨®n reducida de seis horas y media de los eternos debates sobre el estado de la naci¨®n. La cuesti¨®n de los consejos europeos pasados de febrero y marzo apenas recibi¨® atenci¨®n. Sobre la entrada en el segundo a?o de guerra en Ucrania, el presidente no desaprovech¨® el institucional escenario para destacar el papel y las distintas contribuciones de Espa?a para la paz en ese territorio, para rememorar como uno de los momentos m¨¢s emotivos de su mandato el pasado 24 de febrero cuando habl¨® en el Parlamento de Kiev con las banderas de Ucrania, de la Uni¨®n Europea y de Espa?a detr¨¢s, y para responder que frente a las mediaciones para acabar con ese conflicto que alientan sus socios habituales por parte de China, Brasil y hasta los Emiratos ?rabes, ¨¦l le concede m¨¢s valor y relevancia al plan de paz del propio Volod¨ªmir Zelenski.

El morbo de la sesi¨®n especial estaba en lo que pudiera aportar el presidente o lo que los diversos portavoces lograran arrancarle sobre las nuevas vinculaciones estrat¨¦gicas con Marruecos, las posibles cesiones al reinado de Mohamed VI y las contrapartidas o chantajes sufridos desde ese pa¨ªs para cambiar la posici¨®n hist¨®rica espa?ola de respaldo a las reivindicaciones de los saharauis sobre ese territorio. Fue lo que le restregaron casi todos los portavoces, en este caso tanto de la derecha y ultraderecha como de los socios de coalici¨®n y aliados parlamentarios del bloque progresista. No lo consiguieron. S¨¢nchez no aludi¨® directamente al trascendental giro que se evidenci¨® en marzo de 2022 cuando su Gobierno tom¨® partido por Rabat, al considerar su propuesta de autonom¨ªa para el S¨¢hara ¡°como la base m¨¢s seria, realista y cre¨ªble para la resoluci¨®n del contencioso¡± en esa excolonia espa?ola.

Esa discusi¨®n ya ha tenido lugar varias veces en el Congreso, con debates espec¨ªficos y preguntas concretas o m¨¢s gen¨¦ricas. Con ocasi¨®n de la invasi¨®n de miles de j¨®venes marroqu¨ªes a Ceuta en mayo de 2021, por el plant¨®n del rey Mohamed VI a S¨¢nchez y su Ejecutivo con motivo de la reciente Reuni¨®n de Alto Nivel (RAN) en Rabat mientras segu¨ªa de vacaciones o con las manifestaciones luego desautorizadas del presidente del Senado marroqu¨ª sobre las que llam¨® como ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla y la calificaci¨®n de la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, a Marruecos como una ¡°dictadura¡±. Todos esos hitos se le volvieron a echar en cara este mi¨¦rcoles al presidente S¨¢nchez en el Congreso, con diferentes matices y dureza desde casi todas las bancadas.

Pedro S¨¢nchez no lleg¨® este mi¨¦rcoles al Congreso ni para abundar en la siempre peliaguda relaci¨®n bilateral con Marruecos ni para aclarar nada sobre crisis y conflictos recurrentes con ese pa¨ªs. Dijo que iba a realizar una ¡°digresi¨®n¡± que son¨® a par¨¦ntesis sobre los buenos datos y balances positivos de la econom¨ªa espa?ola, pero la extendi¨® m¨¢s de media hora, en v¨ªsperas ya de la campa?a electoral del 28-M. Y sobre Marruecos intent¨® ce?ir su primera intervenci¨®n a que ¡°es un pa¨ªs amigo, aliado esencial para la seguridad y la migraci¨®n ordenada¡±. Fue un retrato que repiti¨® y complet¨® m¨¢s tarde subrayando m¨¢s que Marruecos adem¨¢s de ¡°aliado fundamental para el desarrollo econ¨®mico de Espa?a¡± es ¡°nuestra puerta de entrada a ?frica¡±.

La portavoz del PP, Cuca Gamarra, que hab¨ªa pedido la comparecencia para temas internacionales, comenz¨® por aventurar que en el pa¨ªs ya se nota ¡°la sed de cambio por la descomposici¨®n del Gobierno¡± y adjetiv¨® as¨ª los tres pilares del actual Ejecutivo: soberbia, mentira e ineficacia. Sobre Marruecos, Gamarra utiliz¨® algunas expresiones de la vicepresidenta D¨ªaz en una entrevista en La Sexta el domingo pasado sobre actitudes machistas de S¨¢nchez o su definici¨®n de ese pa¨ªs como una ¡°dictadura¡± para enfatizar los problemas de divisi¨®n y discrepancias internas en el seno de la coalici¨®n gubernamental. Gamarra s¨ª incidi¨®, como luego casi todos los dem¨¢s oradores, en que el vuelco radical de Espa?a sobre el S¨¢hara hab¨ªa quedado ¡°en una nebulosa¡±.

Rabat

La dirigente del PP, y luego el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, pero tambi¨¦n portavoces de ERC, EH Bildu o de Ciudadanos, como In¨¦s Arrimadas, le reclamaron a S¨¢nchez que confirmase o desmintiese una informaci¨®n publicada este mi¨¦rcoles en El Confidencial en la que se alude a un informe del Centro Nacional de Inteligencia que relaciona una reuni¨®n en Rabat en julio de 2021 con las autoridades marroqu¨ªes con la dimisi¨®n de la entonces ministra de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya, una semana antes de que S¨¢nchez la relevase. EL PA?S ya public¨®, en agosto de 2021, esos contactos de alto nivel con el objetivo de pactar una serie de gestos de distensi¨®n para acabar con la crisis diplom¨¢tica sufrida con ese pa¨ªs durante meses y normalizar la relaci¨®n.

S¨¢nchez no contest¨® nada a esas demandas. Habl¨® mucho de vivienda, de nuevas promesas electorales y program¨¢ticas, compar¨® sus reformas encaminadas para las clases medias y trabajadores con las neoliberales dirigidas a beneficiar a los poderosos. Y sobre Marruecos explic¨® al auditorio, y en especial a portavoces tan diferentes como Abascal, que le reproch¨® los efectos llamadas de inmigrantes, o a Jaume Asens y Javier S¨¢nchez Serna, de Unidas Podemos, que le recriminaron sus buenas maneras con la primera ministra italiana, la ultra Georgia Meloni, que para Espa?a ¡°siempre es bueno tener una buena relaci¨®n con Marruecos¡±. Y justific¨® en ese sentido como algo no casual que mientras las v¨ªas de entrada de inmigrantes irregulares por Ceuta y Melilla se hab¨ªan reducido en el ¨²ltimo a?o un 78% y un 68% por C¨¢diz se hab¨ªan incrementado de forma notable por Italia y Grecia, con gobiernos conservadores. S¨¢nchez retrat¨® as¨ª su manera de ¡°ir por las capitales europeas para construir puentes, no para volarlos¡± al margen de la orientaci¨®n ideol¨®gica de sus gobiernos.