Marruecos intenta que Espa?a cambie su posici¨®n sobre el S¨¢hara

Marruecos intenta que Espa?a salga de lo que Rabat califica como ¡°zona de confort¡± diplom¨¢tica en el conflicto del S¨¢hara Occidental y se alinee con la postura marroqu¨ª, que propone una autonom¨ªa bajo la soberan¨ªa del rey de Marruecos como ¨²nica salida para la excolonia espa?ola. Desde que el pasado 10 de diciembre el entonces presidente de EE UU, Donald Trump, reconoci¨® la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara, Rabat intenta sumar a la UE a esa iniciativa. Y, sobre todo, a Espa?a.

El mismo d¨ªa en que Trump dio su espaldarazo a Marruecos, Rabat y Madrid anunciaron en sendos comunicados que la Reuni¨®n de Alto Nivel (RAN) que ten¨ªan previsto celebrar el 17 de diciembre en la capital marroqu¨ª quedaba aplazada hasta febrero. Sin embargo, fuentes diplom¨¢ticas espa?olas reconocen que a¨²n no hay fecha para su celebraci¨®n y que ya no hay tiempo para que tenga lugar este mes. Rabat justific¨® el aplazamiento en las restricciones impuestas por la pandemia pero, a pesar de que Espa?a ofreci¨® limitar la asistencia a aquellos ministros que tuvieran que firmar acuerdos concretos, no se ha logrado cerrar una fecha.

Madrid sospecha que a los innegables efectos de la covid-19 en el pa¨ªs vecino se suma la escasa prisa de Rabat por relanzar sus relaciones con Espa?a, como evidenciar¨ªa el hecho de que en diciembre no se hubiera previsto la tradicional audiencia del presidente Pedro S¨¢nchez con el rey Mohamed VI, que suele coronar este tipo de cumbres bilaterales. M¨¢s premura tiene Espa?a, apremiada por la llegada de m¨¢s de 20.000 inmigrantes irregulares a Canarias en el ¨²ltimo a?o, la mayor¨ªa marroqu¨ªes, lo que ha generado una situaci¨®n social explosiva en el archipi¨¦lago. Aunque Rabat ha aceptado repatriaciones de sus nacionales, seg¨²n fuentes espa?olas, lo hace a cuentagotas, y est¨¢ muy lejos de alcanzarse la fluidez que hab¨ªa antes de la pandemia.

Pocos d¨ªas despu¨¦s de la fecha de la frustrada cumbre, el primer ministro marroqu¨ª, Saaded¨ªn el Otmani, quien iba a ser el anfitri¨®n, realiz¨® unas pol¨¦micas declaraciones a un canal egipcio de televisi¨®n en las que reivindicaba la marroquinidad de Ceuta y Melilla y homologaba a las dos ciudades espa?olas con el S¨¢hara, lo que llev¨® al Ministerio de Asuntos Exteriores a quejarse ante la embajadora de Marruecos en Madrid.

Rabat no ha vinculado el aplazamiento de la cumbre o la soluci¨®n del problema migratorio a un cambio de postura de Espa?a sobre el S¨¢hara Occidental ¡ªel Gobierno espa?ol solo respaldar¨ªa un acuerdo entre todas las partes auspiciado por la ONU¡ª, pero ha dejado claro cu¨¢l es su objetivo, lanzando una ofensiva en favor de la marroquinidad del Sahara ante la opini¨®n p¨²blica espa?ola.

El pasado d¨ªa 4, por ejemplo, el ministro de Exteriores marroqu¨ª, Naser Burita, publicaba en el diario El Mundo una tribuna de opini¨®n en la que aseguraba que la propuesta marroqu¨ª de conceder una autonom¨ªa al S¨¢hara ¡ªen vez del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n exigido por la ONU¡ª ¡°goza de un apoyo internacional cada vez m¨¢s fuerte¡±. ¡°Prueba de ello¡±, a?ad¨ªa Burita, ¡°son los 42 pa¨ªses que recientemente han reiterado su apoyo a la autonom¨ªa bajo soberan¨ªa marroqu¨ª en una Conferencia Ministerial organizada por iniciativa de Marruecos y Estados Unidos¡±.

¡°La zona de confort¡±

En esa conferencia virtual, celebrada en Rabat el 15 de enero, el ministro hizo un llamamiento a la UE: ¡°Europa debe salir de la zona de confort, el confort de decir ¡®hay un proceso [de negociaci¨®n] y lo apoyamos¡¯, aunque ese proceso pueda durar d¨¦cadas¡±. Burita a?adi¨®, seg¨²n inform¨® la agencia Efe, que los pa¨ªses europeos ¡°deben estar en la din¨¢mica internacional impulsada por Estados Unidos¡±. Cuando se le cuestion¨® expresamente por Espa?a, respondi¨®: ¡°Hay que preguntarle por qu¨¦ hoy no estuvo ah¨ª¡±. Y concluy¨®: ¡°Hoy hace falta un movimiento del conjunto de Europa para apoyar la ¨²nica perspectiva posible de arreglo a la cuesti¨®n del S¨¢hara: la autonom¨ªa en el marco de la soberan¨ªa marroqu¨ª¡±.

Pese a las presiones de Marruecos, fuentes diplom¨¢ticas descartan que Madrid vaya a moverse de su postura tradicional respecto a la excolonia espa?ola: b¨²squeda de un acuerdo negociado, duradero y aceptable para todas las partes en el marco de la ONU. Cuando la Administraci¨®n Trump sorprendi¨® al Gobierno espa?ol con su reconocimiento de la soberan¨ªa marroqu¨ª del S¨¢hara, la jefa de la diplomacia espa?ola, Arancha Gonz¨¢lez Laya, advirti¨® de que la resoluci¨®n del conflicto ¡°no depende de la decisi¨®n unilateral de un pa¨ªs, por muy grande que sea¡±, y subray¨® que ¡°el centro de gravedad est¨¢ en la ONU¡±.

Espa?a insiste en la necesidad de que el secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, nombre a un nuevo enviado especial para el S¨¢hara, un puesto que est¨¢ vacante desde la dimisi¨®n del expresidente alem¨¢n Horst K?hler, hace ya 20 meses. Ese nombramiento permitir¨ªa devolver la soluci¨®n del contencioso al marco de la ONU, algo en lo que ni la anterior Administraci¨®n estadounidense ni Marruecos parec¨ªan tener demasiado inter¨¦s. Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas no creen que la Administraci¨®n Biden d¨¦ marcha atr¨¢s respecto al paso de Trump, pero conf¨ªan en que impulse la b¨²squeda de un acuerdo multilateral.