Aprobada la primera ley de la vivienda de la democracia que limita la subida de los alquileres
La norma confronta a la mayor¨ªa progresista de investidura con la derecha, divide al nacionalismo y supone un hito de la legislatura
El primer paso en la aprobaci¨®n parlamentaria de la primera ley de vivienda de la democracia retrat¨® un marcador a favor de regular y limitar la subida de los precios de los alquileres por parte de la mayor¨ªa progresista de esta legislatura y con la oposici¨®n de la derecha y la divisi¨®n del nacionalismo. Tambi¨¦n ha dejado este jueves otra imagen simb¨®lica dentro de la coalici¨®n en el Gobierno: la bancada del PSOE s¨ª se levant¨® esta vez tras el debate para aplaudir elocuentemente a la ministra de Fomento, Raquel S¨¢nchez, de su partido. La de Unidas Podemos aplaudi¨® el ¨¦xito de la norma y a su representante en el Ejecutivo, Ione Belarra, pero todos permanecieron sentados. Nada que ver con el escenario observado la semana pasada en el mismo hemiciclo para corregir la llamada ley del solo s¨ª es s¨ª. La ley prosper¨® en cualquier caso con el apoyo de 176 votos: los del PSOE, Unidas Podemos, ERC y EH Bildu. La derecha y varios partidos nacionalistas ¡ªvascos y catalanes¡ª la rechazaron porque argumentan que no arregla el problema de la vivienda e invade competencias auton¨®micas.
La discusi¨®n sobre la primera ley de vivienda de esta democracia lleg¨® as¨ª al pleno del Congreso, muy contaminada por el clima ya electoral que se vive en Espa?a, y no solo de cara a los comicios locales del 28 de mayo. El proyecto era uno de los grandes compromisos pendientes del bloque progresista que pact¨® la investidura de Pedro S¨¢nchez, pero encall¨® ante las enormes diferencias de concepto y ambici¨®n a la hora de regular los l¨ªmites a los precios de los alquileres en determinadas zonas de algunas ciudades. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel S¨¢nchez, destac¨® que la negociaci¨®n interna y con sus socios fundamentales hab¨ªa llevado tres complicados a?os. La portavoz en la materia de ERC, Pilar Vallugera, precis¨® que esa ¡°ardua¡± negociaci¨®n hab¨ªa costado 450 d¨ªas. La titular de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, tambi¨¦n secretaria general de Podemos, quiso recordar ¡°para la memoria sobre de d¨®nde venimos¡± que la norma hab¨ªa tardado 40 a?os. La vivienda se ha regulado previamente de forma fragmentaria con leyes como la de arrendamientos urbanos, de 1994, o la del suelo de 1998.
Tras el debate, que dur¨® m¨¢s de dos horas, al final de la ma?ana se llev¨® a cabo la votaci¨®n, que se decant¨® con 176 votos a favor (PSOE, UP, ERC, EH Bildu, M¨¢s Pa¨ªs y Comprom¨ªs), 167 en contra (PP, Vox, Ciudadanos, PNV, JuntsxCAT, PDeCAT, Coalici¨®n Canaria) y la ¨²nica abstenci¨®n del BNG. Tras ella, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, quiso hacer una declaraci¨®n institucional en el patio para remarcar la importancia de la ley como un ¡°hito de la legislatura y de la democracia¡±. S¨¢nchez profetiz¨® que ¡°las palancas e instrumentos¡± que habilitar¨¢ esta regulaci¨®n estatal in¨¦dita supondr¨¢ ¡°un cambio de paradigma¡± que contrapondr¨¢ el modelo neoliberal de la Ley del Suelo de 1998, de la derecha, al que considerar¨¢ la vivienda ¡°como un derecho y un bien de primera necesidad¡±. El jefe del Ejecutivo, que no permiti¨® preguntas de los periodistas, aprovech¨® su comparecencia improvisada para felicitarse por los datos de afiliaci¨®n a la Seguridad Social. Tambi¨¦n para arremeter contra ¡°la deriva¡± del PP y su l¨ªder, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, por da?ar ¡°la reputaci¨®n de Espa?a deslegitimando a la Uni¨®n Europea¡± ante los reproches formulados por las posiciones cr¨ªticas de un comisario europeo al proyecto aprobado por la Junta de Andaluc¨ªa para Do?ana.
El presidente quiso, adem¨¢s, recalcar con su intervenci¨®n la trascendencia que concede a la ley de vivienda y a la introducci¨®n de esa discusi¨®n ahora en precampa?a para confrontar con las tesis que defiende el PP y la derecha en general. Pero en el transcurso de la negociaci¨®n de esta ley, y en el debate de este jueves, se ha observado que las posiciones se han dividido tambi¨¦n con algunos de sus socios habituales y han servido para diferenciar entre los partidos que se consideran nacionalistas, independentistas, separatistas y soberanistas, vascos y catalanes, en parte en clave electoral en esos territorios.
Oskar Matute, portavoz de EH Bildu ¡ªuno de los aliados del Gobierno m¨¢s o menos frecuentes este mandato en el Congreso y apoyo relevante ahora de la ley de vivienda frente al no del PNV (te¨®rico socio preferente el resto de la legislatura)¨D concedi¨® que al proyecto le ¡°faltan cosas¡±. Sin embargo, se content¨® con este ¡°primer paso¡± en el intento de regular el precio de los alquileres. Y, sobre todo, combati¨® el argumento de que la regulaci¨®n ¡°invada¡± las competencias de las autonom¨ªas, que es el mantra que le reprocharon con dureza al proyecto PNV, Junts, PDeCAT, CC, BNG y la CUP. Aitor Esteban, del PNV, y Ferran Bel, del PDeCAT, mostraron m¨¢s tarde en rueda de prensa su estupor porque ERC y Bildu se ¡°autoproclamaran soberanistas y de izquierdas¡± al permitir esa te¨®rica renuncia competencial. Entienden que desde ahora las comunidades que hagan pol¨ªticas de vivienda tendr¨¢n que proporcionar datos y par¨¢metros al Estado a trav¨¦s de una nueva Conferencia Sectorial nacional.
Pilar Vallugera, de ERC, acept¨® que la ley inicial que se les present¨® era ¡°impresentable¡±. Se apunt¨® el tanto de haber retocado casi todos sus art¨ªculos y valor¨® la relevancia de ¡°intervenir el mercado de alquiler¡±, frente a los nacionalistas que se excusan con la derecha en la disputa en torno a de qui¨¦n es la competencia de no hacer nada. Ante los puyazos a su verdadero ¡°soberanismo independentista pagafantas¡± procedentes de algunas formaciones nacionalistas, Vallugera se autodefini¨® con orgullo: ¡°Yo soy una roja separatista sediciosa¡±.
La diputada de Unidas Podemos, Pilar Garrido, remarc¨® lo complicado que ha sido superar las resistencias a la regulaci¨®n de la vivienda como un derecho y bien de primera necesidad ¡°de las oligarqu¨ªas financieras y econ¨®micas¡± en l¨ªnea con lo que despu¨¦s enfatiz¨® la ministra Belarra. La actual l¨ªder de Podemos, en la tribuna primero y tras la intervenci¨®n del presidente en el patio al final de la sesi¨®n, se congratul¨® del ¡°avance social sin precedentes¡± y de objetivo te¨®ricamente sencillo pero dif¨ªcil de llevar a la pr¨¢ctica del proyecto: ¡°Hacer casas para vivir y no para especular¡±. Y concluy¨® con un mensaje de presente y futuro sobre lo que puede conseguir la actual mayor¨ªa progresista y plurinacional que asienta al Gobierno: ¡°Pierden la banca, los buitres, los fondos. Y gana la gente¡±.
El portavoz socialista, Jos¨¦ Luis Ramos, comenz¨® por resaltar que este jueves 27 de abril habr¨ªa que ¡°marcarlo en rojo como cuando se celebran las cosas importantes¡±. Y equipar¨® ah¨ª la relevancia de la norma a otros de los momentos claves para asentar los pilares del Estado del Bienestar bajo gobiernos del PSOE como la ley del derecho universal de la salud de Felipe Gonz¨¢lez en 1986 o la ley de dependencia de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero en 2006.
PP, Vox y Ciudadanos arremetieron contra la ley por venir con el respaldo de ERC y Bildu, por no arreglar el problema de la vivienda y por priorizar los intereses y necesidades de los okupas frente a las de los rentistas y peque?os propietarios. La popular Ana Zurita lleg¨® a hablar de ¡°robo a mano armada¡±. La mayor¨ªa de esos portavoces cuestionaron los anuncios en clave de campa?a del presidente sobre planes para construir miles de pisos de viviendas p¨²blicas, sociales o protegidas cuando, tras cinco a?os de mandato, apenas hab¨ªa levantado ninguna.
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