Dos de los siete candidatos de EH Bildu que han renunciado por su pasado etarra ten¨ªan casi segura la elecci¨®n
Otro dos ten¨ªan opciones de salir si la coalici¨®n mejoraba los resultados de 2019, mientras que tres estaban lejos de los puestos con posibilidades
Dos de los siete exetarras condenados por asesinato que concurren a las elecciones del pr¨®ximo 28 de mayo en las listas de EH Bildu ¡ªy que este martes anunciaron que renunciar¨¢n al cargo si finalmente resultan elegidos¡ª conseguir¨ªan la condici¨®n de concejales si se repiten los resultados que la coalici¨®n abertzale obtuvo en los anteriores comicios municipales, los de 2019. Se trata de Bego?a Uzkudun Etxenagusia, que figura como n¨²mero tres en la lista para la alcald¨ªa de Errezil (Gipuzkoa), y Juan Carlos Arriaga Mart¨ªnez, que ocupa el mismo puesto en la candidatura de Berrioplano (Navarra).
En Errezil, EH Bildu logr¨® en los anteriores comicios cinco de los siete ediles en juego, al conseguir 372 sufragios, m¨¢s del 84% de los emitidos. Entonces, como ahora, solo hubo una segunda candidatura en liza, la agrupaci¨®n local Errezilgintza, que ¨²nicamente ara?¨® 69 votos. Uzkudun fue condenada en 1989 en dos juicios diferentes a un total de 124 a?os de c¨¢rcel por dar cobijo a los autores de sendos atentados en los que murieron tres personas. En uno de ellos, en el que result¨® muerto el empresario Jos¨¦ Txiki Larra?aga Arenas, la candidata avis¨® a los integrantes del comando de la presencia de la v¨ªctima en un bar de la localidad. Estos esperaron a que saliera para dispararle.
En Berrioplano, donde se presenta el segundo candidato que ten¨ªa casi asegurada la elecci¨®n, EH Bildu fue en 2019 la segunda fuerza m¨¢s votada, con el 19% de los sufragios, y consigui¨® tres concejales de los 13 en juego. En esta localidad navarra, el voto estuvo muy repartido, al presentarse ocho candidaturas. Arriaga fue condenado en 1989 a un total de 87 a?os de prisi¨®n por ayudar a los integrantes del comando Nafarroa a perpetrar, el 13 de abril de 1984, dos atentados con tres v¨ªctimas mortales en menos de una hora. En el primero, fue tiroteado un militar retirado a las puertas del mercado mayorista de Pamplona. ETA cometi¨® el segundo, en el que murieron dos polic¨ªas, al colocar una bomba trampa en el coche en el que hab¨ªan huido los autores del primero.
De los otros cinco candidatos que este martes anunciaron su renuncia, otros dos ten¨ªan opciones ya que ocupan los puestos inmediatamente siguientes al ¨²ltimo que consigui¨® EH Bildu en las anteriores elecciones municipales. As¨ª, Agust¨ªn Mui?os D¨ªaz, Tinin, condenado en 1985 a 88 a?os de c¨¢rcel por varios atentados, entre ellos el asesinato del empresario Jos¨¦ Antonio Juli¨¢n Bayano, concurre en el puesto n¨²mero seis en la lista de la coalici¨®n por Legutio (?lava). En este municipio, EH Bildu se hizo con la alcald¨ªa en los ¨²ltimos comicios al conseguir cinco de los nueve ediles, con 391 votos (el 46,7% de los emitidos). En el consistorio hay, adem¨¢s, tres concejales del PNV y uno del PSE. El PP logr¨® solo 24 votos y qued¨® fuera.
Tambi¨¦n tendr¨ªa opciones Asier Uribarri, condenado en 2001 a 16 a?os de prisi¨®n por su complicidad en el asesinato, en 1997, del guardia civil Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Hern¨¢ndez. Uribarri concurre como n¨²mero cuatro de EH Bildu en Maruri-Jatabe (Bizkaia), donde se eligen siete concejales. En 2019, la coalici¨®n obtuvo tres representantes (uno menos que el PNV) al conseguir 215 votos (el 37% de los sufragios). PSE y PP no consiguieron representaci¨®n entonces. Ahora, los cuatro partidos se vuelven a presentar.
Los otros tres candidatos solo tendr¨ªan opci¨®n de acceder a un sill¨®n de concejal si los que les preceden en las listas renunciasen tras la elecci¨®n. Juan Ram¨®n Rojo, condenado en 1996 a 55 a?os de prisi¨®n por el asesinato, cinco a?os antes, de un joven en una plaza de Ir¨²n al que consideraba traficante de droga, concurre en el puesto 21 en este municipio guipuzcoano. En los anteriores comicios, EH Bildu se conform¨® en este ayuntamiento con ser la cuarta formaci¨®n, por detr¨¢s de PSE, PNV y Podemos-IU, tras obtener tres concejales de los 25 en juego con algo menos del 14% de los votos. Los comicios los ganaron los socialistas, con el 35,7% de los votos y 10 concejales.
Tampoco tienen opciones de ser elegidos Jos¨¦ Antonio Torre Altonaga, Medius, y Landa Maruri Basagoiti al ir ambos como suplentes en las listas de EH Bildu para las localidades vizca¨ªnas de Mungia y Zierbena. En el primero de estos municipios, EH Bildu consigui¨® hace cuatro a?os cinco concejales y el 26,38% de los votos, solo por detr¨¢s del PNV, que obtuvo ocho representantes y el 45,28% de los sufragios. En Zierbena la coalici¨®n tambi¨¦n fue la segunda fuerza m¨¢s votada, con el 18,28% de las papeletas y dos concejales, muy lejos del PNV, que consigui¨® seis puestos y cerca del 43% de los sufragios.
Las sentencias de los siete
Las sentencias de la Audiencia Nacional que conden¨® a estos siete candidatos de EH Bildu por terrorismo detallan en los hechos probados la participaci¨®n que cada uno de ellos en aquellos sucesos. EL PA?S ha accedido a las sentencias que condenaban a seis de ellos y contenido de la que impuso pena de c¨¢rcel al s¨¦ptimo gracias a las informaciones period¨ªsticas publicadas entonces.
Cobijo para los asesinos. El 31 de diciembre de 1984, el simpatizante de UCD Jos¨¦ Txiki Larra?aga Arenas estaba en un bar de Azkoiti (Gipuzkoa) celebrando la nochevieja con unos amigos cuando los tres integrantes de un comando, entre los que se encontraba Jos¨¦ Antonio L¨®pez Ruiz, alias Kubati, le dispararon cuando abandonaba el establecimiento caus¨¢ndole en la muerte. Seg¨²n la sentencia, fue Bego?a Uzkudun la que alert¨® a los miembros del comando de que Larra?aga estaba en la localidad para despu¨¦s cobijarlos en su domicilio de Azpeitia tras perpetrar el crimen. No fue la ¨²nica condena que recibi¨® Uzkudun, quien ese mismo era condenada junto a Kubati y un tercer terrorista por el atentado cometido en el alto de Meagas (Zarautz) con un artefacto explosivo, el 28 de junio de 1986, que cost¨® la vida al guardia civil Francisco Muriel Mu?oz y heridas a otros seis agentes. Uzkudun fue condenada a 106 a?os como encubridora. El fallo detalla que recogi¨® a los otros dos etarras ¨Dque fueron condenados a 197 a?os como autores materiales¨D tras cometer el atentado y los volvi¨® a esconder en su domicilio.
Dos atentados mortales en una hora. A las siete de la ma?ana del 13 de abril de 1984 era asesinado de dos disparos el empresario y militar retirado Jes¨²s Alcocer cuando se encontraba, como todos los d¨ªas, en el mercado de mayoristas de la capital navarra, Mercairu?a, para comprar frutas y verduras para los tres establecimientos comerciales que ten¨ªa en Pamplona. Dos j¨®venes, a cara descubierta, le dispararon en la cabeza cuando se dispon¨ªa entrar en el edificio. Los autores del atentado huyeron en un veh¨ªculo robado que les esperaba con un tercer integrante del comando a bordo. Poco despu¨¦s abandonaban este coche, con una bomba trampa en su interior. Menos de una hora despu¨¦s el coche era localizado y cuando los polic¨ªas nacionales Tom¨¢s Palac¨ªn y Juan Jos¨¦ Legorburu abr¨ªan una puerta del mismo para inspeccionarlo, el artefacto se activaba y mataba a los dos agentes. Juan Carlos Arriaga, ahora candidato, fue condenado en 1989, junto a otros tres miembros del comando, a 29 a?os de c¨¢rcel por el primer atentado; y a 58 por el segundo. El fallo destacaba que el ahora candidato facilit¨® la informaci¨®n para asesinar al empresario.
Informaci¨®n para matar a un guardia civil. Asier Uribarri y Lander Maruri fueron condenados en 2001 a 16 a?os de prisi¨®n cada uno por su complicidad en el asesinato, en 1997, del guardia civil Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Hern¨¢ndez. Un a?o antes hab¨ªan recibido tambi¨¦n una pena de c¨¢rcel por un delito de integraci¨®n en organizaci¨®n terrorista. Seg¨²n detalla el fallo de 2001, ambos formaron un grupo de apoyo de un comando, del que recibieron instrucciones para recabar informaci¨®n sobre un agentes del instituto armado que sol¨ªa frecuentar el barrio de El Puerto, en la localidad de Zierbena, donde resid¨ªa precisamente Maruri. El tribunal consider¨® probado que ambos proporcionaron al comando ¡°datos exactos y precisos sobre la identidad¡±, la descripci¨®n f¨ªsica del guardia civil, y ¡°sus costumbres¡±, entre ellas la de acudir habitualmente las noches del viernes y el s¨¢bado a una marisquer¨ªa de la localidad, as¨ª como las caracter¨ªsticas y matr¨ªcula del veh¨ªculo en el que se desplazaba. Con esa informaci¨®n, el 3 de mayo de 1997 un miembro del comando entr¨® en el restaurante, se dirigi¨® directamente al lugar en el que estaba sentado la v¨ªctima y le dispar¨® en la cabeza a quemarropa en presencia de su esposa. La sentencia tambi¨¦n recoge que ambos tambi¨¦n facilitaron al comando datos sobre una concejal del ayuntamiento de Portugalete y sobre una refiner¨ªa de Petronor.
Cinco tiros a un empresario. La sentencia que conden¨® a Agust¨ªn Mui?os detalla que ¨¦l y su compa?ero de comando cometieron, entre octubre de 1982 y junio de 1984, cinco atentados con explosivos o, simplemente, lanzando latas de gasolina y c¨®cteles molotov contra diferentes empresas. En un momento de esa actividad, Mui?os y su compa?ero recibieron el encargo de la direcci¨®n de ETA de atentar contra el empresario Jos¨¦ Antonio Juli¨¢n Bayano. Los dos etarras siguieron durante d¨ªas a su v¨ªctima hasta los dos locales de ocio que regentaba y, el 23 de noviembre de 1983, cuando descend¨ªa de su veh¨ªculo para abrir uno de ellos, Mui?os y otro miembro del comando no identificado cuando se dict¨® el fallo le dispararon cinco balas. Juli¨¢n Bayano ¡°muri¨® de forma instant¨¢nea¡±, seg¨²n recalca la sentencia. Tras aquel atentado, el fallo detalla que el comando sigui¨® su actividad. As¨ª, sus integrantes hirieron al guardia de seguridad de una sucursal bancaria que intentaron atracar; robaron a un grupo de cazadores sus armas; ametrallaron la casa cuartel de la Guardia Civil de Durango, e intentaron hacer estallar una bomba al paso de una patrulla del instituto armado. El fallo que conden¨® en 1985 a Mui?os a 88 a?os de c¨¢rcel por todo ello, destaca que este discuti¨® con sus compa?eros de comando cuando ETA les propuso asesinar a un vecino suyo con el que manten¨ªa amistad. Finalmente, el grupo asesin¨® a esta persona aprovechando que Tinin, estuvo hospitalizado m¨¢s de un mes por una baja laboral.
14 disparos en una plaza de Irun. Juan Ram¨®n Rojo fue condenado en 1996 a 55 a?os de prisi¨®n por el asesinato, cinco a?os, de Francisco Gil Mendoza y el intento frustrado de matar al hermano de este en esa misma localidad guipuzcoana. La sentencia detalla que Rojo y su compa?ero de comando vieron en la noche del 7 de agosto de 1991 como en una plaza estaban sentados los hermanos Francisco y Alfonso Gil, ambos toxic¨®manos, seg¨²n destaca el fallo, y a los que los dos etarras ¡°reputaban traficantes de droga¡± ya que aquel lugar era un punto de encuentro habitual entre drogadictos y peque?os traficantes. Como ETA hab¨ªa convertido a estos ¨²ltimos en objetivo de sus atentados, Rojo y su compa?ero regresaron a la vivienda del primero, cercana al lugar, y cogieron dos subfusiles para regresar inmediatamente a la plaza. Una vea all¨ª, y ya encapuchados, ametrallaron a los dos hermanos cuando hu¨ªan al percatarse de las intenciones de los dos etarras. El fallo detalla que Rojo efectu¨® 14 disparos y que dos de ellos impactaron en Francisco Gil, uno en la cabeza, y le ocasionaron la muerte.
Un atentado contra Lemoniz. En marzo de 1978 Jos¨¦ Antonio Torre trabajaba como electricista en las obras de la central nuclear de Lemoniz (Bizkaia), un proyecto que se convirti¨® en objetivo de ETA desde su anuncio. Torre Altonaga, que en las elecciones del 28-M ocup¨® el puesto de suplente en la lista de EH Bildu en Mungia (Bizkaia), aprovech¨® que entraba a diario en las instalaciones para facilitar a la organizaci¨®n terrorista ¡°informes verbales, escritos y fotogr¨¢ficos¡± sobre las v¨ªas de acceso, las medidas de seguridad y vigilancia, y recomendar a los responsables de la banda que la mejor forma de atentar contra la central nuclear era colocar un artefacto explosivo dentro de uno de los generadores de vapor.
La sentencia detalla que el 17 de marzo, y tras varias reuniones con tres miembros de un comando, el ahora candidato ayud¨® a estos a entrar en las obras haci¨¦ndose pasar por trabajadores y les indic¨® d¨®nde ten¨ªan que dejar el artefacto. Luego, al salir del trabajo, sobre las dos de la tarde, se desplaz¨® hasta su localidad de residencia, Plentzia, y, tras dos intentos fallidos, llam¨® por tel¨¦fono a la central nuclear. Tras presentarse como miembro de ETA, anunci¨® que una bomba iba a estallar para que las obras fueran desalojadas. Solo 13 minutos despu¨¦s de aquella llamada, la carga explosiva detonaba. Dos trabajadores, Andr¨¦s Guerra y Alberto Negro, quedaron ¡°descuartizados¡±, describe el fallo. Otros 14 obreros resultaron heridos de diferente consideraci¨®n y la central sufri¨® grandes da?os. La Audiencia Nacional consider¨® probado que Torre fue pieza clave en aquel crimen y le conden¨®, en abril de 1991, a 20 a?os de prisi¨®n en concepto de autor como cooperador necesario por un delito de estragos, dos de homicidio y varios de lesiones.
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