As¨ª se salva una especie en peligro cr¨ªtico: el lince ib¨¦rico multiplica su poblaci¨®n en 20 a?os
El centro de cr¨ªa de Zarza de Granadilla (C¨¢ceres) es el ¨²ltimo que abri¨® en Espa?a dentro del programa de recuperaci¨®n. Actualmente viven en la Pen¨ªnsula 1.668 animales
En 2003 el lince ib¨¦rico estaba al borde de la extinci¨®n. En ese momento hab¨ªa, en toda la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, entre 90 y 100 ejemplares entre el Parque Nacional de Do?ana (Huelva y Sevilla) y la Sierra de And¨²jar Carde?a (Ja¨¦n). 20 a?os despu¨¦s, gracias al programa de reintroducci¨®n Ex-situ y seg¨²n el ¨²ltimo censo, existen 1.105 adultos o subadultos y 563 cachorros nacidos en 2022. Los linces se distribuyen en 15 n¨²cleos reproductores, de los que 14 se hallan en Espa?a ¨Cseis en Andaluc¨ªa, cuatro en Castilla-La Mancha y cuatro en Extremadura- y uno en Portugal. Actualmente, funcionan cuatro centros de cr¨ªa, uno en Portugal y tres en Espa?a, de los cuales dos est¨¢n gestionados por el organismo aut¨®nomo de Parques Nacionales: el del Acebuche y el de Zarza de Granadilla (C¨¢ceres). El tercero est¨¢ en Ja¨¦n, gestionado por la Junta de Andaluc¨ªa, y Portugal cuenta con el centro de Silves (Centro Nacional de Reprodu??o de Lince Ib¨¦rico), coordinado por el Gobierno luso.
Estos centros componen el programa Ex-situ de cr¨ªa en cautividad. ¡°Se fueron abriendo en distintos momentos seg¨²n las necesidades. Los cuatro tienen poblaci¨®n cautiva, pero hay un quinto que es un centro asociado, el zoobot¨¢nico de Jerez de la Frontera, que saca todos los a?os una camada¡±, se?ala Maite R¨ªos, coordinadora t¨¦cnica del centro de Zarza de Granadilla.
El programa de recuperaci¨®n comenz¨® en 2003. Un a?o antes, los censos hab¨ªan arrojado una cifra total de unos 100 linces. Eso implic¨® que la Uni¨®n Internacional de la Conservaci¨®n de la Naturaleza catalogase al lince ib¨¦rico como el felino m¨¢s amenazado del mundo y se considerase en peligro cr¨ªtico de extinci¨®n, un paso previo al siguiente estadio: extinto en estado silvestre. Primero se desarroll¨® un programa con trabajos en el campo (In-situ). Posteriormente, se decidi¨® trabajar tambi¨¦n fuera de su h¨¢bitat, lo que propici¨® el programa de cr¨ªa en cautividad Ex-situ.
R¨ªos recuerda que en 2012 solo hab¨ªa dos poblaciones de este felino en Andaluc¨ªa y actualmente ya se encuentran en Portugal, Castilla-La Mancha, Extremadura y se han liberado por primera vez en Murcia y Granada. Uno de los mayores retos a los que se enfrenta la especie es a la variabilidad gen¨¦tica. ¡°A¨²n se trabaja con primos hermanos, a nivel gen¨¦tico hay mucha endogamia, por lo que es el mayor desaf¨ªo para evitar la extinci¨®n¡±, explica R¨ªos.
De los cuatro centros de recuperaci¨®n actuales, el ¨²ltimo fue el de Zarza de Granadilla. Abri¨® en 2012 con el objetivo de mantener el 85% de la variabilidad gen¨¦tica de la especie. En total hay unos 100 ejemplares en cautividad, y se emparejan. Adem¨¢s, ingresan los llamados fundadores, linces nacidos en el campo que se utilizan para aportar datos gen¨¦ticos distintos. ¡°Estos emparejamientos se consultan con los asesores gen¨¦ticos y nos dicen si esos individuos est¨¢n representados o no dentro de nuestro programa. Nosotros intentamos como una colecci¨®n de cromos, analizarlos todos para mantener esa variabilidad e intentar cruzar lo m¨¢ximo posible¡±, se?ala la coordinadora t¨¦cnica del centro de Zarza de Granadilla.
En los cuatro centros que trabajan en la Pen¨ªnsula han nacido 500 linces y se han hecho 370 reintroducciones en el campo ¡ª140 alumbramientos y 103 puestas en libertad en el centro cacere?o¡ª. Los primeros ejemplares se soltaron en 2011 en Andaluc¨ªa; en 2013, en Extremadura, Castilla-La Mancha y Portugal.
El centro de cr¨ªa del lince ib¨¦rico de Zarza de Granadilla cuenta con 16 instalaciones de 850 metros cuadrados, donde se encuentran los ejemplares reproductores. Hay tres cercados que se utilizan para entrenar a las camadas a vivir en el campo. ¡°Al principio son lactantes y al mes de vida se introduce carne en sus dietas y cada dos d¨ªas se aporta, de forma aleatoria, conejos vivos. Se trabaja la incertidumbre y la previsibilidad porque el objetivo es que no se habit¨²en a la presencia humana¡±, apunta R¨ªos.
Ya crecidos, los criadores, a trav¨¦s de videovigilancia, eval¨²an la actitud para reintroducirlos en el medio natural. Se observa si sus t¨¦cnicas de caza son ¨®ptimas, las habilidades sociales o las respuestas que tienen ante los humanos. ¡°No queremos que los animales se conf¨ªen. Cada dos semanas entramos a hacer un poco de limpieza y si alg¨²n cachorro es muy cercano a los humanos, se le aplican los llamados sustos, para cambiar ese comportamiento¡±, se?ala la coordinadora t¨¦cnica.
Los emparejamientos se llevan a cabo con un trabajo de socializaci¨®n que dura varias semanas, en las que se analizan las interacciones y qu¨¦ parejas son compatibles y cu¨¢les no: ¡°Este a?o se han hecho siete parejas en total. En los cuatro centros han nacido entre 35 y 45 cachorros¡±. En febrero se separa la hembra del macho para evitar cualquier riesgo de da?o a los reci¨¦n nacidos y, en marzo o abril, son los partos.
En 2005, con las primeras camadas, en el centro extreme?o detectaron que a las seis u ocho semanas de vida se produce un proceso al que conocen como periodo agon¨ªstico, una ¨¦poca de peleas. ¡°Un d¨ªa, al llegar al centro vimos un cachorro muerto¡±, recuerda R¨ªos. ¡°Al revisar el v¨ªdeo nos dimos cuenta de que se hab¨ªan peleado. Les ocurre al 100% de las camadas. Todos pelean a muerte¡±. Durante esos d¨ªas, a la madre la observan nerviosa y separa a las cr¨ªas. Los expertos concluyen que este proceso no tiene que ver con la jerarqu¨ªa, ya que despu¨¦s el que gana no tiene por qu¨¦ ser el dominante. Este tipo de comportamiento se ha apreciado en otras especies de lince del mundo, pero no con la intensidad de la del ib¨¦rico.
Los centros son un apoyo al trabajo de campo. La Junta de Extremadura se encarga de poner en libertad a los individuos. La directora del Programa de Conservaci¨®n de la Direcci¨®n General de Sostenibilidad, Mar¨ªa Jes¨²s Palacios, explica que su tarea diaria es saber cu¨¢ntos ejemplares hay en el territorio y si son capaces de seguir adelante. Tambi¨¦n se encargan de investigar las causas de una posible muerte, si hay alg¨²n envenenamiento o muertes por disparos. ¡°La labor de la Administraci¨®n es conocer d¨®nde est¨¢n y tratar de que los animales se encuentren lo mejor posible. Tambi¨¦n tenemos que trabajar con la propiedad de los terrenos, porque la mayor parte de la poblaci¨®n est¨¢n en fincas privadas. La idea es que vean al lince ib¨¦rico como una oportunidad de tener una especie ¨²nica en su finca, porque de alg¨²n modo tienen un patrimonio natural¡±.
El seguimiento de la especie en el campo se hace a trav¨¦s de unos collares que monitorizan los lugares por los que se mueve o las enfermedades que pueden afectar a las poblaciones. Palacios explica que en 2014 en Extremadura no hab¨ªa ning¨²n lince, se hab¨ªan extinguido: ¡°Desde los noventa no se ve¨ªa ning¨²n animal de esta especie en nuestro territorio e incluso en esa ¨¦poca eran espor¨¢dicos, as¨ª que tuvimos que organizar un programa de reintroducci¨®n. Fue muy importante el proyecto Life Iberlince, que desarrollamos junto con Portugal¡±. Desde la Direcci¨®n General de Sostenibilidad afirman que tienen controlados por radiomarcaje a 136 individuos: 70 machos, 62 hembras y 4 indeterminados. ¡°La previsi¨®n es que a finales de este a?o tengamos m¨¢s de 200 ejemplares en la regi¨®n¡±, aseguran.
Uno de los principales peligros de la especie son los atropellos: ¡°Este a?o se han soltado unos 10 individuos, de los que una hembra fue atropellada cerca de Navalmoral de la Mata¡±, admiten en la Junta. Adem¨¢s de los atropellos, otras causas de muertes son ¡°los disparos o el furtivismo¡±. Desde la Administraci¨®n destacan la importancia de la ciudadan¨ªa ante cualquier suceso con los linces, incidiendo en que si una persona ve un ejemplar en zona de carretera puede llamar al 112 para que sea recogido si est¨¢ herido y pueda sobrevivir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.