Dolores Delgado, una controvertida trayectoria de nombramientos

El mandato al frente de la Fiscal¨ªa General de Dolores Delgado fue uno de los m¨¢s convulsos que se recuerdan en esa instituci¨®n, pero el posmandato est¨¢ generando casi tanto ruido dentro y fuera del ministerio p¨²blico. La designaci¨®n de Delgado como futura fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democr¨¢tica, una plaza de nueva creaci¨®n, es el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una lista de nombramientos controvertidos que han marcado la trayectoria m¨¢s reciente de esta fiscal con m¨¢s de 33 a?os de ejercicio, siempre en el punto de mira del sector m¨¢s conservador de la carrera, que no le perdona su paso, como ministra de Justicia, por el primer Gobierno de Pedro S¨¢nchez.

Esa designaci¨®n para formar parte del Consejo de Ministros¡ªque fue acogida con cierta sorpresa, pero sin demasiados reparos por parte de las carreras judicial y fiscal¡ª est¨¢ en el origen de los reproches que luego le han llovido a Delgado, pero su etapa al frente de Justicia (entre junio de 2018 y enero de 2020) fue notablemente menos crispada que la que le esperaba en la Fiscal¨ªa General. Delgado fue designada por el Ejecutivo para dirigir el ministerio p¨²blico solo unos d¨ªas despu¨¦s de haber dejado Justicia, una decisi¨®n que provoc¨® inmediatamente las cr¨ªticas de la oposici¨®n. Solo hab¨ªa un antecedente de un ministro que pas¨® directamente a la Fiscal¨ªa General, el de Javier Moscoso en 1986, bajo el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez.

Delgado hab¨ªa llegado al Gobierno como independiente ¡ªjueces y fiscales tienen vetado por ley afiliarse a partidos¡ª, pero en el a?o y medio que estuvo en el Ministerio de Justicia hab¨ªa consolidado su faceta m¨¢s pol¨ªtica con enfrentamientos con la oposici¨®n, haciendo campa?a a favor del PSOE y saliendo elegida en las listas socialistas para el Congreso. Desde esa posici¨®n, su salto directo a la Fiscal¨ªa General del Estado marc¨® desde el principio su mandato. Los sectores m¨¢s conservadores de la carrera fiscal la recibieron como una intrusa del Gobierno en la c¨²pula del ministerio p¨²blico y ejercieron de oposici¨®n interna para poner en cuesti¨®n pr¨¢cticamente todas sus decisiones.

Los episodios de mayor tensi¨®n llegaron por la pol¨ªtica de nombramientos, para los que sus detractores acusaron a Delgado de favorecer de forma ¡°arbitraria¡± a muchos de quienes fueron sus compa?eros en la Uni¨®n Progresista de Fiscales (UPF). Tras numerosos enfrentamientos con la Asociaci¨®n de Fiscales (AF), la mayoritaria y de tendencia conservadora, Delgado dimiti¨® en julio de 2022 alegando problemas de salud. La salida de Delgado y el nombramiento de su sustituto, ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, contribuyeron a rebajar algo la tensi¨®n en la carrera, aunque la asociaci¨®n conservadora recibi¨® tambi¨¦n con fuertes reticencias al nuevo jefe, que hab¨ªa sido la mano derecha de Delgado en el ministerio p¨²blico y al que se?alaban como autor intelectual de muchas de sus decisiones.

La tregua que parec¨ªa poder decretarse tras la salida de Delgado dur¨® poco, y la asociaci¨®n conservadora de fiscales ha situado a Garc¨ªa Ortiz en la diana de todas sus cr¨ªticas como antes hab¨ªan hecho con su antecesora. Y los cap¨ªtulos de mayor pol¨¦mica han venido, precisamente, de la mano de nombramientos discrecionales a favor de la exfiscal general. El primero, en septiembre pasado, cuando Delgado, que tras dejar la jefatura del ministerio p¨²blico deb¨ªa incorporarse a la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional, fue ascendida a fiscal de sala, la m¨¢xima categor¨ªa de la carrera.

Ese nombramiento, propuesto por Garc¨ªa Ortiz con el voto en contra de la mayor¨ªa del Consejo Fiscal, llegaba, adem¨¢s, despu¨¦s de que el PSOE hubiera retirado (antes de la dimisi¨®n de Delgado) una iniciativa parlamentaria que blindaba el ascenso de la fiscal general a la m¨¢xima categor¨ªa de la carrera cuando cesara en su puesto. La iniciativa levant¨® gran polvareda tanto por su contenido como por la forma, ya que el PSOE la incluy¨® a trav¨¦s de una enmienda en la tramitaci¨®n de la ley concursal, una norma que regulaba los procesos de quiebra de las empresas y que no guardaba ninguna relaci¨®n con el funcionamiento del ministerio p¨²blico.

La historia se ha repetido este jueves, con el nombramiento de Delgado como fiscal de sala de Derechos Humanos y Memoria Democr¨¢tica, de nuevo con la protesta mayoritaria del ¨®rgano consultivo del fiscal general. Esta vez, sin embargo, los vocales de las dos asociaciones contrarias a la designaci¨®n (AF y la Asociaci¨®n Profesional Independiente de Fiscales, APIF) se han negado a participar en la votaci¨®n y se han abstenido.